Capítulo 2: Hablarle

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Para la mañana del día siguiente Naruto ya había hablado con todos los posibles amigos y personas con las que Boruto se podría cruzar en la calle o en algún lugar de comida para informar de la situación, solo faltaba un lugar

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Para la mañana del día siguiente Naruto ya había hablado con todos los posibles amigos y personas con las que Boruto se podría cruzar en la calle o en algún lugar de comida para informar de la situación, solo faltaba un lugar.

"Pastelería kookie, postres, dulces y más" era lo que se leía en el cartel sobre la tienda de postres, la favorita de Boruto, que sabe Naruto porque.

Al abrir la puerta una suave campana sonó, alertando su ingreso a el dueño de la tienda, quien no tardó en ir a la entrada con rapidez.

—Oh –. Murmuró Naruto sorprendido, viendo que quien atendía era nada más que un muchacho de cabello bicolor —. Como sea, ¡Hola! Soy Naru-

—Naruto Uzumaki, el séptimo Hokage, lo sé, es un gusto tenerlo en mi tienda señor, ¿Que puedo ofrecerle? –. Preguntó con amabilidad el menor.

—Ah, jeje, claro...en realidad sólo quería pedirte algo, mira, mi hijo, Boruto, ¿Lo conoces? –. Preguntó estúpidamente Naruto, como no iba a conocer a el hijo del Hokage.

—Por supuesto que conozco a Boruto señor –. Contesto con suavidad el ojigris, recordando con risa como a el rubio se le escapaban los caballos.

—Pues el está enamorado de alguien –. Dijo sin saber que en realidad este era el enamorado de su hijo —. Y quería pedirte que si lo ves le puedas dar algún consejo o algo para enamorarle, ¡Pero no le digas que fui yo quien te lo pidio por favor!

—Por su puesto séptimo, pensaré en algún consejo para darle, pero si me permite preguntar, ¿De quien está enamorado su hijo? –. Preguntó con curiosidad, haciendo que el rubio se sorprendiera ya que en realidad nadie le había preguntado.

—Ay, este...en realidad no me acuerdo del nombre –. Respondió con vergüenza mientras rascaba su cabeza.

—Oh, está bien, pues haré lo que pueda señor Hokage –. Con una sonrisa estuvo a punto de girarse, pero oyó la voz del rubio mayor.

—Espera...de hecho creo que quiero comprar algo –. Dijo mirando los pasteles y demás.

— ¡No puedo creer que mi padre hiciera eso! –

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— ¡No puedo creer que mi padre hiciera eso! –. Se quejaba Boruto, oyendo los consejos de amor que los pueblerinos le daban.

"Dale bombones" y "Dile cosas bonitas" eran los que más se repetían, y Boruto apreciaría los consejos si sirvieran de algo, bueno...en realidad el inservible era el, es decir, todo el mundo puede hablarle a su crush menos el.

—Boruto piénsalo, esto puede ayudarte, si la gente te da consejos entonces podrás enamorarlo más fácil ¿No? –. Sarada era irritante, o bueno eso estaba pensando Boruto mientras la queria asesinar.

—¡¿Cómo va a ser esto bueno?! Toda la aldea sabe que me gusta, ¡Incluso podría saberlo él con lo tonto que es el viejo! –. Gritó Boruto irritado.

—Sarada tiene razón Boruto, si los aldeanos te dan consejos, tu puedes usar los que mejor te parezcan y aplicarlos, al final ellos ya tienen esposas o esposos –. Razonó Mitsuki.

—Aunque bueno, antes de poder usar algún consejo deberías seguir el mío y hablarle –. Se burló la pelinegra de allí.

El equipo entro a la tienda ya habitual de ellos, a la cual comenzaron a ir por nada más ni nada menos que Boruto, quien sólo los arrastraba ahí porque estaba el muchacho que le gustaba, los otros se dejaban arrastrar porque habían buenos postres.

Esta vez, el rubio estaba decidido a hablarle a Kawaki, seguiría el consejo de Sarada.

—Hola chicos –. Saludo risueño Kawaki, haciendo sonrojar a Boruto.

—¡Azúcar! –. Gritó nervioso el rubio mientras que sus compañeros de equipo solo se golpearon la frente por la situación.

Tan rápido lo arruinaba el idiota.

—Emm, si, azúcar puedo darte, ¿Quieren un pastel?, ¿sabes? En realidad, supe que estás enamorado, mi consejo para ti sería...creo que bombones, si, ¡dale bombones!–. Aconsejo Kawaki, haciendo que el rostro de él equipo siete palideciera.

—...claro –. Murmuró bajo Boruto.

—Bien, preparé bombones para ti, me refiero que para tu enamorada ¡O enamorado! No estoy diciendo que no te pueda gustar un hombre, es decir, no un hombre ya sabes ¡Bueno o sea si tú deseas a alguien mayor está bien! Sólo sería raro, ¡Pero no te tienes que dejar llevar por eso! Porque es bastante tonto, ¡Aunque si tú piensas que no entonces está bien!, ¡Bueno iré por los bombones! –. Hablo rápido y nerviosamente Kawaki.

Minutos después llegó el bonito chico con los bombones y tres cupcakes, uno de vainilla y los otros dos de chocolate con un texto comestible diciendo "Go" para los ninjas, siendo esto lo que siempre pedían.

—Aqui está, invita la casa, espero que enamores a esa persona tuya Boruto –. Animo con suavidad el medio azabache, dando una sonrisa un poco triste a vista de los ninjas.

—Si...gracias –. Dijo desanimado Boruto, tratar de hablarle no servía de nada.

¿Y a quien mierda le daría los bombones?

¿Y a quien mierda le daría los bombones?

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Consejos para un rubio enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora