Las duchas largas quitan todas las penas

46 7 1
                                    

- ¿Me viste?

- ¿Ah? - Me giré para ver quién me estaba hablando, encontrándome una vez más con ese inexpresivo bicolor. Aunque cuando está conmigo a solas no es tan inexpresivo, ¿verdad, bastardo?

- Ehh... sí, más o menos. – no quería admitir que sí le había visto.

- Y qué tal, ¿estuve bien? – estaba... ¿entusiasmado?

- Horrible – se le borró la pequeña sonrisa tan rápido como terminé de pronunciar mi respuesta. Sentí mi pecho oprimirse. – Pero lo hiciste bien bastardo. – y con eso volvió a sonreír, deshaciendo esa opresión que sentía.

- Incluso deshice todo el hielo, fue una operación limpia. – dijo bien orgulloso.

- ¿Qué hiciste qué? – dije un poco confundido, ¿cómo deshizo el hielo?

- Que deshice el hielo, con mi lado de fuego. – espera, ¿qué?

- ¿Tienes un lado de fuego? – todavía seguía sin entender nada.

- ¿Te acabas de enterar? – parecía más sorprendido que yo.

- Claro que no. – claro que sí. – Sólo se me había olvidado. – eso explica que sea el hijo del héroe número dos. Literalmente, su padre era el fuego personificado.

Entonces no solamente tiene el don del hielo, sino que... ¿también tiene el don del fuego? Eso es entrar al juego nivel avanzado, mientras los demás aún estamos aprendiendo a usar los controles. No es justo. Si pensaba que el bastardo estaba por delante mía, ahora se encontraba mucho más adelante.

Tendré que esforzarme mucho más para poder alcanzarle.

- ¿Vamos a las duchas? ¿O prefieres quedarte viendo a los demás? – me sacó nuevamente de mis pensamientos.

- ¿Para ver a estos inútiles? Antes muerto.

Cuando llegamos a los vestuarios sólo estaba el idiota de los brazos múltiples que al no haber hecho literalmente nada, pues el bastardo congeló el edificio entero, no iba ni a ducharse. Iida y Deku ya se habían ido, menos mal. No quería mirar al nerd ahora mismo a la cara. Me sentía avergonzado y derrotado.

- ¿Tú vas a ducharte? – le pregunté al mitad-mitad, puesto que él tampoco había hecho gran cosa.

- Creo que sí, ¿por?

- Por nada. – sin más me fui a uno de los cubículos de ducha que se encontraban al final.

Estaba abriendo la llave del grifo cuando alguien tocó la puerta de la ducha.

- ¿Qué quieres, bastardo? – sabía que era él, ¿quién más sino?

- ¿Quieres terminar lo que empezamos antes? – se me cayó la cara nada más escucharlo. ¿Es que acaso este tipo no tiene vergüenza?

Me quedé callado porque yo sí la tenía y pude ver cómo el bastardo asomaba la cabeza entreabriendo la puerta.

He de admitir que me pareció algo tierno como se vio. Pero se me fue en el mismo momento en el que reaccioné que se me había quedado mirando de arriba abajo, quedándose ahí.

- Mi cara está aquí arriba, ¿sabes? - el muy descarado ni siquiera se molestaba en disimular que no se me había quedado mirando fijamente.

- Lo sé, pero las vistas aquí abajo no están nada mal. – tras decir eso elevó la mirada otra vez con una sonrisa que no decía nada bueno, y abrió la puerta completamente entrando para cerrarla con pestillo tras de sí. ¿Por qué mierda a mí no se me había ocurrido cerrar con pestillo?

Algo en él llamó mi atención © - [ Todobaku ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora