Trust me ¦ Kihyuk

7. Arcoíris de color.

Minhyuk no podía creer que había aceptado ir. 

Los gimnasios no eran lo suyo, en realidad, hacer ejercicio no era lo suyo, sólo había ganado músculo debido a las clases de defensa personal que su mejor amigo le había recomendado y que él mismo dictaba en un inicio. Pero debía admitir que no era un alumno ejemplar, así que no tenía musculo alguno sobre el cual pudiera alardear, ya que ninguno era visible como tal. Se sentía fuera de lugar, en su mayoría habían alfas con grandes músculos que a veces se le quedaban viendo más de lo necesario, los pocos omegas que habían asistido se encontraban trabajando para promocionar el negocio o acompañando a otras personas.

Lo único que quería era hallar a Hoseok, después de todo no se encontraba a ningún otro conocido con el cual charlar.

ㅡ¡Hey! ㅡPrácticamente corrió a su lado en cuanto le vio, deteniéndose unos pasos antes de llegar cuando se encontró con un par de ojos familiares.ㅡ Nunu, ¿Qué haces aquí? ㅡTomó a su mejor amigo de la mano. Aún recordaba la muy específica pregunta que el beta había hecho sobre Hoseok tiempo atrás, lo cual sumado a su presencia en el lugar de trabajo del mismo, era bastante sospechoso para Minhyuk quien de inmediato prendía sus alarmas de alerta.

ㅡSoy un cliente regular ㅡDijo, mostrando esa sonrisa que era capaz de enamorar a cualquiera, no había manera de que Minhyuk desconfiara de esos ojos de osito de peluche. Aún así, debía ponerse al día con su mejor amigo, creía haber olvidado mencionarle la conversación que tuvo con Nunu aquel día que tuvo el valor de acercarse a Kihyun.

ㅡTu novio está por allá. 

De repente, quiso golpear a Hoseok. 

Y lo habría hecho hasta que sus ojitos se posaron en el chico de baja estatura. Se veía precioso con ese suéter oversize, tanto que Minhyuk olvidó todo comentario dicho por el joven de músculos. Maldición, ¿Por qué su corazón se aceleraba de esa manera? Había querido creer que el convertirse en amigos le haría cambiar su forma de ver al menor pero, viéndolo allí vistiendo aquella ropa con colores tierra y esos lentes redondos que acentuaban su encanto... Simplemente perdía el aliento, y temía una vez más estar cayendo demasiado profundo por Yoo Kihyun. 

ㅡCreo que desaparecerá si lo sigues viendo tanto ㅡLe dijo esta vez el moreno, provocando que el más joven pensara que los dos chicos junto a él compartían neurona. Hoseok rió, dándole una pequeña palmada al hombro del mayor, como si lo estuviera felicitando por tal comentario.

ㅡMuy chistosos ㅡRespondió al final el omega, apartando la mirada del más bajito.

Luego de esto, intentó ignorar la presencia del otro omega, no porque quisiera ser maleducado, sino porque temía quedársele viendo como el bobo que era en esos momentos. 

 Kihyun estaba demasiado enfocado en su trabajo como para detenerse a saludar a sus amigos, además, había cierto pensamiento que seguía rascando su nuca sin dar tregua alguna, en especial luego de ver a Minhyuk sosteniendo la mano del otro omega. No es que pensara sobre ello como algo malo, sólo sentía curiosidad, tenía muchas preguntas sin responder y, sobre todo, temía que su ahora amigo no confiara lo suficiente en él como para compartir cosas de su vida privada, sabía que no llevaban tanto tiempo de conocerse pero creería que luego de todo por lo que habían pasado juntos... 

Tal vez no era nada, tal vez estaba sobre pensando una vez más.

El evento transcurrió con normalidad, en ciertos puntos del gimnasios habían ciertas clases de introducción para algunas actividades que podrían experimentar si se inscribían. Wonho en particular se encontraba dando una clase de defensa personal básica, junto a él, Hyunwoo le ayudaba actuando como modelo de sus enseñanzas, así como otras veces del supuesto atacante, esta clase iba dirigida a omegas, por supuesto, pero cualquiera que quisiera participar era bienvenido. Allí estaba Minhyuk, que en primera instancia había querido ir a la sección de yoga pero luego fue convencido por su mejor amigo para quedarse en su taller, que hasta ese momento iba siendo poco más que un desastre, por suerte la presencia del otro omega había llamado la atención de más clientes en potencia que se acercaban a mirar.