Presa perfecta |Tyrus|

V

La comida de la cafetería ese día había estado especialmente desagradable, y no, no tenía en su rostro la sonrisa que le hubiera gustado tener, porque inexplicablemente nada había resultado como había querido.

El brillo embelesador en aquellos ojos avellana seguía intacto, al igual que aquella hermosa sonrisa. Todo en aquel chico de religión judía parecía estar jodidamente bien, tan así que aquella absurda pureza que tanto lo caracterizaba parecía estar intacta en él. Y aquello le asqueo y no le gustó. Incluso sintió que lo odiaba cuando se percató de que sus provocaciones ya no parecían surtir efecto alguno en TJ, ¿Qué había hecho mál? Estando de mal humor se marchó con una excusa cualquiera, dejando a TJ junto a Kira y Reed, a quienes pocos parecía importarles su notable malestar.

En otra mesa, ajeno a todo estaba Cyrus, riendo espontáneamente con sus amigos. Todos estaban tan bien, que a nadie pareció extrañarle el suerter que este traía pese a que no hacía un frío considerable, pero es que en su defensa debía esconder de alguna manera los moretones y las marcas que traía en todo su cuerpo, porque Thelonius no sabía ser amable a la hora del sexo y aunque eso a él le encantará, quizás sus amigos no comprenderían.

Porque después de todo él y Thelonius tenían unos gustos bastante particulares a la hora de disfrutar del otro, pero eso era algo que nadie tenía porqué saber.