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La pelirroja miraba atentamente a las mujeres alrededor de la mesa, suspiro y se paro de su lugar camino de manera elegante y pacifica que te hacia dudar si caminaba entre ellas un ángel o la mujer más despiadada que habían conocido. Su aura siempre había sido tan transparente por lo que ahora todas tenían una incógnita ¿Por qué estaba tan enojada?
¿se habían quejado de su trabajo?
Pocas por no decir casi nulas eran las ocasiones donde se quejaron de sus desempeños.
—cuando el Killerdamen fue creado el propósito siempre fue que sus integrantes fueran mujeres, no por desmerecer las capacidades de los hombres pero sabía que allí afuera habían mujeres con potencial para esto y fueron rechazadas por el simple hecho de no tener un pito—la tranquila pero tenebrosa voz de la pelirroja enmascarada se escucho en el oscuro lugar— yo fui una de esas, las ayude a cada una— paso su mirada por cada una, sus fríos ojos de color almendra eran aterradores cuando estaba disgustada— pero parece que la ayuda, el dinero y la lealtad no es suficiente para algunas.
Se comenzaron a ver entre todas, pero antes de que alguna gesticulara palabra o hiciera algún movimiento la misma voz se volvió a escuchar.
—me da pereza esta situación ¿Por qué mierda me subestiman tanto? Saben que a mi nadie me ve la cara— detuvo su caminar detrás de una castaña tomo uno de sus mechones y lo dejo caer—¿quieren saber el por que de mi repentino llamado? — una afirmación por parte de toda obtuvo la pelirroja—Me entere que una de mis chicas hoy se juntaría con una agente parte de la FEMF y vendería mi cabeza una de mis 8 damas me traicionaría hoy.
Esas palabras fueron suficientes para que la castaña a la que le había tomado el pelo intentara escapar del edificio, pero claramente no alcanzo a dar dos pasos cuando cayo al suelo gritando por el disparo en su pierna.
—gracias Ada—le sonrió a la peliblanca que había disparado impidiendo la huida de la traicionera.
Se agacho a la altura de la castaña y le sonrió dándole a entender el precio de su estupidez, no eran necesarias las palaras siempre supo el riego que corría si la traicionaba pero la ambición pudo con ella y cuando le ofrecieron 3 millones de dólares no dudo en aceptar había sido la decisión más estúpida de su vida, si pero no había vuelta atrás tal y como le había dicho la pelirroja cuando la encontró "si decides entrar aquí la única forma de salir es con los pies por delante" moriría y su cuerpo seria devorado por los lobos.
—si sabes como acabara esto cierto— paso su mano delicadamente delineando su mentón la bajo lentamente por su cuerpo hasta la herida donde metió su dedo sacándole un desgarrador grito de dolor—pegunte algo tata.
—me mataras y dejaras que hades y cronos se coman mi cuerpo, solo mátame, no me tortures es lo único que te pido— la pelirroja se soltó a reír contagiando al resto.
—tata ya no estas en posición de pedir nada, pero para que veas que soy buena persona y valoro que en su momento fuiste inteligente no te torturare yo— la castaña soltó un suspiro de alivio— lo harán mili y sia—miro a las nombradas— toda suya chicas, si quedan partes buenas se las dan a mis bebes.
