II

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-¿Os habéis fijado en lo hipnotizadores que eran sus ojos?- preguntó Alexei de repente.

Elle y yo levantamos las cabezas de los álbumes familiares casi al instante para mirarle. Segundos después los tres comenzamos a reír sin un motivo concreto. Después de haber conocido a Carlo Smith, habíamos vuelto a mi casa para hacer un poco de detectives. Llevábamos casi 2 horas mirando diferentes álbumes intentando averiguar cuando empezaron a salir mis abuelos, pero no habíamos encontrado nada en los 10 que habíamos registrado minuciosamente hasta el momento.

-Chicos- dije cerrando uno de los álbumes de cuando mi bisabuela tenía 17 años- Creo que deberíais pensar en iros a casa. Mañana hay clase y no quiero ser la culpable de que os quedéis dormidos-

Ambos asintieron y recogieron sus cosas para volver a sus respectivas casas. Tras despedirme de ellos en la puerta subí a mi cuarto para recoger todo antes de que mis padres llegaran y comenzarán a hacer preguntas. Cuando acabé de recogerlo todo, llegaron mis padres. Me llamaron para la cena, bajé y comimos en un silencio sepulcral hasta que el tono de Shawn Mendes de mi móvil comenzó a sonar desde la planta de arriba. Terminé mi plato y subí para ver quien me había llamado a estas horas. Cuando ví el nombre que aparecía en la pantalla, una sonrisa se formó en mi rostro. Descolgué y me llevé el móvil a lo oreja emocionada.

-¿Dan?-

-Hola, brujilla- contestó mi hermano al otro lado- ¿Cómo te va?-

-Pues, considerando que aún vivo con papá y mamá- contesté sarcástica- Puedes imaginarlo-

-Cierto- afirmó riendo.

Daniel Morgan. Mi hermano mayor por 2 años. Este año se había marchado a la universidad y aún me cuesta acostumbrarme a estar sin él. Tras varias horas hablando con él, nos despedimos y me quedé dormida casi al instante.

A la mañana siguiente, unos golpes en la puerta me despertaron haciendo que me sobresaltara. Miré el despertador encima de mi mesilla, el cual, marcaba las 7:45. Perezosamente me levanté de la cama, me di una ducha y me vestí. Me puse unos vaqueros negros, una camiseta básica oscura, una camisa vaquera atada a la cintura y unas playeras converse negras. Me miré al espejo dando el visto bueno al look de hoy. Cogí mi mochila, y tras coger una tostada de la mesa, me puse el casco de mi padre y subí a la moto para ir a clase. Antes mi padre era uno de los "malotes" del insituto, de ahí el casco y la moto, pero cuando encontró a mi madre todo cambió. Entré al instituto directamente al aula donde tendría la primera clase. Nada ocurrió en las próximas horas, hasta que de repente la secretaria del director entró en el aula de biología donde, en ese momento, disecábamos una rana.

-¿Katherine Morgan?- preguntó a lo que yo me levanté de mi asiento- Tienes una llamada en secretaría-

Salí del aula con el permiso de la señora Green, profesora de biología en todo el instituto. Seguí a la secretaría hasta su puesto y ella me entregó el teléfono destinado a aquel edificio.

-¿Diga?- pregunté esperando que me dijeran lo peor.

-¿Es usted la señorita Katherine Morgan?- preguntó una voz femenina al otro lado de la línea.

-Sí- respondí nerviosa- Soy yo-

-Señorita Morgan- comenzó a decir haciendo que mi pulso se acelerara por segundo- Me llamo Lilith Brown, soy enfermera en el hospital de Chicago-

Mi pulso se aceleró notablemente y entonces fue cuando recibí la noticia.

-Su hermano, Daniel Morgan, acaba de ser ingresado de gravedad en nuestra UCI-

El telefono se me cayó de la mano. Las piernas comenzaron a temblar tanto que no creí que pudieran sostenerme por más tiempo.

-Señorita Morgan- preguntó la enfermera desde el suelo- ¿Sigue ahí?-

Mi respiración era agitada y, en mi lugar, la secretaría, que no se había movido de mi lado, lo cogió y respondió por mi.

-La señorita Morgan a recibido el mensaje- dijo acercándose el teléfono a la oreja- Avisaremos a sus padres e irán de inmediato para allá-

Tras unos segundos sin oír nada más que los sonidos de afirmación de la secretaria, ella se despidió y colgó el teléfono.

-Tu hermano ha sido muy específico en que solo vayas tú a verle a Chicago- dijo tras colgar.

-De acuerdo- dije aún asimilando la situación- Muchas gracias-

Salí del instituto, cogí la moto y volví a mi casa. metí en una mochila las cosas imprescindibles para ir a Chicago y salí de casa dejando una nota en la mesa. Debido a que Dan no quería que mis padres supieran que había pasado la nota decía que me quedaría a dormir a casa de Michelle. Más tarde la llamaría para contarles lo sucedido a ella y a Alexei.

Tras una hora por la autopista llegué al hospital. Me dijeron cual era la habitación de mi hermano y entré sin pensarlo dos veces o sin siquiera llamar a la puerta. La escena que me encontré dentro de aquella habitación fue devastadora.

-Dan...- susurré para mí acercándome despacio hasta el borde de la cama.

Mi hermano estaba dormido con una vía que le inyectaba un líquido transparente gota a gota. Una máquina al lado de la cama marcaba el latido de su corazón que ahora era pausado y rítmico. Cogí una silla que había al otro lado de la sala y la llevé hasta su lado para poder estar a su lado todo el tiempo posible. Me estaba matando por dentro verle así. Se suponía que él era el fuerte de los dos. Pero verle en ese estado me demostraba que todos podemos ser vencidos. Justo en ese momento me acordé de que debía llamar a Michelle para que mis padres no se preocuparan por mi.

-¿Kat?- dijo Michelle después de varios tonos- ¿Dónde estás? Te vimos irte con la señora Willburg, pero después no volviste-

-Tranquila Elle- dije en voz baja para no despertar a Dan- Estoy en el hospital de Chicago-

-¡¿Qué!?- gritó al otro lado de la línea dejándome sorda momentáneamente.

-Me llamaron al instituto diciendo que acababan de ingresar de gravedad a mi hermano aquí- dije intentando calmarla- Así que cogí un par de cosas de casa y me vine con la moto-

-¿Cómo está?- preguntó tras unos segundos de silencio.

-Inconsciente- respondí mirándole- Creo-

-Lo siento, Kat-

-Tranquila- dije acordandome del por qué la había llamado- Por cierto, necesito que mientas sobre que estoy en tu casa a dormir, al menos hasta que se me ocurra una coartada mejor-

-No hay problema- dijo con voz comprensiva.

En ese momento el cuerpo de Dan comenzó a moverse en la cama dando señales de que se estaba despertando.

-Te tengo que dejar, Elle- dije incorporandome- Te llamo más tarde-

-Vale. Adios-

Colgué el móvil lo más rápido posible para darle toda mi atención a Daniel. Tras unos segundos de ruidos y movimientos, los ojos color miel de mi hermano comenzaron a abrirse, y lo primero que vieron, fue a mi.

-Kat...-










Hola, mi nombre es Carla y esta es una historia que me vino inspirada de una canción. Espero que os guste, votad y recomendad mi historia. Pronto subiré otro capítulo.

Lost HalfsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora