Capítulo 20: |Beneficios e impactos|

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-Narra Eva:

Edison era uno de los seguidores del clan de Lucas. De hecho, Edison y Victor eran la mano derecha de él y podría decirse que es lo más cercano a dos hermanos que aquel pudo tener. No digo que no los tuviera, porque tenía un hermano y una hermana, pero no eran lo suficientemente unidos como ellos. Y sí, los tenía.

Su hermana mayor Valeria, era empresaria y en uno de sus viajes de negocios a México, murió en un trágico accidente. Muchos de sus compañeros de trabajo dijeron que andaba metida en cosas raras que el gobierno tuvo que actuar ante aquello, posibles deudas, tráfico, quien sabe. Tras hacer la autopsia de su cuerpo, se informó tiempo después que, fue un intento de suicidio en su trabajo. Pero, nunca nadie sabrá que sucedió con exactitud.

El hermano, que perfectamente recuerdo aún su nombre, se llamaba Iván Austin. Hace años no se ven ni se hablan, desde la última vez que discutieron y se les fue de las manos, lo cual nunca supe el por qué. Austin nunca quiso entrometerse ni mucho menos hacerme saber demasiado sobre su historial familiar. Solo se que su hermano era un presumido, egoísta y un total bravucón con Lucas. Lo último que me dijo aquel, era que su hermano se había ido a vivir con sus padres a Manhattan y a partir de ahí perdieron total comunicación.

Nunca tuve oportunidad de conocer a alguno de ellos, sin embargo, tampoco me interesa mucho en estas instancias, simplemente lo recuerdo por la simple cuestión de que Edison siempre estuvo junto a Lucas al igual que Victor para este tipo de situaciones. Pero ahora, volviendo a la realidad, ese no es el caso, el caso es la maldita daga y mi sobrina.

-¿Les ofresco algo de beber? -dijo abriendo algunas puertas del mueble gris viejo y gastado que se encontraba enfrente de sus ojos- ¿Un whisky tal vez...?

-No gracias, estamos algo apurados, no nos apetece beber ahora. -contesté y tras observar la habitación agregué- Has remodelado este lugar muy bien.

Chasqueó su lengua y se sirvió un vaso con aquella bebida que nos había ofrecido anteriormente.

Al rato, tras pegar un sorbo, respondió:

-Sí, algunos cambios, por aquí y por allá. Nada tan exagerado ni tan... ya sabes.

-Entiendo. -asentí- Bueno, vinimos a que nos puedas ayudar, queremos saber si estás interesado en que tus hombres puedan enfrentar y recuperar algo que es nuestro, básicamente trabajar para mí.

-Lo que sea para la reina. -expresó e hizo una reverencia hacia mí.

-Por favor, no hagas eso. -le comuniqué mientras se nos escapaba una risita burlona. Luego, vuelvo a ponerme seria con aquel- Está bien, ¿Pueden estar listos para hoy? Les comunicaré lo que tengo pensado y veré como pueden llevarlo a cabo.

-Sí, acompañenme al segundo piso, ahí se encuentran alguno de ellos entrenando.

Seguimos el recorrido hasta donde indicó, subimos algunas escaleras y tras abrir unas puertas de una de las salas, era como estar en un gimnasio enorme y no mentía, era una zona de entrenamiento.

-¡Hola muchachos! -los saludé interrumpiendo el entrenamiento. Todos los que se encontraban allí, hicieron una fila y guardaron silencio.

-Les presentó a Eva Martínez, reina y líder del clan de los Realistas. -informa Edison- Ella estará a cargo en el día de hoy de ustedes.

Les di mis indicaciones explicándoles que íbamos a hacer en la noche y de qué forma, a muchos de ellos les pareció que eran temas familiares en los que no se tenían que meter, pero lo cierto es que si salen mal las cosas, no solo el clan estaría corriendo un gran peligro también cada uno de los mismos. A propósito, les presenté a Egan, Gabriel y Lía, quienes con gusto aceptaron la invitación de unirse al entrenamiento. Lo que hacían era más un mecanismo de defensa que luchar con armas y dagas, porque de lo contrario hasta para nuestros enemigos todo sería más sencillo.

Desvanecidos (Parte III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora