Tus manos son mías

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Ese idiota me había dejado realmente molesto. No sabía exactamente el por qué, pero lo estaba.

Estaba caminando agitadamente y a paso acelerado por los pasillos de UA en dirección a la cafetería, cuando una voz me sacó de mis enfadados pensamientos y muy probablemente evitó que golpeara a alguien.

-¡Ey! ¡Bakugō! ¡Ey! ¡Aquí, acércate!

Mire hacia donde provenían esos insoportables gritos. Encontrándome para mi sorpresa con el pelos de mierda junto a tres alumnos más.

Ciertamente, no tenía las increíbles ganas de acercarme, pero tampoco me apetecía estar solo ahora mismo y no tenía con quien estar. Así que, acabé yendo a la mesa donde estaban sentados.

-¿Qué quieres?

-Siéntate con nosotros para comer si quieres. - decía otra vez con una enorme sonrisa en la cara.

-Agh, si tanta ilusión te hace.

Me hicieron un hueco en la mesa y me senté al lado de Kirishima y el chico pelinegro y acomodé mi almuerzo que había preparado yo mismo por la mañana.

-Bakugō y yo somos un gran equipo, ¿verdad, bro? - empezaba a medio gritar el pelirrojo.

-Sí,sí. Lo que digas. - contestaba sin ponerle relativa atención mientras empezaba a prepararme para comer.

-¡Pues claro que sí! Ya hemos decidido el tema y todo. Incluso hemos empezado a prepararlo y darle forma. Nuestro tema es muy interesante, se le ha ocurrido a Bakugō y...

-Deja algo para el viernes. - le corté.

-Tienes razón. Jajajaja

-¡Buah! ¡Qué buena pinta tiene eso Bakugō! ¿Lo has cocinado tú? - dijo la especie de alien rosa que estaba sentada enfrente mía.

-¿Quién más sino? - dije metiéndome en la boca una bolita de arroz en salsa.

-¿¡Qué!? ¿En serio? Pues me parece que vas a tener que enseñarme.

-¡Yo también sé cocinar Mina! - gritaba el estúpido del rayo en el pelo.

-Sí claro. No te mientas a tí mismo Kaminari. Con suerte y sabes encender el microondas. Jajajaja - se reía el pelinegro junto a los otros dos.

-¡Porque lo funde! JAJAJAJA - se reía a carcajadas la alien.

-¿No me creéis? Tomad probad mi comida. Vais a ver que está para chuparse los dedos. - parecía muy seguro de sí mismo, aunque el pelinegro lo miraba con cara de fiarse más bien poco.

-Mmm, no sé, no sé. ¿Me voy a morir si me como esto? - sugería el pelinegro inspeccionando la comida y revolviéndola con los palillos.

-Sero yo que tú me andaba con cuidado. Estamos hablando de Kaminari. - seguía malmetiendo Kirishima divertido.

-¡Idiota si quisiera envenenarte no te daría mi comida!

-Jajajajaja - seguían riéndose los otros.

Yo, simplemente, me limitaba a comer viendo el espectáculo que estaban montando. He de admitir que me causaba gracia el intento del rubio para mostrar sus habilidades culinarias, pero no iba a reirme.

-Bakugō, pruébalo tú que estos son idiotas. - me sorprendí cuando me llamó.

-¿Ah?¿Por qué tendría que hacerlo? - realmente no quería meterme esa basura en la boca.

-¡Porque estos que se hacen llamar mis amigos sólo se ríen de mí! - decía ya al límite de su paciencia y algo frustrado.

No sé por qué, pero terminé compadeciéndome de él.

Algo en él llamó mi atención © - [ Todobaku ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora