Consejos para un rubio enamorado

Capítulo 1: ¡¿Consejos?!

El nuevo equipo siete se encontraba en una misión sencilla, debían llevar a cuatro caballos, dos de estos hembras, a el establo.

Cada uno decidió tener un caballo para así concentrarse en ese, no eran difíciles de llevar pero querían hacerlo bien...bueno Sarada quería.

—¡Yo llevo a dos 'ttaebasa! –. Anuncio con emoción el rubio ojiazul, tomando de la cuerda a las dos yeguas y llevándolas junto a su equipo.

—¡Boruto! Es uno cada uno, de a dos se te puede escapar alguna, idiota –. Regaño enojada la ahora jefa de equipo.

—Na, las tengo bien agarradas –. Y con esa respuesta tuvieron que ir a el establo.

No fue un camino muy largo hasta allí, aunque fue un poco tedioso oír los gritos de Boruto mientras contaba su historia de como cuando era pequeño había montado a un caballo.

—Seguro que el caballo te tiro y por eso quedaste así –. Susurro hastiada Sarada.

—¿Eh? –. Preguntó Boruto sin comprender, obteniendo como respuesta que no era nada.

Pero justo en el peor momento paso un muchacho de cabellos bicolores y hermosos ojos grises, con una sonrisa que ilumina el sol de Boruto a pesar de verla escasamente, Kawaki.

Y Boruto, siendo el enamorado que es, no pudo evitar soltar a las yeguas para saludar a su amor, quien le dio una muy leve sonrisa y correspondió el saludo.

—Es un gustó verte Boruto pero tus caballos se escapan –. Mencionó suave el muchacho mientras señalaba a las yeguas que se iban con sus compañeros detrás tratando de tomarlas. —¡Ay! Lo siento debo irme, nos vemos luego –. Y con eso dicho el rubio dejo a el bonito muchacho parado allí mientras él iba al rescate de sus compañeros.

—Si...nos vemos luego Boruto –. Murmuró suave Kawaki, tomando la canasta con frutas y siguiendo su camino.

[...]

—Y por eso estamos aquí –. Finalizó su historia Sarada.

—Tu hijo no está prestando atención en las misiones por este enamoramiento, deben hacer algo –. Ordenó Sakura, le daba miedo que algo pudiera suceder con Sarada o alguno de los chicos.

—Las distracciones de Boruto son muy problemáticas, también las tiene con sus amigos y en clases –. Dijo aburrido Shikamaru.

—¿Pero que desean que hagamos? No podemos obligar a nuestro hijo a declararsele al muchacho –. Aclaro Hinata.

—No pedimos eso Hinata, solo queremos que ayuden a Boruto a que se declare porque si esto sigue así y se distrae en otra situación...–. Decía la pelirosa, siendo interrumpida por el rubio de la sala.

—Se que Boruto se distrae, pero también sé que jamás lo haría en una misión o una situación con dificultad, las veces que se ha distraído han sido puramente porque eran misiones fáciles de cumplir pero si fuera el peor de los casos y se encontrarán luchando contra alguien poderoso sé que no lo haría –. Defendió a su hijo el Hokage.

—Aún así, por simple precaución, hagan algo –. Pidio la Yamanaka.

—Tal vez darle consejos, no lo sé –. Opinó Choji.

—¡Lo sé! Podría pedirle a los aldeanos que dijeran pequeños consejos para Boruto, así podrá enamorar a ese chico ¿Que tal? –. Preguntó Naruto.

—¿Y que vas a hacer, llamar a toda la aldea sin que se de cuenta? –. Preguntó con obviedad Sasuke.

—Bueno..no –. Murmuró el rubio avergonzado.

—Podrías solo hablar con las personas de los lugares que más visita, nosotros ayudaremos, tal vez alguien extraño que no puede culpar o saber sobre quién se ha enamorado sea mejor para su hijo –. Dio su idea Sai.

—¡Si! Haré eso, mi hijo conquistará a ese muchacho y no vendrán molestos más –. Gritó alegre Naruto.

—Esta bien, agradecemos que nos hayan escuchado –. Finalizaron con una reverencia y se fueron uno a uno.

Al estar completamente solos Hinata y Naruto se miraron en el silencio, el cual el rubio aprovecho para hacer su tan esperada pregunta.

—¿De quien está enamorado Boruto?