Naruto: V.E.N.O.M

8. Familia Fisk

Como un importante empresario inmobiliario, Wilson Fisk era propietario de un enorme porcentaje de las construcciones creadas en Nueva York gracias a la firma de contratos con el alcalde de la ciudad: Norman Osborn. Esto, por supuesto, llevó a que la denominada familia Fisk fuera colocada dentro de los más altos estándares de la sociedad neoyorquina, dando al hombre un enorme estatus comparable con el que poseían figuras como Norman Osborn, Anthony Stark o Franklin Storm, importantes figuras de la ciudad y del mismo país. Debido a esto, Wilson Fisk siempre vio como un imperativo reforzar los lazos con la alta sociedad de Nueva York para poder expandir sus terrenos y obtener aquello que él realmente deseaba en cualquier momento. Como Kingpin poseía control completo sobre los bajos fondos de la ciudad y como Wilson Fisk era completamente respetado por la sociedad de Nueva York y la mayoría de sus habitantes, siendo esto último reforzado con la aparición de un Kingpin en la figura de su mano derecha: su propio hijo adoptivo, Naruto Uzumaki. Por supuesto, esto solo fue una estratagema del propio Fisk guiada de la mano por su propio hijo, quien aceptó aquello para dar placer a su padre adoptivo y poder hacer algo con su tiempo tras terminar la secundaria.

Como una de las figuras más importantes de la ciudad, las apariciones públicas eran algo que Wilson Fisk debía aceptar para ser conocido por compañeros, posibles inversionistas y rivales por partes iguales. Aparecer y mostrar sus dotes en las reuniones de la alta sociedad de Nueva York era algo que como Wilson Fisk debía hacer para poder seguir siendo aquella figura admirada mientras, por debajo de la mesa, mantenía un control usando su máscara del Kingpin, llegando incluso a atacarse así mismo en este tipo de reuniones sociales para deshacerse de las sospechas que el departamento de policía comenzó a tener sobre su figura. Atacarse así mismo con sus propios hombres, era algo que alejaba completamente la atención de él y lo hacía mantenerse más tiempo como uno de los criminales más poderosos de la ciudad.

Por supuesto, Wilson Fisk no era un hombre idiota. Este tipo de acciones eran limitadas y no mantendrían los focos alejados de él por mucho tiempo, por lo que debía encontrar una solución que terminó personificando en su hijo adoptivo, a quien otorgó su título como Rey del Crimen y lo colocó en su propia posición mientras él mismo solo era Wilson Fisk. Esto aseguró su posición en ambos frentes y quitó de sus hombros el peso de una posible traición por cualquier otra persona que hubiera ocupado el puesto. Su hijo no era una figura que podría ser removida y entraba entre aquellas personas en las que él, como Kingpin, confiaba para lidera su imperio del crimen y ocultar todos sus movimientos de los ojos del público. Así, Wilson Fisk y Kingpin no serían la misma persona y nadie podría acusarlo absolutamente en ninguno de los crímenes llevados por su hijo. Por supuesto, que Naruto fuera Kingpin era una molestia para su estatus, pero siempre podría escapar de las masas y seguir adelante incluso cuando su hijo cayera en las manos de sus enemigos. Él sería quien sobreviviría incluso a su propio hijo adoptivo.

Y esos eran sus planes como Kingpin. Usar un títere para que el no estuviera bajo el escrutinio público, era un plan que debería haber usado antes. Pero con la muerte de su hijo biológico, las diversas traiciones y la falta de edad de su hijo adoptivo, un plan como este no podría haberlo llevado acabo hasta justamente este momento. Con veinte años, su hijo adoptivo era el Rey del Crimen en toda Nueva York, con conexiones con la yakuza, la tríada y grupos criminales por todo el mundo. Unas conexiones que él como Wilson Fisk llevó hasta un nuevo punto dentro de las relaciones que solía haber tenido anteriormente. Ser un enorme inmobiliario causó efectos en su imperio criminal que aprovechó enormemente, creando en diferentes partes de la ciudad puntos importantes para este tipo de grupos que, sin él como el rey, destruirían la ciudad en una guerra de mafias que crearía más muertes y destrucción que él como Kingpin.

Traspasó todo esto a Naruto cuando le pasó su posición de Kingpin. Si bien ahora era a tiempo completo Wilson Fisk, prefería mantener los contactos que podrían ayudarlo en un futuro no demasiado lejano. Salir de la cárcel u obtener nuevas armas militares en pruebas, eran cosas que sus viejos y nuevos amigos podían hacer por él y como Kingpin recompensaría a todos ellos, ya fuera con dinero o inmuebles que podrían llegar a valer millones, algo que como Wilson Fisk podía hacer sin demasiada dificultad, ocultando de paso todo lo que sus amigos podían hacer con esos inmuebles que él les vendería.