𝟐𝟎

1K 166 84
                                    

Las palabras seguían retumbando en su mente, la "amenaza" de la abuela no lo dejaba dormir por las noches, no sabía que hacer. Quería mucho a Craig, era un buen amigo y un excelente novio, no quería separarse de él, pero tampoco quería que pasara lo de la historia de su abuela porque obviamente el peli negro no era gay y de ninguna manera Tweek tampoco podía serlo.

Ambos chicos continuaron caminando por el lugar, mientras sus estómagos comenzaron a rugir.

–Tengo hambre, ¿quieres que compre algo de comer? –preguntó Craig, mientras apuntaba al puesto de perritos calientes una estación más adelante de las nutrias.

–Pero yo dije que pagaría todo el día de hoy –dijo el rubio molesto, mientras revisaba sus bolsillos para tomar unos cuantos centavos–. ¡Oh Dios! ¡Ya no tengo ni un centavo! Maldición, ni si quiera esto puedo hacer.

Craig conocía al chico, se exaltaba demasiado si lo planeado no sucedía como lo esperaba, así que pensó una forma de poder ayudarlo, sin darle el dinero él directamente.

–¿Qué tal si hacemos algo gay para que nos den dinero?

–Pero ya todos se aburrieron de vernos tomados de las manos.

–¿Y si nos besamos?

El rostro de Tweek se convirtió en un tomate, no podía creer lo que estaba diciendo ese chico. Durante todo su noviazgo nunca intentaron algo como eso.

–No Craig, no puedo besarte.

El pelinegro se sintió un poco mal por sus palabras, pero al menos ya podría pagar por su comida, sentía que se moría.

–Esta bien, ¿con qué quieres tus hot dogs? –caminó hacía el puesto.

–No es que no quiera besarte –le tomó la mano–. Solo que nunca he besado a nadie.

Era cierto, ambos han sido novios desde que eran niños y Tweek nunca había tenido novia antes de estar con Craig, al pobre chico se lo debían de estar comiendo los nervios.

–Es fácil, imagina que estás actuando, solo te acercas y juntas tus labios con los míos.

–Oh Dios, es mucha presión, ¿qué pasa si lo hago mal? No quiero que mi primer beso sea horrible.

–No tienes que hacerlo cariño, solo vamos a comer –dijo antes de emprender el paso al puesto de comida.

Tweek se plantó frente de Craig, este se sorprendió por un momento, pero mantuvo su expresión seca, tenía hambre y sabía que Tweek no lo haría, él ya no perdería aún más su dignidad junto con su persona. Temblaba, pero miró a Craig a los ojos y toda esa presión se desvaneció. Respiró lo más hondo que pudo y respiro valor en cada esencia del viento.

El rubio sonrió y se abalanzó a los labios de Craig delicadamente. Su novio se sorprendió por la acción del rubio, no esperaba que lo hiciera realmente, simplemente se quedó en shock. El beso no había sido diferente al de las películas románticas, pero lo sintió como el beso de un ángel, tampoco había sido como su primer beso, este había sido cálido y con sentimiento, quería más.

–¿Lo hice bien? –un leve tono rojizo brotaba de las mejillas de Tweek.

–Yo... –Craig se sonrojó por completo.

–¡Miren por allá! Tweek y Craig se han besado, vamos todos a darles dinero –se escuchó una voz a unos metros de su lugar.

–Yo...

–Funcionó Craig, vamos a poder comer, ven dame la mano –Tweek tomó la mano de Craig, sonrió, pero a los 5 segundos cayó en la realidad–. ¡Oh no! ¡Todos van a darnos dinero! ¡Esto es mucha presión!

Craig no podía reaccionar, se encontraba completamente en shock, feliz, pero en shock. Afortunadamente y para la sorpresa de ambos chicos todo estuvo genial. Regresaron con dos mil dólares en su bolsillo, el estómago lleno y unos nuevos sentimientos por parte de Craig, aún se encontraba pensando ¿qué había sido todo eso?

Una estación más (Creek) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora