Andrew Russell
Sin duda una de las cosas que más me hacía feliz era ver a mi hermana hacer lo que le gustaba, sé que extrañaba demasiado las carreras, sentir la adrenalina como ella decía.
Por eso cada grito que la gente daba alentándola me ponía más feliz, ver como la gente la había extrañado y a pesar de tener otro rey para ellos, Emi seguía siendo su reina.
Confiaba en que ella le iba a ganar a ese idiota, solo dejaba que él se adelantara para que se confiara de que ya había ganado, por eso en la curva cuando él pensó que ya tenía todo ganado disminuyo la velocidad, ella lo rebaso.
El lugar estalló en gritos y aplausos para la Reina.
Pero de un momento a otro todo quedo en silencio al escuchar algo derrapando contra el suelo, fue ahí cuando me di cuenta de que la persona que había caído junto a esa moto era mi hermana.
Salí corriendo junto a Alek hacia la línea de llegada, junto donde estaba mi hermana inconsciente por el golpe que se dio al caer.
Mis nervios estaban que desbordaban, no quería que nada le pasara a mi pequeño ratón, no lo soportaría.
– Andrew, ayúdame a levantarla despacio, así la llevamos a la oficina. – Me dijo Alek sacándome de mis pensamientos.
La llevamos a la oficina y una vez ahí la acostamos en el sillón, revise que no tuviera heridas como para llevarla al hospital.
– Por suerte solo se hizo un corte mínimo, el golpe tan fuerte fue lo que la hizo caer inconsciente. – Le dije más tranquilo a Alek. – Juro que mataré a ese imbécil, no podía soportar que una mujer le ganara y tuvo que hacer esto, es totalmente un marica. – Dijo Alek muy enojado y yo lo entendía, el idiota no podía creer que una mujer lo derrotara frente a mucha gente y para parecer más "macho" la choco.
– Yo que tú mejor dejaría que ella le dé su merecido, sabes que cuando esté consciente querrá volarle la cabeza. – Alek rio ante lo que dije. – Mi ratón es fuerte.
– Sé que ella es fuerte Andrew, pero no puedo ni siquiera pensar en que haya pasado a mayores, ella es mi todo. – Dijo él observando a mi hermana con un amor único, yo sabía que ellos habían tenido una historia antes de ser mejores amigos, pero supuse que todo el amor se había acabado cuando ella se tuvo que ir.
– La sigues amando más que como amigos, ¿Cierto? – Le pregunté mirándolo a los ojos.
– Intentaría negarlo, pero me conoces tan bien que ya sabes la respuesta, la amo demasiado, Andrew. – Me contestó con total sinceridad, lo sabía porque lo conozco muy bien.
Lo que no sabía es si mi hermana seguía respondiendo esos sentimientos.
Emily Russell
Me desperté desorientada, no sabía como llegué de estar en la carrera ganando al estúpido ese, a estar acostada en un sillón y encima con la cabeza adolorida.
Me enderecé, empecé a observar a mi alrededor y me di cuenta de que era la oficina de Andrew, donde organizaba y anunciaba las carreras.
– Veo que despertaste, tremendo susto nos diste. – Me dijo Alek apoyando en el marco de la puerta.
– ¿Qué sucedió? – Pregunte. – Me duele un montón la cabeza. – Le dije sentándome derecha por fin, él me observo serio y se sentó a mi lado.
– Habías llegado a la meta primero, le habías ganado al idiota ese y todos estábamos festejando cuando de repente oímos algo derrapar.
Con tu hermano corrimos hacia la línea de llegada, vimos a alguien en el suelo, tu hermano empezó a avanzar y supe que la que estaba ahí tirada eras tú. Te levantamos y te trajimos aquí. – Me explico él, no puedo creer que el imbécil se haya atrevido a chocarme, ese idiota seguramente no sabe que se metió con una Russell.
ESTÁS LEYENDO
Peligroso Misterio
Teen FictionEmily Russell ex reina de las carreras ilegales, amante del peligro y de la adrenalina. ¿Sera capaz de ganarle al nuevo Rey cuyo nombre nadie conoce?