-uhm.. chicos, atención por favor- Exclamó la chica de pelo plateado, llamando la atención de los demás, quienes se encontraban discutiendo. -gracias, prosigo, hay un chico nuevo, por favor.. no actúen de mala manera con el.- dijo, suspirando en el acto. Está se hizo a un lado para dejar pasar al nuevo, un chico de pelo y ojos verdes, algo nervioso por el mismo hecho de que era su primera vez ahí.-ho.. ¿hola?- en sus anteriores escuelas había tenido malas experiencias en el primer día, por ello había generado un tipo de trauma haciéndolo más inseguro de sí mismo.
Los demás se quedaron en silencio, procesando la situación para saludar después. -¡Hola, tú! Soy Kokichi Ouma, un gusto en conocerte ¡nee-hehe! Por cierto, no te extrañes si de repente te invitan a unirte a una secta.- saludó con una sonrisa, parándose en su lugar. -No le hagas caso a Kokichi.. hola, soy Kaede Akamatsu, ¿Y tú?- la rubia habló, acercándose al chico nuevo. -ah.. soy Rantaro Amami, un.. gu-gusto en conocerte, Kaede..- este sonrió algo incómodo, no era bueno presentándose así mismo. La chica sonrió dulcemente, dándole espacio para que pueda tomar un lugar para sentarse.
Algunos se animaron a presentarse ante el, incluso hicieron algunas bromas entre ellos para hacerle sentirse cómodo. Después de tantas risas, era hora de iniciar la clase. Por ello, Rantaro se dirigió a uno de los asientos de atrás, no estaban abandonados, pues había uno que otro estudiante ahí.
Este ya se había adaptado al entorno, por lo que le sería fácil socializar con ellos. La maestra llegó, y empezó su aburrida clase como cualquier otro día. En medio de la clase, se distrajo jugando con su lápiz, de todos modos no importaba, no se daría cuenta pues los demás también estaban en todo menos la clase. Volteó a ver el asiento que estaba a su lado, al parecer había una.. ¿Chica? No sabía, pero parecía una, debido a su pelo largo, aunque está o este portaba un cubrebocas. Para aclarar dudas, intento entablar una conversación con el o ella. -ho-..- estuvo apunto de hablar, hasta que noto que la persona de al lado sabía que le estaba mirando. -no intentes socializar conmigo, te aburrirás de alguna u otra manera fácilmente.- se sorprendió al oír la voz de el contrario, al parecer era un chico.. al menos pudo aclarar eso. -eh.. no lo creo, ¿Porqué dices eso?- este pregunto nervioso, no quería cometer error alguno. -siempre me lo dicen, junto esos rumores de que según "doy miedo", meh.. así son ellos.- dijo entre comillas, seguro de los que decia. Al parecer ya estaba acostumbrado a ese tipo de comentarios. -.. oh, lamento eso. Pro-Prometo nunca decir eso, podemos.. hablar más tarde, si tú quieres.- sonrió levemente, esperando a que el chico respondiera positivamente. -huh, ¿con que quieres eso? No soy muy bueno con eso, pero puedo intentar.- hablaba de manera calmada, no se molestó ni en devolverle la mirada, al parecer era alguien serio y callado. -¿pue-puedo saber tu nombre?- Preguntó, con esperanza de obtener alguna respuesta.
Hubo un silencio que pronto sería interrumpido por el de a lado. -.. Korekiyo Shinguji.- dijo esta vez volteando a verle, chocando con los orbes esmeralda del contrario. -ohh, un gusto.- Rantaro se alegro, al parecer, no iba a ser algo difícil.
[...]
La clase termino, la mayoría salió como ovejas desesperadas buscando ser libres del corral.
Este no sabía que hacer, y se sentiría torpe preguntarle a alguien, así que se quedo esperando a que todos se vayan debido al miedo de quedar en vergüenza.
-¿no te vas a ir?- el de pelo largo preguntó, viendo a la ventana sin interés de pararse. -uhm.. es que, no se a donde ir, y bueno.. no quiero hacer algo mal y quedé en ridículo frente a todos.- dijo lo primero que se le venía a la mente, supuestamente eso sería un secreto. -si quieres no arruinar tu reputación es recomendable no acercarte a Kokichi o Miu, pero no te obligó, es más, ni se porque lo digo si ni hablo con Miu, solo lo sé por 'Kichi.- dijo tranquilamente. -Oh, okay. ¡Gracias, Kiyo!- le llamo por el apodo que había inventando en media clase, y al parecer el contrario no se lo tomó a mal. -ajá, no hay de que.- seguía esperando a que el chico se fuera, así para quedarse solo y poder hacer lo que quiera. -hmm.. ¿Quieres venir conmigo? Lo digo porque te ves muy solo acá.. ¡No-No digo que seas un rechazado social!- se sonrojo un poco por la pena que le daba decir algunas palabras, pues no sabía cómo este podría tomar los comentarios que hacía. -no te preocupes, me da igual. Supongo que no tengo a donde ir, así que está bien.- Dijo aún desinteresado. El peli-verde se emocionó, sonriendo ya con confianza.
Se levantó, esperando a que el otro haga lo mismo. Los dos salieron de ahí, mirando al rededor se pudieron dar cuenta que casi no había nadie, era su momento de salir tranquilamente sin ninguna preocupación por ser víctima de alguna broma. -huh, ¿a dónde quieres ir exactamente?- preguntó, caminando detrás de Rantaro, este camino más despacio, no había pensado a donde ir después de clases. -humm.. no lo sé, ¿Y tú?- se volteó para verle mientras pensaba en algún lugar. -niño, ya te dije que yo no tengo a donde ir, es algo patético que preguntes eso.- dijo mirándolo, no se molestó ni en sugerir algún lugar. -ah-ah.. ¡Lo siento!.. volviendo al tema, conozco a un lugar al que podemos ir, ¿te gustaría?- sonrió, esta vez sí tenía una idea para sugerir. —bueno, vamos.—
[...]
Los dos salieron del colegio, dirigiéndose a dicho lugar del que Rantaro hablo.
Cada vez que más se acercaban a su destino, podían visualizar el entorno de ello. Gracias a que la primavera llegó, los árboles de sakura empezaban a florecer, dando una vista hermosa teñida de rosa y pétalos que caían, era como un tipo de parque escondido en algún lugar de la ciudad.
—solia venir con mis hermanas acá, por algo es especial para mí.. no le digas a nadie.— volteó a verle, con una sonrisa en su cara. —bueno.—
Los dos se sentaron en el pasto, el lugar les traía un sentimiento de calma y paz. —no entiendo cómo es que me tienes tanta confianza ya para mostrarme un lugar tan especial para ti.—
—...—
; foto de gatito,,
bueno, la verdad mejore en la ortografia y forma de escribir, me siento algo orgulloso por eso.
Como dije, iba a hacer otro libro de ellos porque.. ¿porque no? No veo tanto contenido de esta pareja, y pues, tmb le tengo un gran cariño al ship,,
En fin, desaparezco hasta actualizar denuevo.