XVII

1 0 0
                                    

-¡Mierda!- grité recogiendo mis zapatos del suelo- ¡Vixtor, nos hemos quedado dormidos!-

Agitaba el brazo de Vixtor con toda la fuerza que podía para que se levantara. Eran las 10:30 de la mañana y se suponía que yo tenía que estar en casa ayer a las 12 como muy tarde. Me levanté corriendo del sofá buscando la chaqueta que traje la noche anterior cuando descubrí que estaba justo debajo de él.

-¡Vixtor!- grité haciendo que se levantara de golpe- ¡Levántate! ¡Cómo no vuelva a casa ya me van a matar!-

-¿Qué hora es?- dijo aún dormido.

-¡Las 10:30!- respondí apartándolo para coger mi chaqueta- ¡Tienes que llevarme a casa ya!-

-Deja de gritar, amor- dijo haciendo que frenase todo movimiento.

-¿Cómo me has llamado?- pregunté mirándole incrédula.

-Emmm...- respondió adormilado mientras se rascaba la cabeza- ¿Amor?-

-Ahora mismo te besaría pero tengo que volver a casa ya de ya- le dije con una sonrisa nerviosa.

-Tranquila- respondió cogiendo su chaqueta- Ya nos vamos-

Se puso los zapatos y salimos de la cabaña. Volvimos por el sendero del día anterior y llegamos donde estaba la moto. Nos pusimos los cascos y nos subimos a ella para volver a mi casa. Vixtor iba más rápido de lo normal con la moto, cosa que me asustaba un poco, pero no podía arriesgarme a llegar un minuto más tarde a casa. A los 15 minutos de viaje llegamos a la puerta de mi casa donde mi hermano estaba de pie en la puerta mirándonos desafiante. Me bajé de la moto y le di mi casco a Vixtor para que lo guardara.

-Ya nos veremos, Vix- le dije dándole un beso en la mejilla.

-Te quiero, princesa- me respondió para luego hacer un gesto de saludo con la cabeza a Dan.

-Y yo a ti- dije justo cuando arrancó la moto para irse de allí.

Me di la vuelta para afrontar la bronca de mi hermano y más tarde la de mis padres. Pero eso no ocurrió. Justo cuando subí las escaleras hacia la puerta donde estaba él, me abrazó. Pero no era un abrazo corriente, era uno de... ¿alivio?

-¿Todo bien, hermano?- pregunté confundida.

-Ahora que estás aquí si- dijo sin separarse de mí- Creía que te había pasado algo-

-¿Por qué pensabas eso?- pregunté aún más confundida- Estuve con Vixtor toda la noche jugando a juegos de mesa-

-Entra- me dijo abriendo la puerta- Tenemos que hablar-

-¿Y papá y mamá?- pregunté antes de entrar a casa.

-Se fueron de viaje cuando llegué a casa- respondió mientras entrabamos- No tienen ni idea de que no llegaste anoche a casa-

"Gracias a los dioses" pensé al sentarme en el sofá.

-¿Qué ocurre, hermano?-

-Ayer traje a Marissa a casa- respondió con vergüenza- Y... bueno...-

-Te la tiraste- dije rodando mis ojos- Dime algo que no me espere de ti-

-Vale, sí- dijo rascándose la nuca- Me la tire, pero eso no es lo que quería contarte-

Hice una señal con la mano para que comenzara a hablar.

-Después de... eso- rodé los ojos de nuevo- Marissa fue al baño y la oí hablar con una tal Mandy-

-Mindy- corregí- ¿Y a mi que me importa eso?-

-Mencionaron tu nombre unas cuantas veces así que me acerqué a la puerta para poder escuchar mejor- relató preocupado aunque yo seguía indiferente a lo que me contaba- Marissa piensa que un tal Carlo Smith es tu alma gemela y se supone que este pavo está forrado. Ella quiere ser su alma gemela para poder crear una de las familias más ricas en todo el Estado-

-Sigo sin saber en qué me importa toda esta historia- dije sin importancia.

-Kat- dijo más preocupado que antes- Quiere quitarte de en medio- me asusté- Lo que ocurrió en la mansión de los Thyson fue solo el principio. Katherine, esto va enserio-

-Entiendo- dije pensativa y cabizbaja- Tendré cuidado con ella-

-Yo le diré que no podremos seguir viéndonos en cuanto...- le interrumpí.

-No- me miró confuso- Es más, acércate a ella todo lo que puedas, necesito que me informes de todo lo que tiene planeado; además, seguro que ella sabía que acercándose a ti también podría acercarse a mí-

-Tiene sentido- dijo recordando creo- Parecía demasiado insistente en el hecho de invitarme aquel día cuando me atropelló y, a los pocos días, se me escapó lo de tu cita e insistió muchísimo más en ir con vosotros-

-Así que, ¿ni siquiera fue tu idea?- pregunté incrédula.

-La verdad es que no- respondió- No me gusta demasiado que salgas con Vixtor; es decir, me cae bien y se que no hay mejor persona ahora mismo para ti- me sonrojé un poco- Pero es universitario de segundo año y tú sigues en el instituto. Tengo miedo de que pueda hacerte daño de alguna manera-

-Tranquilo- dije sentándome más cerca suyo- Ayer ocurrió una de esas situaciones a las que seguro que te refieres y fue comprensivo conmigo, me dijo que no haría nada que no quisiera hacer-

-Supongo que puedo confiar en ti- dijo rodando los ojos irónicamente- Y también en él. Al fin y al cabo es mi mejor amigo-

-Gracias, Dan- dije abrazándolo- Significa mucho para mi que apoyes esto-

-No hay de qué, brujilla-

Pasamos el resto de la mañana y toda la tarde juntos, haciendo las cosas que más nos gustan. Él se fue antes de las 10 de la noche ya que al día siguiente ambos teníamos clase y yo me quedé sola en casa ya que mis padres no volverían hasta la semana que viene.

Seguramente sería una semana interesante.

Lost HalfsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora