~5~

908 127 94
                                    


Después de abandonar la guarida de la hechicera, Sakura se dirige de nuevo a casa, cabizbaja y dolida, ella sabía que sería misión imposible convencer a Sasuke para tener relaciones y romper la maldición, pero jamás habría imaginado que le haría una jugarreta como esa, ahora, se iba a arrepentir, se jura a sí misma mientras velozmente salta las ramas de los árboles que le indican el camino a casa.

~•~•~•~•

Horas más tarde

Entre tanto, Sasuke y Naruto ya han terminado la misión, pero a mitad de camino, deciden descansar un poco, así que ambos se recuestan en el tronco de un árbol a una distancia considerable, pues aunque el rubio no ha vuelto a insinuarse, Sasuke prefiere no tentar la suerte y mantener las distancias. El azabache mantiene un ojo avizor en todo momento, mientras que Naruto duerme a pierna suelta totalmente ajeno a que puedan sorprenderles con una emboscada, algo que enerva a Sasuke en sobremanera, pero ya lo conoce y lo deja por imposible. Finalmente, Sasuke termina sucumbiendo ante Morfeo y cae en un profundo sueño, pero no por mucho tiempo, pues de repente nota una mano estrujando uno de sus pechos. Enseguida abre los ojos y su sharingan se activa casi sin poder controlarlo, pues el rubio se halla recostado sobre él, con la cabeza en sus senos a modo de almohada y con una mano deleitándose con el esponjoso tacto, Sasuke siente que va a explotar de rabia de un momento a otro, y más cuando observa la bobalicona mueca del rubio, una media sonrisa lujuriosa y un hilillo de baba rebosando por una de la comisuras de sus labios.

—¡NARUTO! —Sasuke grita logrando que el susodicho despierte.

Pero lejos de sobresaltarse, Naruto solo se incorpora rascándose la nuca e intentando averiguar el cabreo del azabache.

—¿Eh? ¿q... qué pasa? —pregunta confuso y mirando a todos lados.

—¿A qué coño juegas, Naruto?. Ya pasé por alto lo del otro día en el Ichiraku, pero hoy estamos solos y tú no te vas de aquí sin contarme de que va todo esto —el rubio palidece imaginando las represalias por parte de Sakura.

—Yo... yo estaba dormido, no sé como he terminado encima de tus... quiero decir, encima de ti. No te ofendas, no ha sido mi intención —la cara de Sasuke lo obliga a tragar grueso.

—El otro día no estabas dormido y te insinuaste a mí. ¿Desde cuándo te gusto, eh? ¿de verdad te pongo cachondo? —Sasuke finge coquetear para obtener lo que desea.

—¿G... gustarme? ¿tú...?, bueno... lo cierto es que no puedo obviar lo evidente, eres muy guapa, quiero decir, guapo, o sea... ¡joder, no sé ni lo que digo! —el rubio tartamudea cuando el rostro del azabache está casi rozando el suyo.

—¿Me besarías? —Sasuke está a punto de llevarlo al límite.

—Aam... bueno —contesta el rubio mientras es acorralado contra el tronco del árbol.

—¡Hazlo, entonces! —Sasuke no se achanta ni un ápice.

—E... espera, Sasuke. Tal vez las cosas han ido demasiado lejos, yo no... —Sasuke sonríe satisfecho.

—¡Habla si no quieres que te meta en un genjutsu!  —el semblante de Sasuke ensombrece de repente.

—¡Fue ella! ¡Sakura me obligó!, me pidió que te acosara, de esta forma querrías volver a tu apariencia lo antes posible —Sasuke niega con la cabeza mientras sonríe internamente.

—Muy astuta, mi cerezo... ahora sí que no me arrepiento de lo que hice —dice para sí mismo recordando lo del clon de sombra.

—¿Qué hiciste? —pregunta Naruto sacándolo del trance.

—No es de tu incumbencia. Entonces... lo del tonteo que se trae con Ino también es un montaje, ¿verdad? —Naruto duda por unos instantes, pero al final asiente.

SÁCAME DE AQUÍ  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora