Capítulo 11

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Pasó un mes desde su primera cita, desde que comenzaron su noviazgo, y ambas estaban completamente felices

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Pasó un mes desde su primera cita, desde que comenzaron su noviazgo, y ambas estaban completamente felices.

Comenzaron a salir todos los fines de semana, Yelena llevó a Kate a todos los lugares que quiso, solía llevar a Lady también, a algún parque, dónde la podía dejar jugar por horas, o una ocasión la llevó a una tienda de golosinas, dónde la dejó elegir todas las gomitas que quiso.

Después tenía que cuidar a Kate cuando terminaba con dolor de estómago, luego de que Lady comiera todos los caramelos.

Desde entonces no la había dejado llevar a Lady a ese lugar, ni volver a comprarle golosinas.

A veces, algunas noches, Katherine la despertaba y se quedaba a pasar el rato con ella, Yelena comenzó a guardar algunos chocolates para la pequeña.

Tenía prohibido darle golosinas a Lady pero no a Katherine.

Katherine no había vuelto a lastimarlas, y se portaba muy bien, era bastante nerviosa y Yelena tenía que verla todo el tiempo, por temor a que hiciera algo peligroso.

A veces la encontraba pellizcandose, o clavando sus uñas en su piel, o razguñando su cuerpo, se tomaba el tiempo de calmarla, de hacerla sentir bien y de explicarle la cantidad de veces necesarias que ya no debía lastimarse.

—Sé que no lo haces a propósito, eres una chica excelente, sólo debes pensar un poco las cosas cuando veas que te estás lastimando... Ya nadie va a herirte, no tienes que hacerlo tu misma tampoco.

Katherine entendía perfectamente todo lo que Yelena le decía, era una niña excelente.

Con su novia, Kate, solían tener largas sesiones de besos, últimamente, iban hacia la cama para una tarde de mimos y besos, a veces se quedaban hablando bajo, en suaves murmullos, o solo se quedaban en silencio disfrutando del calor corporal de su pareja, de las caricias sobre su espalda, su cabello, o sus brazos.

Yelena nunca la había tocado más allá, siempre había sido muy cuidadosa y suave con ella, siempre la había respetado muchísimo.

Kate no tenía que sentirse mal o preguntarle al respecto para saber que era un tema similar a los besos.

Le estaba dando su espacio, y su tiempo, y cuando quisiera sólo tenía que pedirlo.

Al mes de estar saliendo, Kate se sentía lista, al menos para intentar dar un paso, unos más grande, más íntimo.

Aprovechó una de sus sesiones de besos, en las camas, que seguían juntas, para comenzar con sus intenciones.

En el beso, se colocó sobre Yelena, sentándose sobre las caderas de la mayor, en cuanto sintió aquello separó el beso.

—Kate, ¿qué haces? —preguntó, no había sonado mal o enojada, sólo quería corroborar con ella lo que ocurría.

—Yelena... Me encantaría tener mi primera vez contigo —dijo, sus mejillas estaban muy rojas pero su tono no fue vergonzoso—. No sé hasta donde llegue, pero quiero intentar.

The Alters - (Katelena) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora