La primavera oficialmente había comenzado dando fruto al cálido aroma de aquella.
Anker había comenzado su nueva escuela, desde hace ya dos semanas, y la misma se situaba en un pueblito cerca de allí. Pronto el que comenzaría a ir también sería el pequeño omega, y Louis de tan sólo recordarlo le daban ganas de llorar al ver como sus cachorros crecían tan rápido.
Todos se encontraban desayunando en el comedor, incluida la bebé que estaba prendida del pecho de su madre que la sostenía con un brazo y, con el otro bebía cuidadosamente su taza de té de manzanilla.
"¿Estás emocionado, An?" Harry le preguntó a su cachorro mientras bebía de su café.
Hoy el cachorro mayor tenía una obra de teatro en su escuela, el cual, se trataba de distintos animales de la granja. El pequeño tenía que ir disfrazado de conejito y hacer una pieza de baile junto a sus compañeritos.
"¡Sí, mucho papi!" contestó alegre el alfita luego de darle un mordisco a su tostada con un poco de mermelada manchando un poco de sus mejillas con esta.
Una vez que todos terminaron de desayunar, Harry bañó a los niños y Louis se quedó con Emireth mientras ordenaba y limpiaba la mesa.
Cuando terminaron, el omega le dijo a Harry que vistiera a Luka y Emireth mientras él se encargaba de disfrazar a su otro niño.
El alfa dejó sobre su cama a Luka pidiéndole que se quedara ahí, que él iría en busca de la omega. Luka, como el buen niño que era, espero sentado mientras su padre traía a su hermanita y cuando Harry entró a la habitación lo encontró balanceando sus piecitos mientras seguía envuelto en su toalla con orejitas de osito.
El rizado realmente agradecía que sus pequeños sean tranquilos y que esta vez el pequeño omega no escapara corriendo desnudo por toda la casa, ya le había pasado una vez y digamos que su omega muy contento no estaba.
Louis ya había terminado de vestir a su cachorro, así que, ahora le estaba colocando un poco de maquillaje rosa en su naricita y mejillas. Le dibujó los bigotitos blancos, acomodó su cabello y luego le puso las orejitas de dicho animal en su cabeza.
"¿Cómo me veo, mami?" giró sobre sus pies con sus brazos extendidos con una brillante sonrisa.
"Te ves muy bonito bebé" se agachó y le dio pequeños besitos en las mejillas, a lo que él emitió pequeñas risas.
"Bueno, ahora vamos con papá y ver sí no se volvió loco" Louis habló de manera divertida.
Cuando entraron a la habitación, el alfa se encontraba colocándole unos zapatitos a su cachorra mientras Luka estaba sentado en el borde de la cama, ya vestido, viendo caricaturas.
"¡Papi, mira! Mami dice que me veo bonito" el alfa menor se acercó entusiasmado hasta su padre que, una vez que terminó de arreglar a la bebé, la tenía en brazos.
"¡Wow, An! ¡Estás precioso! Seguro serás el mejor" le guiño un ojo divertido con una sonrisa y ambos alfas rieron, y Louis rodó los ojos ante las ocurrencias de su alfa.
"¿Ya están listos?" preguntó el castaño encaminándose hasta su alfa y él le paso a Emireth mientras le dejaba un beso en su mejilla, haciendo que a Louis se le tiñeran las mejillas de un leve carmín.
"¡Sí, mami!" Luka contestó mientras se bajaba cuidadosamente de la cama y caminaba hasta su mamá "Aunque papi había puesto mi camisa al revés" susurró una vez que estuvo frente a Louis.
"¡Hey! ¡Te escuché pequeñín!" Harry gritó mientras salía de la habitación directo al baño para alistarse.
Una vez que todos estuvieron limpios y listos, antes de partir, Louis no dudó en tomarles una foto a sus cachorros en el jardín alrededor de las flores. Anker sonreía con su hermanita en sus brazos, la cuál mostraba una diminuta sonrisa, y Luka los abrazaba a ambos también con una sonrisa acompañada de su hoyuelo.
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tranquility [l.s]
FanfictionLa ciudad de Londres al ser sumamente transitada, ya sea por los mismos habitantes o turistas, provoca demasiado bullicio, bocinas por aquí bocinas por allá. Louis y Harry por esa razón, luego de tener a su reciente bebé, deciden ir a un lugar más s...