A veces queremos escapar de la rutina, salir de la monotonía, y más cuando la relación de pareja empieza a flaquear por todos lados, es por eso que muchas veces solicitamos ayuda, pero, ¿y sí es peor el remedio que la enfermedad?.
¿Qué pasaría si un...
La pareja sale de la guarida de la hechicera en cuanto reciben las instrucciones pertinentes, por el camino, Sakura se siente dichosa, mientras que Sasuke de lo único que tiene ganas es de arrojar la pócima bien lejos y dejarse de tonterías.
—Solo quiero que sepas que te amo, nunca he dejado de hacerlo, aunque tú te hayas empecinado en creer lo contrario y suponer que lo nuestro se iba al traste — Sasuke le recrimina una vez ponen los pies en la entrada de la aldea.
—Y yo también te amo, pero son estas cosas las que hay que corregir, ahora mismo me estás haciendo sentir culpable por si esto no sale bien, en pocas palabras me estás llamando "paranoica" —rebate Sakura con sarcasmo.
—¡Bah, olvídalo! —los dos entran en su casa completamente ofuscados y sin apenas dirigirse la palabra.
~•~•~•~•
El día pasa deprisa para la pareja, y después de haber cenado en absoluto y sepulcral silencio, deciden que ha llegado el momento de tomar el contenido de la dichosa botellita, y así se disponen a hacerlo. Ambos se meten en la cama y toman el frasco con el contenido que les ha proporcionado Shion. Sakura lo hace primero y sonríe al comprobar que tiene un sabor dulce y afrutado, agradable para el paladar, de soslayo, observa a Sasuke, pues éste sigue manteniendo el frasco entre sus manos mientras lo observa receloso con el sharingan activado, algo que hace que la pelirrosa estalle en carcajadas, pues no da crédito a lo desconfiado que puede llegar a ser su marido.
—¿Se puede saber qué haces, Sasuke?. Yo ya me lo he tomado, está bueno, vamos... no seas tan escéptico —el azabache mira un instante a su esposa y se lanza a darle un beso.
Una cosa lleva a la otra y en menos que canta un gallo ya la tiene rogando debajo de su cuerpo, el Uchiha quiere hacerle el amor antes de tomar el embrujado brebaje, pues algo en su fuero interno le dice que se van arrepentir de tal decisión.
—Dios... ya he llegado —Sakura jadea exhausta tras el descomunal orgasmo.
Sasuke también lo hace y se retira de su interior, y entonces sí, se toma el brebaje de un tirón y apega el cuerpo de Sakura a su torso antes de quedar completamente dormidos.
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Al día siguiente
Sasuke es el primero en despertar, observa a Sakura de espaldas a él y se frota los ojos creyendo tener visiones, pues la complexión de su esposa parece haber cambiado, a priori su espalda parece más ancha y musculosa, y luego sus cabellos, bastante más cortos de lo normal, pero tampoco le presta mucha importancia.
—¿Estoy despierto o habrá sido la pócima que me produce alucinaciones...? —se pregunta mientras se incorpora para levantarse.
Se siente atontado, medio adormilado, la cabeza nublada como cuando despiertas en una mañana después de una jodida resaca, por lo que a trompicones llega hasta el baño dispuesto a vaciar la vejiga después de una larga noche. Decidido, levanta la tapa del retrete y se dispone a liberar su pene, pero cual es la sorpresa al ver que no tiene, literalmente ha desparecido, esfumado.... por lo que como un loco empieza a palpar sus partes buscándolo desesperadamente.
