Prostituta [MaiTake]

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Takemichi se imagino que si se volvía a encontrar con Mikey le diría las cosas claras, que sería valiente, pelearía con uñas y dientes. Pero claro eso solo era parte de su imaginación, claramente. Ella no podría con alguien más fuerte ¿Realmente alguien puede con el?

¿Como se vencen a una persona con tanto poder? Ni siquiera se puede confiar en la policía, al menos ella lo ve asi. Porque no es tonta, sabe que no andan en nada bueno ¿Drogas quizas? ¿Tráfico de personas? Quién sabe...

Al principio pensó en escapar, pero después se rió de ese pensamiento. ¿Cómo iba a escapar?. Su pensamiento cambio completamente cuando escuchó una conversación entre Sanzu y Rindou. No hablaban de ella, si no de cómo anoche habían matado muchas personas, se estaban riendo  de haber matado a gente y sintió un revoltijo en su estómago, sin poder evitar ir rápidamente al cuarto de baño a soltar todo lo que había desayunado

Entonces comienza a idear un pequeño plan que consiste básicamente en ganarse la confianza de Mikey, para que este baje la guardia y decirle los códigos de la puerta con la excusa de salir al jardín. Si, es un plan patético, pero sabe que una vez en el jardín puede saltar la verja y una vez que esté fuera puede correr por donde quiera. A menos que ellos sean más rápidos la atraparan en un parpadeo, pero huyendo ella siempre fue la más rápida

Sabe que todavía es pronto, para siquiera pedirle a Mikey salir al jardín. Porque aunque duermen en la misma cama ella se muestra reacia a todo lo que él le ofrece así que poco a poco irá cambiando su comportamiento no de la noche a la mañana porque sabe que eso lo hará sospechar, no se la quiere jugar

Mientras prepara la cena para Mikey recuerda todo lo que sus padres le dijeron, realmente era una estúpida enamorada, pero en el fondo de su ser algo seguía queriendo a Mikey 

Es síndrome de Estocolmo le dijo su lado más racional

  ¡Estas loca!

Manjiro-¡Waaaaa!-Eso la hizo asustarse y dar un pequeño salto mirando al albino-¡Has preparado mi comida favorita

Takemichi-S-si...-Los brazos del más bajo la rodearon. Y no pudo evitar tensarse como si lo que la rodeara no fueron brazos sino cadenas que la aprisionaban

Manjiro-¡Te amo! ¡Te amo!

Takemichi no quiso decir, yo también, porque básicamente no salía de lo más profundo de su garganta. Así que simplemente le dio un beso en la mejilla y le devolvió el abrazo