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CAP 15: TU PUÑETERO CARTERO

-Por suerte para mí y mi cobardía quedaba tan poco tiempo para la uhída que pude escapar y tener la certeza de que no le volvería a ver la cara en mínimo una hora.-

- Y mientras tanto mis sentimientos y yo nos escondimos en el único rincón donde nadie nos buscaría, porque ese lugar no nos pertenecía. Me refugié en el despacho de Berlín.-

-Y mientras él y Nairobi se encargaban de las últimas tandas de impresión yo me encargaba de preparar un discurso para cualquier respuesta que Sergio me diera.-

-Y ahí estaba, empecé a imaginar los escenarios más probables; que me dijera que me veía solo como una amiga, que me saliera con la excusa del luto por su separación con la inspectora, que fuera directo dando un no rotundo... Sip, por alguna razón los nervios me hicieron pensar en todo lo que podía salir mal.-

-Y en un atraco, si todo sale mal, te puede tirar abajo la vida-

-Más sin embargo para mi buena o mala suerte Andrés vino a descansar un rato descubriéndome sentada en el suelo con los nervios hasta el techo.-

-¿Y qué te pasó a tí?- Preguntó el varón acercándose a zancadas hacia la muchacha.- Se lo dije.- Murmuró la ojiverde simplemente.- ¿Cómo que se lo dije?- Formuló de nuevo.- A Sergio, se lo dije.- Repitió la pelirroja con la cabeza gacha.-

-A ver Sarah, soy tu amigo, pero no soy adivino. ¿Qué le dijiste a Sergio?- Preguntó el pelinegro por tercera vez.- ¡Todo!- Volvió a responder la mujer sin explicarse.-

-¡Sarah, joder! ¿Puedes decirme que te pasa o te lo voy a tener que sacar a cucharadas?- Demandó el varón perdiendo los papeles al ver que la muchacha se negaba a responder algo concretamente.-

-Lo de mi décimo octavo cumpleaños Andrés; le dije que recuerdo todo, que le quiero, que siempre le quise... ¡Un poco más y le suelto también lo del niño vamos!- Gritó frustrada la muchacha siendo interrumpida por Fonollosa.-

- ¡Sarah, cálmate!- Exigió conectando sus ojos con los verdes de la mujer.- Que a acabas de cumplir 26 no puedes actuar como una cría y esconderte así.- Dijo el varón siendo interrumpido por una exclamación.-

-¡Sí que puedo! Y mira cómo lo hago.- Pronunció la pelirroja encogiéndose aún más ocultando la cabeza entre sus rodillas-

-Porque, sí. Había pasado mi cumpleaños entre amigos en Toledo; por primera vez en mucho tiempo habían asistido a mi cumpleaños más de 3 o 4 gatos.-

-Yo seguía cumpliendo años, pero mi madurez.... digamos que nunca se dignó en aparecer.-

-Y ante tan infantil acción el varón solo rodó los ojos.- Toc toc - Dijo dando golpecitos en la cabeza de la muchacha como si ésta fuera una puerta.- No estoy.- Contestó ésta sin levantar la cabeza escuchando una risilla salir de su amigo.-

-Es una pena; si, sí estuvieras te habría dado un consejo.- Pronunció el pelinegro sentandose a su lado del mismo modo.-

-¿Qué consejo? ¿Uír a la Antártida cuando salgamos de aquí?- Preguntó irónica la pelirroja.- Yo te iba a decir que fueras a Italia con Martín, pero la Antártida también suena bien.- Bromeó el varón.-

- Con los pingüinos y los iglúes...- Prosiguió viendo a la chica esbozar una pequeña sonrisa.- ¿Y que hay de Salva? No lo puedo dejar en el monasterio para siempre Andrés.- Recordó la ojiverde nombrando a una de sus razones para vivir.-

Mi caballo de Troya [PROFESOR] -La Casa De Papel-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora