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Jungkook sentía nervios de solo pensar en el momento que lo volvería a ver. Había pasado ya un mes desde que Jimin y él hablaron, aquella vez en el campus, y ahora, Jungkook estaba sentado en aquella mesa de cafetería con las manos cruzadas sobre la misma y en espera de él.

El lugar era pequeño pero acogedor, con un estilo tan clásico en las cafeterías, algunas pequeñas plantas, un par de exhibidores, un carrito de pastelillos, y claro, las características sillas y mesas.

El olor a café se podía respirar en el aire, dulce y café. 

Jimin entró justo cuando Jungkook daba un pesado suspiro, el aliento pareció escaparsele al verle. Jimin llevaba una playera enorme que se elevaba un poco por el creciente vientre de Jimin, su cabello negro había crecido también, lo tenía atado en una pequeña coleta que lo hacía ver tierno, y tal como en aquellas películas de romance, pareció que Jimin tenía su propia luz y enfoque, todo lo demás se distorsionó, Jungkook se removió incómodo, realmente jamás habia visto de esa forma a Jimin, como lo hacía ahora.

- Hola, por favor - le ofreció Jungkook la silla a su lado en cuanto Jimin se acercó, rápidamente se puso de pie y lo ayudó a sentarse - ¿Cómo estás? - preguntó regresando a su lugar.

- Gordo y con nauseas - Bromeó Jimin - ¿Y tú? - preguntó por cortesía.

- Estoy bien, he estado esperando mucho hablar contigo, realmente lo siento - se disculpó Jungkook - Lamento haber dicho tantas cosas, quiero decir... - el chico se puso nervioso para seguir hablando, pero afortunadamente, una mesera se acercó a ellos.

- Puedo tomar su orden - preguntó escribiendo en su libreta nueva.

- Una malteada de fresa, una rebanada de pastelillo de queso, un cupcake relleno de chocolate - dijo rápidamente Jimin, quien al ver la mirada un poco sorprendida de ambos, se sonrojó - Por favor. -

La empleada sonrió disimuladamente, este chico lucia tan dulce y le recordó a ella en su embarazo.

- Un café está bien, gracias - se apresuró Jungkook y entonces la chica se fue a preparar la comida.

Una vez que estuvieron solos, Jimin fue el que habló. - ¿Decías? -

- Que lo siento por ser un idiota, y que entenderé si ya no quieres hablarme más. - se sinceró Jungkook - Realmente tenía varias ideas malas de mi, osea no malas, simplemente, saqué todas mis frustraciones, lo lamento. -

- Está bien, Jungkook, yo no esperaba que de un día a otro nos lleváramos bien, ni que tampoco aceptaramos la idea, pero yo si quiero hacerlo. - respondió Jimin

- ¡Yo también! - medio gritó Jungkook - También quiero ser parte de él, ¿te has sentido bien? - preguntó.

- Si, bueno, he tenido las típicas nauseas matutinas, pero fuera de ello, él o ella va creciendo como debe de ser, únicamente, estoy comiendo demasiado. - admitió Jimin.

- Eso es bueno, me alegro por eso - dijo Jungkook.

Su plática fue interrumpida, la mesera apareció con su orden y Jimin se concentró en comer.  Jungkook lo observó. Radiante. Jimin se veía radiante.

¿Cómo lo había ignorado tantos años?

⎾𝐸𝑚𝑏𝑎𝑟𝑎𝑧𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑒𝑛𝑒𝑚𝑖𝑔𝑜⏌kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora