Un verano más

Capítulo 1

Eran las 7 de la tarde, había tomado un vuelo de 10 horas directo de Nueva York a Venecia, Italia. Apenas baje del vuelo y comenzaron a caer unas cuantas gotas del cielo. "¿En serio?" pensé "¿ Todos los días está soleado y justo hoy llueve?"

Acaba de empezar las vacaciones de verano de mi universidad, NYU, una muy buena universidad a la que tuve que esforzarme toda mi vida para entrar, estudiaba fotografía así que decidí irme un verano a Italia, a capturar las mejores vistas de la ciudad, tuve que trabajar y ahorrar todo el año pasado, para poder lograr este sueño.
Esperaba un taxi, pero como he mencionado antes, empezaban las vacaciones y había un centenar de personas esperando lo mismo que yo. Hasta que uno se dignó a detenerse, me salpicó de agua al hacerlo, pero mientras pudiera hospedarme lo más rápido, lo dejaría pasar.
-Buenas tardes, señorita, ¿A dónde la llevaría?
Le dije el nombre del hotel y el hombre emprendió el viaje hacia el hotel y yo solo podía pensar en mis padres, ellos amarían estar aquí. La mayoría de las cosas que he logrado han sido gracias a ellos, ellos siempre me han impulsado a cumplir mis metas sin importar que, han sido un gran apoyo durante toda mi vida y me duele no poder compartir este momento con ellos.

Llegando al hotel, me ayudaron a bajar las maletas, hice check in. El hotel era sencillo, tenía una sala de espera de madera con cojines blanco y una mesa de centro col revistas de turismos.
Un señor no tan alto, poco más de 1.70 me atendió amablemente y me ayudó a subir las maletas a mi habitación.
Mis vacaciones son hasta inicios de septiembre y estamos a finales de julio, así que no sé si me quedare todas ms vacaciones en Venecia o me cambiaré de lugar para conocer más, así que solamente reserve por 3 semanas y decidiría.
En cuanto entre a la habitación sentí algo parecido a una sensación de alivio e inconscientemente sonreí, era una habitación sencilla, el baño estaba a lado de la entrada era blanco, tenía una bañera que moría por usarla y un espejo grande con luces alrededor. El cuarto tenía una cama matrimonial al centro, un mueble y una televisión un poco grande al frete, del lado del baño había un closet alto de madera, y al otro costado un balcón donde se escuchaba el bullicio de la ciudad y una pequeña mesa.
Cuando me recosté sobre la cama para "pensar" me quedé dormida casi de inmediato. Fueron 9 horas de viaje y lo último que quería hacer es seguir conviviendo con personas.

Eran las 10 de la noche, dormí por casi 2 horas, intente alcanzar mi celular, pero estaba muy lejos, me levante cargando toda la flojera en mi espalda y pies y pedí comida al hotel. En cuanto termine de pedir la cena llame a mis padres, les prometí que los llamaría todas las semanas para contarles como me iba en el viaje.
Marque y al tercer tono escuche la dulce voz de mi madre.
-Hola mamá.
-Hola Car, querida ¿Cómo estás?
-Bien ma, llegue hace un par de horas, pero me quede dormida fue un viaje un poco pesado.
Hubo una pausa incómoda.
-¿Cómo está papá? ¿Cómo va todo en la tienda?
-Ya sabes Chapis, han sido tiempos realmente difíciles.
Mis padres tienen una tienda de artesanías en Ohio, mis padres llevan trabajando ahí desde que tengo memoria, es un buen negocio, pero como hay temporadas buenas, hay malas, estoy alegre por ellos de que haya llegado el verano porque habrá más turistas y podrán aprovechar estas épocas.
Mi madre iba a decir algo cuando escucho el timbre de mi habitación y me obligó a interrumpirla
-Voooyy-grito mientras camino hacia mi bolso para buscar algo de propina.
-Acaba de llegar mi comida mama, ¿Te llamo después?
-Claro chapis, cuídate y mándanos muchas fotos. -Contesto.
-Por supuesto ma, salúdame a papa, cuídate, besos- y colgué.
-Abrí la puerta y una chica alta como de 1.70, rubia, con las cejas castañas, delgada y con un toque sonrojado en sus mejillas me entrego mi cena
-Hola buenas noches. Mi nombre es Alessia y estaré a cargo de su habitación durante su estancia. - Dijo con un tono amable y sencillo.
-Muchas gracias, pasa. - Señale adentro de la habitación ara que dejara la comida en el pequeño escritorio junto al balcón.
En cuanto salió le di la propina y una sonrisa de agradecimiento
-Buenas noches, señorita.
-Buenas noches. Respondí.
Después de cerrar la puerta lo primero que hice fue ir al ataque contra la cena, realmente tenía mucha hambre. Pedí un plato de Vincisgrassi, el taxista me recomendó ese platillo, dijo que era uno muy típico y no me podía ir sin probarlo, "Suerte que me quedo poco más de un mes" pensé.
El Vincisgrassi es como lasaña, pero con nuez, es un poco fuera de los sabores que suelo comer, pero en verdad es muy delicioso.

Terminé de cenar y decidí meterme a la cama y leer un poco antes de dormir. Leí solo 10 páginas porque se me estaban cerrando los ojos, puse el libro en la mesita de noche apagué las lámparas y a dormir.