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Para Mikey el recuperarse era lento. Takemichi le prohibió a Sanzu entrar al cuarto, cosa que al de cabellos rosa se la subo por completo pero con ayuda de los Haitani la mujer logró su cometido
Manjiro-Traidores...
Sabe que le a hecho una promesa a Takemichi pero no es fácil quitarse de algo que has consumido durante años, el no tenerla le hace sentir ansioso, nervioso, incluso se pone violento, Takemichi se encarga de calamar esas ansían
Que Takemichi le perdonase todo lo que había hecho en el pasado fue algo que se negó a aceptar. Él no se podía perdonar a sí mismo
Takemichi-¡Buenos días!-Se escuchó su animada voz
Sus ojos se abrieron y pudo ver a Takemichi y Erika entrar con el desayuno. La pequeña corrió a la cama para subirse en esta y ir a darle un beso. Mientras Takemichi se sentaba al lado de la mesita
¿Realmente merecía esto?
No.
El podía haber ayudado a salvar a su hija.
Pero que menos si era suya
Daba igual si Takemichi se lo hubiese ocultado. Era lógico debido al miedo que le tenía, miedo a sus constantes abusos. Ella merecía a alguien mejor
Takemichi-¿No vas a desayunar?
Manjiro-No tengo muchas ganas-La de ojos azules hizo un puchero y con la cucharón agarró cereales y los llevo a su boca
Takemichi-Di aaaa
El de ojos grises no pudo resistirse a esa acción tan adorable y después de unos segundos abrió su boca dejando que Takemichi introdujera los cereales
Erika-¿Están ricos?
Manjiro-Si...
Erika-Es que los hemos comprado con sabor a dorayaki
Manjiro-Con razón el sabor me era tan familiar
Takemichi-Me alegra de que te hayan gustado- Y sonrió
Takemichi parecía recordar todo lo que le gustaba y sus cosas favoritas. Mientras que el solo recordaba lo básico. Como su cumpleaños, color favorito.....y poco más
Quizás era cosa de haberse drogado como un cabrón. Pero le gustaría recordar todas las cosas favoritas de la madre de su hija.
Takemichi nunca se caracterizó por ser muy callada. Al menos cuando estaba con él o con sus amigos y este momento no era una excepción. Padre e hija escuchaban atentamente como su madre narraba una loca historia de una serie que había visto en la tele
Sanzu al otro lado de la puerta escuchaba atentamente también y no como si estuviera chismoseando pero sabía que esto no iba a acabar nada bien su querido rey quería morir dada igual las veces que Takemichi intentaba hacerlo feliz
Manjiro le había contado las cosas tan horrorosas que le había hecho en su relación con aquella mujer de bellos ojos azules, lo mal que se sentía, que deseaba que fuera ella quien acabase con su vida, dándole igual el método que esta usase
Pero aquella mujer nunca regresó con ganas venganza y aunque ella quisiera ninguno de sus subordinados podría hacer nada, nadie absolutamente nadie podía ponerle una mano encima a Takemichi mientras Manjiro sano viviese
Izana era la prueba de ello cuantas veces habían torturado ya a aquel albino y a su subordinados, que se mantenían en aquel sótano siendo torturado diariamente por hombres tan locos como él o puede decir que incluso más
Y aunque sabe que la posibilidad de que Mikey cambie de idea y quiera vivir es nula, pero si esa mujer de deslumbrante sonrisa lo consiguiera puede jurar por todos los dioses que daría su vida por ella