14 Meses (EN PROGRESO)

Capítulo 3

- Hay alguien en la ventana

Me pilló de sorpresa, no obstante, miré donde ella señalaba, aún con lágrimas en los ojos.

Ella me miraba fijamente para ver mi reacción, pero sería un poco rara ya que no había nada a lo que reaccionar.

-C.J, no hay nadie ahí.

Ella sorprendida volvió a mirar al mismo punto de antes.

-Ax, te prometo que había alguien.

-¿Le viste la cara?

-No, llevaba una sudadera que le cubría la cara.

- C.J, creo que deberías dormir un poco.

-No, da igual, tú lo necesitas más que yo, tú eres el que casi se parte la cabeza contra el suelo.

-C.J...

-Está bien, son solo las 5 de la madrugada, quizá debería dormir, pero por favor, quédate conmigo, no quiero volver a estar sola.

-No me iré a ninguna parte.

Ella se quitó la toalla que llevaba dejando ver que debajo tenía puesto un pijama corto de verano y por eso parecía que estaba desnuda.

Abrí mis brazos en señal de que se abrazara a mi, ella lo hizo, me abrazó como si fuera una niña pequeña buscando protección, un escudo, su casa.

Así se durmió, en mis brazos, llorando, con el corazón en la mano, y los miedos ahogándola.

Su respiración estaba entrecortada, aún dormida se encontraba mal, no supe que hacer, así que la abracé más fuerte y la intenté tapar como pude con las mantas de la cama.

-Te quiero mucho acosadora, duerme bien...

Eso fue lo último que dije antes de caer yo también dormido.

No se en que pensaba cuando le dije eso, igual me oyó, quizá no, quién sabe, solo se que me sentí liberado al decirlo, como si por fin hubiera dejado escapar algo que no podía retener más dentro de mi, no podría retener más lo que sentía hacia ella.

6:06 de la mañana.

C.J me despertó gritando, ella aún seguía dormida, pero no paraba de gritar, intenté despertarla una y otra vez, para cuando lo conseguí, sangre empezó a caer de sus ojos. No me asusté, pero sentí algo raro, le pasé un pañuelo por las mejillas y le dije lo de la sangre. Ella, extrañada, cogió el pañuelo de mis manos y me lo mostró, estaba completamente limpio, no había sangre.

La miré a los ojos, esa no era ella, sus ojos no eran así, su sonrisa tampoco, daba miedo, intenté huir, pero estaba mis pies estaban encadenados a la cama.

-¿Por qué intentas irte, pelinegro?

-No me llames así, solo C.J puede llamarme así.

-Vamos AX, que te pasa, soy C.J.

-Tú no eres C.J, que le has hecho.

-Mejor dicho, ¿qué le estás haciendo tú?

Empezó a reírse, convirtiendo su imagen en un hombre encapuchado como el que dijo C.J.

-¿A qué te refieres?

-Despierta, Ax, despierta. Eres un inútil buscafama, solo quieres quedar bien delante de ella, tirártela, presumir de ello y irte de su vida, admítelo, eres un asco de persona.

-Yo jamás haría eso.

-Vamos, no me digas que no te dió curiosidad saber si había pasado algo entre vosotros cuando despertaste.