↠𝐦 𝐞 𝐭 𝐚 𝐧 𝐨 𝐢 𝐚↞
[m e h - t a - n o y - a h] • gяєєк
✧ 𝐞𝐥 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚, 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐲 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 ✧
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Zeke Jaeger nunca se imaginó que una persona podría cambiar su ideologí...
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Año 842
—Te gané —esbozó un sonrisa Victoria.
Hoy era día de entrenamiento cuerpo a cuerpo, la muchacha le había ganado a Zeke. Estaba muy orgullosa, había realizado una maniobra con la que logró tumbar al muchacho y quedar encima de él. Como hoy estaban usando cuchillos de madera, logró colocárselo en cuello.
—Bien hecho, Keiser. ¡Levántate ya, Jaeger, que no es un cuarto! —exclamó el comandante mientras la muchacha se movía de encima del muchacho rápidamente.
Zeke Jaeger tenía un poco de rubor en su rostro, no esperaba que su mejor amiga se le abalanzara con tanta agilidad, ni siquiera había podido procesar los movimientos y ya se encontraba en el suelo. Victoria Keiser había mejorado demasiado, bueno había pasado 10 años desde que su padre se había ido.
—Vamos, Zeke —observó la mano extendida de la muchacha.
El muchacho tomó la mano y con una sonrisa maliciosa tiró de ella haciendo que la muchacha perdiese el equilibrio.
—Ahora gané yo —se burló el muchacho.
—Muy gracioso. Eres un tonto, Zeke.
—Igual me adoras así.
Victoria sabía que su amigo tenía razón y eso la hacía rodear los ojos. Egocéntrico. Tal vez ya no era tan tímido ni tan ingenuo como cuando eran niños, pero no le desagradaba que fuera un poco egocéntrico, burlista y sarcástico a veces.
—Hay que ir con los nuevos cadetes, Zeke.
Ambos jóvenes se encaminaron hacia el lado del campo dedicado al entrenamiento de los nuevos, se habían convertido en mentores por haber llegado a ser los dos mejores de su generación. Ambos con tan solo 17 años eran el orgullo del Comandante Magath y del ejército.
Zeke miraba a la muchacha que se le había adelantado. Tenía el cabello cobrizo oscuro recogido en un moño, utilizaba el característico traje beige de los soldados que marcaba sus facciones muy notoriamente. Diez años de entrenamiento eran más que suficientes para hacer que Victoria tuviera un cuerpo fuerte. Nunca había visto mujer más hermosa y determinada como ella.
Por otro parte, Victoria miraba de reojo al rubio. Zeke había avanzado de manera impresionante su entrenamiento, poco a poco se volvió el mejor del grupo. Ya no se quedaba atrás, ya no lo regañaban, hasta iba frente a frente con ella. De hecho, la muchacha podía observar la determinación en los ojos. Se había vuelto más alto, le llevaba más de una cabeza de altura. Sus hombros se habían ensanchado y estaba muy segura que tenía un cuerpo bien trabajado.
Muchos pensarían que ambos eran pareja, pero no, estarían equivocados. Zeke Jaeger y Victoria Keiser eran solamente amigos. Bueno, eso es lo que pensaban ellos también. Solo somos amigos.
