♕︎Capítulo .2. "Yo también quiero conocerte"♕︎

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Axel

Mackenzie está parada frente a mí, su respiración es errática, por un momento creo que ha quedado en shock, hasta que por fin es capaz de hablar

- ¿De qué estás hablando?

La observo durante un segundo con el ceño levemente fruncido, mi expresión pasa a ser de comprensión, ¡Claro! Ella no lo recuerda.

Me empuja apartándome de ella, no me había dado cuenta de que seguía con mi mano en su cintura y nuestras respiraciones rozándose.

-Te hice una pregunta—demanda ella mirándome fijamente

No sé que me pasa, cada que la veo, mis ojos buscan los suyos y nuestras miradas se conectan de tal forma que creo que podríamos mirarnos por horas. Al fin reacciono y le respondo.

-creo que quien debería hacer preguntas soy yo—digo cruzando mis brazos y asumiendo una pose retadora, la cual ella asume también mientras frunce el ceño

- ¿Disculpa? Me acabas de llamar "brujita" y decirme que "sabías que era yo" —dice notablemente molesta y confundida

-Tú eres la que acaba de hacer..esa cosa con las manos, además..tus ojos cambiaron, ¡se volvieron púrpura brillante! —le digo intentando sonar convencido de mis palabras

-Y-yo n-no sé q-que—comienza a tartamudear notablemente confundida.

La entiendo, acaba de hacer magia sin saber que la tenía, no puedo creer que no lo recuerde.

-Mack?— dice una voz y Kenzie y yo la miramos al instante

-¿Qué haces? — pregunta la chica, Ashley si no me equivoco, sin verme, cuando lo hace, se

corrige—Oh dios!, De verdad lo siento! ¿Interrumpí algo? Claro que interrumpí algo! No debí, sigan en...

-No—yo la interrumpo ganandome la atención de ambas— Kenzie y yo estábamos apreciando la vista, ya debería volver a la fiesta, si me disculpan.

- Qué? Ax! No... —oigo gritar a Kenzie pero salgo del balcón tan rápido como puedo, corro escaleras abajo y me apresuro a salir de la casa de Cisco hasta llegar a mi coche.

Conduzco hasta llegar a casa, son las 2:00am, ya todos en casa duermen y yo me encamino a mi habitación.

Una vez me cambio de ropa, me acuesto en la cama. Me incorporo al instante que recuerdo lo que tengo bajo ésta. Saco un baúl, el cual contiene recuerdos y fotos antiguas. Busco entre las imágenes la que me interesa y cuando la encuentro la sostengo sobre mi pecho y me tiro en la cama admirandola.

Es una imagen de dos niños. El niño es un Axel de 5 años, y la niña, de apenas 3 años—suspiro— es hermosa, unos ojos café brillantes que no puedes dejar de ver, piel blanca pálida con pequeñas pecas que parecen chispas de chocolate en la blancura de su rostro, labios llenos y rosas, con un vestido blanco floreado y una gran sonrisa que ilumina todo a su paso.

Secretos, Mentiras...Y Magia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora