El caso White

Descubrimientos

Carrie caminaba hacia su casa luego de salir de la biblioteca. Con tres libros en las manos que confirmaban lo que ya sospechaba desde el incidente del baño, ella tenía una hermosa habilidad que la hacía diferente a los demás. Ahora solo tenía que aprender a controlarla. 

Su madre no estaba en casa, seguro en la iglesia, arruinándose las rodillas cada vez más. Ella se encerró en su habitación y se sentó en la cama con las piernas cruzadas. Colocó sus tres libros alrededor de ella, cerró los ojos, y recordó todo lo que había sufrido en el colegio y con su madre hasta ahora. Todas las burlas, chismes. Todos los golpes y malas palabras que se disfrazaban de buenas acciones de parte de Dios. Cuando abrió sus ojos de nuevo, los tres libros estaban levitando por toda la habitación y ella solo podía reírse de felicidad. Conforme la alegría la invadía cada vez más, todo su poder tomaba control de su alrededor. La mesa de noche y la lámpara, los cuadros, los útiles escolares y hasta su ropa también flotaban. Su cama comenzó a temblar, esta empezaba a levitar y daba giros bruscos que casi hacen caer a Carrie.

-¡Carrie!-Su madre había llegado y ella perdió toda su concentración. Se escucho un estruendo fuerte al caer todas las cosas que antes flotaban. Debería enojarse, pero no, estaba feliz. No le importaba nada, ahora ella era única, era...Especial.

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Tommy Ross entró al comedor con todas las mesas ocupadas por molestos estudiantes que hablaban fuerte y se lanzaban cosas, sin embargo, a lo lejos Tommy distinguió la solitaria figura de Carrie White. Se acercó hacia ella sin importar las miradas y los murmullos que se cernían sobre el, el chico mas guapo de todo la escuela. Cuando Tommy se sentó en la misma mesa que Carrie, algunos gritaron y otros abrieron los ojos hasta donde pudieron, pero Carrie solo se asustó y iba a salir a correr.

-¡No! ¡Carrie!-Carrie se giró y se quedó mirándolo por unos segundos, pero aun se oían los murmullos de los demás, así que miró alrededor y se volvió a sentar, callada-Hola, ¿eres Carrie White? 

-Si.-Carrie estaba tan asustada que pudo sentir como la mesa se sacudió un poco, al parecer Tommy Ross no lo notó.

-Ah...Sabes hablar, y te gusta leer también ¿Eh?-Tommy tomó un ejemplar que había alrededor de Carrie, "Telekinesis, el poder de la mente", pero ella se lo quitó de las manos. Nadie se podía enterar de lo que había estado investigando estos días, sobre su poder...-Carrie...Mira, el baile es en una semana y...Quería saber si...¿Te gustaría ir conmigo?

-¿Que?-Carrie no podía creer lo que acababa de escuchar, eso era...Genial. Pero no confiaba en Tommy Ross y mucho menos en su novia.

-Carrie...Carrie tu...

Carrie tenia ganas de explotar en lagrimas, pero no lo haría, solo agarro sus cosas y salió a correr lejos de el.  Tommy la persiguió por todo un pasillo hasta que la tomo de un brazo.

-Carrie...

-Por favor, no vengas a engañarme.

-No, Carrie, no voy a engañarte, enserio, quiero que vayas conmigo.

-Tu andas con Sue Snell.

-Es cierto, pero ella no quiere ir.

-Lo siento-Carrie no pudo evitar que una lágrima bajara por su rostro y siguió corriendo hasta encerrarse en uno de los baños. La frustración era lo único que podía sentir en ese momento, le dieron tantas de gritar hasta morir, por no poder ser lo suficiente perfecta para un chico como Tommy Ross. Estaba sola, llorando con la tristeza de la mano.

-¿Carrie?-La maestra Desjardin entró al baño, y se sentó junto a ella-Carrie...¿Alguna de ellas te volvió a molestar?

-No...-Dijo Carrie, secándose las lágrimas con la manga-Alguien me invito al baile...

-Wow, Carrie eso es muy bueno y...¿Puedo saber quien es?

-Tommy...Tommy Ross-La maestra Desjardin dejo ver su asombro cuando abrió la boca.

-Wow...Tommy Ross, el es muy apuesto.

-Quieren burlarse de mi, otra vez.

-Yo no lo creo, Carrie. ¡Aprovecha esta oportunidad, Tom es un chico muy bueno!

-Es cierto, pero yo no lo soy-Al oír eso, miss Desjardin tomo de la mano a Carrie y la llevo hasta ponerla en frente de un espejo.

-Carrie, tu eres hermosa-Dijo con una sonrisa, mientras le tocaba el pelo rubio a Carrie-Estoy segura que si te arreglas un poco...serás mas divina de lo que ya eres, créeme.

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-¡Ustedes no tienen vergüenza!-Decía Rita Desjardín a dos de sus alumnos con sus manos cubriéndole la cara.-Sue, yo te conozco, tu eres amiga de Chris.

-Esto no tiene nada que ver con Chris, y tampoco con usted. Déjeme hacer esto, por favor.

-¿Como hiciste para convencer a Tommy?-La maestra miró a Ross, que estaba tratando de evitar entrar en esa conversación.

-Maestra...

-No, Sue. Ustedes dos quieren burlarse de una niña indefensa y no lo voy a permitir-Miss Desjardín estaba dispuesta a averiguar toda la verdad, se cruzó de brazos y prosiguió-Tommy ¿Si sabes que al llegar al baile de graduación sin tu novia, y con Carrieta White, vas a quedar total mente en ridiculo?-Se vio en la cara de Tom que se asusto un poco, pero antes de que pudiera decir algo, Sue lo interrumpió.

-Eso no nos importa.

-Mire, maestra-Comenzó Tom-Igualmente, Carrie me dijo que no.

-Vuelve a intentar-Ordenó Sue.

-¡No, Ross!

La discusión siguió, pero Header Collins ya había escuchado todo lo necesario.

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-¿¡QUE!? ¿¡ESTAS SEGURA, HEADER!?-Chris Hargensen le gritaba a su mejor amiga en su habitación, sus oídos no lo creían.

-Si, Chris, yo se lo que escuche. Tommy Ross ira al baile con Carrie, la cerda.

-Esto...Es perfecto-Se dio cuenta Chris, rascándose la cabeza-Bueno, me parece horrible que Tommy Ross vaya ir al baile sin Sue, pero...Esto me sirve. Todo salió tan fácil, jajaja.

-¿Ok?-Dijo Header, confundida.

-Header, me vas ayudar.

-Mmm.

-Tu eres la encargada de las votaciones, bueno, debes alterarlas. Carrie y Tom deben ser coronados rey y reina del baile, para que así suban al escenario y luego...¡JAJAJA!

-No lo se, Chris, es muy peligroso. 

-Lo se, Header. Pero recuerda que por culpa de esa cerda yo no puedo asistir al baile. Ayúdame, plis. 

-Esta bien. Pero...¿Qué piensas hacer cuando esos dos suban al escenario?

-Ya lo verás, llama a Billy.