Una estación más (Creek)

𝟏𝟎

–Maldición.

Tweek se encontraba cubierto con una sabana sobre su cama. No podía creer todo lo que había cambiado su vida en una semana. Tomó su celular y abrió su galería. No le gustaba ser melancólico, mucho menos llorar por alguien, pero no podía evitar sentirse triste.

Por cada foto que pasaba de Craig sentía algo extraño, no sentía que fuese amor, sino algo más como tristeza, cariño y enojo, una combinación de emociones que lo hacían sentir peor que las ocultas metanfetaminas en su café de todos los días.

Entre todas las fotos que tenía, hubo una en especial que captó su atención. En ella se encontraban Craig, Stripe y él con la laptop de Craig de fondo, la cual recordaba que reproducía una canción.

La foto no era la mejor, estaba borrosa y ambos chicos no salían ni siquiera completos en la foto, pero lo que me gustaba a Tweek es que esa fotografía era genuina. Esa foto representaba sus días junto a Craig, pasando tiempo juntos, jugando y bailando cuando están de muy buen humor, Tweek no podía negar que la vida al lado de ese niño lo había cambiado por completo y lo que pasara el día de mañana podría cambiar el curso de su amistad.

–Ay Stripe, ¿por qué tiene que pasar esto? –preguntó a su mascota que se encontraba jugueteando entre la sábana de Tweek–. Apuesto a que tu también lo extrañas, ¿no? –tomó a Stripe delicadamente y lo colocó en el espacio que Craig y él le habían preparado–. ¿Tu sí te quedaras una estación más a mi lado?

Su relación lo era todo para el pueblo, o al menos eso pensaba. Lo que estaba seguro, es que mañana vería a Craig en esa tonta terapia de pareja, no sabía ni que le diría, pero sí sabía que pasaría algo único.