En el año 2035, cuando la pandemia del coronavirus al fin había sido erradicada de la faz de la tierra, los humanos volvían a retomar sus vidas, la tranquilidad ya no era un sueño, sino una realidad. Y los sobrevivientes que quedaron se pusieron de pie y comenzaron a luchar otra vez por sacar sus países adelante. La economía de todos los países estaba por los suelos, la tierra con la sequía tan desbastadora del año 2022 había dejado de producir, para convertirse en paisajes áridos y desiertos, el agua bien necesaria para la humanidad, se había casi acabado de un momento a otro, todo era desolador, las hambrunas habían hecho lo suyo, y los pocos sobrevivientes ahora se ponían de pie para reconstruir y comenzar de cero.
-si me dices que somos libres no te voy a creer, ve y dale ese discurso a los crédulos e ignorantes que se siguen juntando en las universidades a pesar de que éstas ya no funcionan hace años.
-No es que quiera ser parte de esos renegados que siguen la lucha por sus ideales, tan solo sigo con ellos para poder conseguir víveres, sabes bien que son ellos los que mueven a este país, quieras o no, estamos atados de manos y tenemos que regirnos por grupos que se han ido radicalizando cada vez más.
Pensar que todo esto se desmoronó cuando los países se dejaron gobernar por el comunismo, malas inversiones, malas gestiones, vendieron lo que no tenían, y los empleos se fueron perdiendo poco a poco, los grandes inversionistas fueron pisoteados por las turbas, destruyendo sus castillos de riqueza con quemas, al final terminamos todos en la miseria, comiendo rastrojos, bebiendo gotas de agua.
Y así se fueron perdiendo vidas, las personas encerradas en sus casas sin tener que comer comenzaron a perecer lentamente. Tanto así que muchas ciudades ahora parecen pueblos fantasmas, vacíos, ni siquiera los animales silvestres se atreven a aparecer frente a las personas, ya que lo pocos que quedan han sido cazados y devorados por los humanos, al final, se destruyó todo el ecosistema, perecía todo lo que habíamos tenido una vez. Y los que antes eran poderosos, fueron devastados por la turba, castigados por tener.
El odio y la irracionalidad se apoderó de los hombres y mujeres, los niños terminaron por imitar lo que hacían sus padres y se unieron a la masacre.
Otra noche más de silencios, de pensamientos absurdos que a veces parecieran no tener final, demonizamos al mundo que nos rodea, pero a la vez no dejamos de creer que en cualquier momento un milagro pueda aparecer y que nos libere de esta opresión en que hemos caído. Tanta lucha por la igualdad, por el derecho de las personas para terminar siendo víctimas del clima, de la rabia, de la desobediencia del sistema. Quebrantando las leyes no se obtiene nada, irrespetando el sistema solo hace que todo colapse, eso es lo que aprendimos en esta vida. Antes se reclamaba por todo, hasta por lo que era justo. Pero ahora nada de eso importa, el que consigue comida solo se alimenta él, los que tienen agua, solo piensan en beber con sus conocidos, la solidaridad se perdió. Si uno se enferma termina por morirse en un lugar aislado, no hay compasión para nadie, ni siquiera para los seres queridos, ser una carga es sinónimo de muerte.