Enrealidad, todos perdimos.

capítulo 1

"Mentir, es mi mayor don"

-¿encontraron algo más?

-No Joey, perdón. Pero las encontraremos no te preocupes.

-Claro que lo haremos, no descansare hasta que eso pase, las quiero devuelta lo antes posible.

-Si señorita, usted es la mente maestra, de su orden.

-iremos al lugar donde las vieron por ultima vez, algo debe haber.

El oficial Jackson asintió guiándome hasta su auto, subieron otros dos policias con nosotros y fuimos directo a ese lugar, donde se suponia que estaban seguras...
El manicomio.

Si, mi madre era una sociopata, por eso me enseño tantas cosas de niña.

Durante los meses de embarazo de mi hermana estuvo hiper felíz, parecia una persona completamente nueva, pero... al nacer mi hermanita intento matarla por que si, sin razón alguna, solo quiso hacerlo y la encerramos ahi luego del diagnóstico de los psiquiatras.

Ella era realmente una mente maestra, estaba bajo la mejor vigilancia. Es imposible que haya escapado, pero si lo hizo, esto es peligroso.

Y Dulce, ella es un sol, es mi pequeña niña, su nombre describia a la bebe que sostube en brazos durante muchos años a la perfección, papá y yo la educamos y nunca tuvo contacto con mamá, asi que estabamos tranquilos pero... no duro mucho, a los cinco años comenzó a matar animalitos, enterrarlos y reirse de ello, era maniatica, al igual que Gladys, mi madre, no sabiamos como había pasado, ella nunca veia ese tipo de cosas ni nada por el estilo asi que la encerramos en casa, se volvia loca por horas, rompia todo, gritaba y golpeaba a papá cuando intentaba calmarla.
Hasta que cumplio diez años y ese día, si que senti miedo.

-¿eres feliz? -pregunto y levante mi vista del libro que leia, le sonrei y con calma le conteste.

-si pequeña, por que te tengo y a papá también ¿tu? -el silenció se hizo precense y luego de unos segundos respondió.

-No deberias dormir con ambos ojos cerrados. -mi cara de confusión se habrá notado ya que su sonrisa crecio de una manera retorcida en segundos.

-¿que dices Dulce? -la duda en mi voz era notoria, queria gritarle a papá que venga pero me sostubo antes, cubriendome la boca con una de sus manitos.

-si le dices algo a papá de esto, no pasaras de hoy hermanita, tenlo por seguro.

Y se fue, saltando de lado a lado como si hace dos segundos no me hubiera amenazado una niña con cara angelical.

Aunque me dolió, igual se lo conte a papá y decidimos encerrarla también, en un manicomio para menores, lejos de Gladys o seria peor influencia y no se recuperaria nunca.

Bueno, eso fue hace ocho años, ayer trasladaron a Dulce al manicomio de adultos, al mismo donde esta mamá y hoy ya no estan, es increible, la seguridad es la mejor y no las dejaron solas ni dos segundos, lo mas raro es que no hay guardias muertos o sangre, algo que indique que lucharon para escapar, nada.

-bienvenida agente Joey, soy Malcom Suift el director del lugar. -dijo intentando estrechar su mano con la mia a lo cual de una manera frívola conteste.

-Hola, necesito revisar el area donde mi madre dormia y la sala común si es que la soltaban ahí, necesito cada camara de seguridad que apunte a su celda, a puertas, ventanas o por donde se pueda salir, también la celda donde se quedo dulce las horas que estuvo acá, ningún detalle se nos puede escapar, son un peligro.

El oficial detras mio solo le dio una mirada para que el director se moviera con rapidez para mostrarnos la sala de seguridad.

-las encontraremos, tranquila pequeña genio. -la voz grabe y tranquila de Jackson provoco lo de siempre en mi, paz. Su miraba me transmitia fe y esperanza, era lo unico que necesitaba. -se que las extrañas, solo pon ese enorme cerebro a funcionar y antes de poder decir "supercalifragilisticoespialidoso" las tendras devuelta.

Sonrei por eso, el es mi novio hace tres años ya y es mi mayor apoyo siempre, gracias a el tengo un lugar en la policia sin ni siquiera haber estudiado nada, simplemente sali de la secundaria y me reclutaron aqui, fue grandioso.

Pero eso no importa ahora, tenemos que buscar, tenemos que deducir, tenemos que solucionar esto antes de que alguien salga lastimado y hay que hacerlo ahora.