Había cometido un acto aberrante del cual no estaba nada orgulloso. Había sido débil, vulnerable y completamente sumiso ante sus deseos más bajos y se sentía completamente ido, como si por ese momento de debilidad no hubiera sido él sino otra persona.
Se había masturbado hasta llegar al orgasmo con la prenda de aquel chico de ojos avellana, y el que esta estuviera cubierta de semen era prueba de ellos.
Había llegado al organismo pensado en un hombre, y no, aquello ni siquiera era lo peor del desenlace de la tarde anterior, porque había un trasfondo aún más oscuro, había llegado al orgasmo mientras imaginaba que sometía contra su voluntad a aquel chico, visualizando en su mente un acto sexual sin consentimiento alguno de la otra persona. Y aquello sin duda le había jodido la cabeza.
Y no, no estaba feliz sino muy enfadado consigo mismo. Las cosas no debían ser así. Él no era un miserable, al menos no a ese nivel.
Al día siguiente Amber fue a su casa, y por supuesto que no importo que fuera día de semana porque igual se pusieron a beber en plena sala de estar. Pero a diferencia de él Amber si bebía con moderación, porque como siempre, jugaría emocionalmente con él, porque le gustaba y porque haría como siempre su voluntad. No importaba cuánto jodiera su vida.
—Él está muy agradecido contigo—se regocijo cuando observó el cambio en el semblante—me preguntó por ti, quiere agradecerte.
Era tan malo fingiendo desinterés cuando estaba ebrio.
—¿Ah sí?—Compró unos muffins de chispas de chocolate para tí—confesó y prosiguió—pero sé que en verdad te gustaría que te chupe la polla como agredecimiento.
Thelonius sin perder tiempo y aprovechando que estaba junto a ella sobre el sofá, la tomó del cabello y la obligó a arquear su cuello hacia atrás, y tal vez era producto del alcohol y la descoordinación que este provocaba en sus movimientos, porque no lo hizo con la suficiente fuerza como para dañarla.
—¿Haz pensado en lo bien que se sentiría tu polla dentro de su húmeda boca? Tratando de abarcar toda la longitud de tu pene, esmerandose en ello.
Él estaba atónito.
—... basta, maldita sea.
—¿No te haz preguntado en lo estrecho que debe ser? ¿En cómo su interior te absorbería? ¿En cómo proclamaria tu nombre mientras te hundes sin piedad en él?
—¡Cállate!
Ya para entonces era tarde, porque ya tenía una maldita erección entre las piernas.
La soltó y se alejo de ella, sin embargo Amber continúo bebiendo sin siquiera inmutarse ante su estado.
Ahora que había encendido la llama sólo le quedaba ver el fuego arder y ver como Cyrus ardía en aquel fuego sin poder evitarlo, porque no tenía nada en contra del él, sólo aquella inocencia que su amigo pronto le arrebataría, y entonces él ya no volvería a ser jamás mejor que ella, ¿Verdad?
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Presa perfecta |Tyrus|
FanfictionPorque ante los ojos de Amber e incluso del mismo TJ eso mismo era Cyrus: ...la presa perfecta. Fanfic's completo ✓