Lo que necesito

Capitulo 4

Agarro la maleta, meto toda la ropa que tengo y la cierro. Todo es increíble, después de todo salio algo tan bueno. Tailandia, Tailandia. Es tan increíble. Como un sueño, podre ver el mar, establecerme en un hotel, todo. Pero alto, no hay dinero. No tengo pasaporte. Entonces... ¿Porque nos vamos? Si no tengo nada. Tal vez el ya lo tenia planeado, tal vez el tendría dinero ahorrado, tal vez. Pero ¿Para que hago esas preguntas? Me voy de viaje.

-¿Lista? Porque tal vez estarán buscando el auto.

-Bueno, pero... no tengo pasaporte. Debiste pensar en eso.

Rápidamente saca un pasaporte detrás de sus vaqueros, lo levanta y sacude en el aire.

-¿Como lo has hecho?.- Le digo arrebatando ese papelito azul. Lo abro, hay una foto mía, mis nombres, todo.- ¿Tu lo hiciste?

-Tuve que pagar mil pesos. Si queremos que no nos arresten por hacer algo falso.

-Me explicaras después.- Le digo agarrando mi maleta.

Salgo de la casa y me la quedo mirando un momento, por un momento no me quiero ir y por el otro si. Además, fueron mas recuerdos malos que buenos. Y se que no se olvida, se supera. Y eso tengo que hacer.
 
   Estoy ya en el aeropuerto. Miles de personas corren, gritan, ríen, pero sobretodo; están felices, algo que nunca veo a menudo.
  Saul a ido a comprar los boletos, y yo sentada en el ultimo asiento, me recargo en la pared y pienso; ¿Como rayos vamos a ir a parar en Tailandia? ¿Como nos vamos a mantener los dos? ¿Y mi escuela? Ahora, ¿Donde estudiare? Y mi respuesta era: Nose.

-Ya vámonos.- Me dijo Saul arrastrando la maleta.

  Caminamos por el detector de metales y directamente pasamos al pasillo del avión. Asiento 2-B ¿Donde estas? Al final, alado de la ventana, es súper porque metafóricamente no me tengo que parar para ir al baño.
   Ya han pasado 40 minutos sentada cuando aparece Saul y se escucha: Señores pasajeros vamos a empezar el viaje. Saul se sienta y nos abrochamos los cinturones.

-¿Lista?.- me pregunta

-Ya lose.- se ríe

  Las turbulencias son horribles en todo el viaje, de repente vas tranquila y turbulencia, tratas de dormir y turbulencia. Además, ¿Para que dormir? Si al final las turbulencias no te dejan ni miar en el baño donde ni siquiera cabe tu culo, deberían hacerlos mas grandes, ¿no?

-Tengo que contarte muchas cosas.- Dice. Por un momento ni me acordaba, pero ya lo dijo así que asiento.

-Desde hace como dos años me  encontre con los rucos.- Esta tenso. Se a que se refiere "los rucos" se hacen llamar por Saul para definir a "nuestros padres", aun así; no me contó nada.- Lo siento.

-¿Porque Saul? Ni siquiera me e sorprendido, ya para mi ellos no existen.- Se que mis palabras no le han gustado por la forma en que cambia su cara.

-Gracy.- Susurra.- Ellos me han ayudado en todo, incluso me dieron este dinero para verlos cuando aterrizemos.

   ¿Que, que? Eso no puede ser, osea, todavía de que nos abandonan, tienen ¿el descaro de recibirnos es su casa? No, no y no. Esta bien que nos hayan ayudado y todo y gracias a ellos tuve mas alimentación, porque si me di cuenta. Un día comimos puro pan y al otro había en la mesa de toda la comida que conocía. Aun así, después de dos años, dos años vienen y nos ayudan, después de que pasamos diez años sin comida vienen y arreglan todo con dinero, ni siquiera pudieron mandarme una carta o al menos regalarme una sonrisa de lejos.
No puedo quedarme en la casa de ellos. Ya veo como cambiamos de la noche a la mañana.

-¡Por Dios, Saul! Todavía aceptas el dinero, cuando los dos podíamos a ver salido adelante, aveces no necesitas la ayuda de otros si puedes hacerlo tu solo.

-¿Hacer que, Gracy? ¿Quedarnos sin comer todos los días? ¿Ver como viven los otros? Aveces veo a las personas que tienen dinero, es pura felicidad para ellos.

-¿Eso es? ¿El dinero? El dinero no te hace feliz, ¡Saul! Solo te hace querer mas y mas.- Nose por que a dicho eso, pero se equivoca.

-Solo quería darte lo que nunca pudiste tener.- Ya esta llorando.

-Saul, el dinero no va a cambiar lo que paso, lo que nunca tuve...- Pienso en lo que sigue y solo sale.- ¿Sabes algo? Me vale el dinero, me vale si tengo todo, el lado malo es que temo si te pierdo por esa ambición. Y no quiero.

-Gracy, lo siento.- Me abraza.- Es que no puedo superar lo que nos hicieron.

-¿Y crees que yo si? Pues no y menos lo haré si vuelvo a verlos.- me arrepiento por lo que e dicho, tal vez si quería que volvamos fue porque el los extraña, entonces se que todo a sido un accidente, en verdad solo escapamos porque la policía nos a estado buscando.

-Descuida, dormiras en un hotel.- Se que ya acabamos la conversación, ya no hay nada que decir, solo esperar a que este pisando Tailandia.
   No se a que hora me e quedado dormida pero e despertado en el piso de mi asiento. Me levanto y después me ciento. Señores pasajeros aterrizaremos en dos minutos. O través a sentir las malditas turbulencias. Ahora se me hacen muy sencillas y raras.

   Cuando salimos del aeropuerto, todo es hermoso, aquí, al parecer es otoño y todas la hojas caen, son azules, amarillas, verdes, de todos los colares. Pero algo me llama la atención. Todas las personas bailan, entre ellas mis padres.