Día 3. ABO

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Advertencias: Alternative universe. OOC. 

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Ser un alfa dominante era considerado una bendición en vida. A Mikey especialmente le había dado un gran estatus no solo en las calles, sino que también lo convirtió en el rey de su escuela. Estaba en lo alto de la escala social. Los omegas se peleaban por su atención y todos querían ser sus amigos.

Lamentablemente, para ellos, a Manjiro no le interesaban esas cosas. Amigos, aunque pocos, los tenía, y eran uno de sus más preciados tesoros junto con su familia. Por último, no le interesaban los omegas, ni sus olores molestos o sus coqueteos inútiles.

Porque su corazón ya le pertenecía a alguien.

Takemichi era el nombre de ese alguien. A ojos de sus compañeros, era un simple y aburrido beta. Pero para Manjiro, lo era todo. Sus grandes cerúleos junto con su hermosa sonrisa fueron lo que le llamó la atención de su enamorado. Si bien, son dos características superficiales. Por ello, creyó que sería una atracción pasajera hacia el amigo del novio de Baji.

Mentiría si dijera no recordar que mientras los demás corrían con sus mochilas o sus paraguas, él observaba hipnotizado a su Takemitchy divertirse sin ningún problema en los charcos de lodo que se habían formado por la lluvia, y su alfa interior, reclamaba a ese precioso beta como suyo.

El único problema aquí es este: Manjirou era todo un novato en cuanto a romance se refiere.

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Dicen que los polos opuestos se atraen. Pues bien, es hora de contar la otra parte de la moneda.

Luego de cumplir el año, Takemichi fue adoptado por una alfa dominante bastante respetada en la industria empresarial. Yoriko Hanagaki era su nombre, una mujer astuta, confiable y llena de belleza. Siempre le dio todo lo que necesitaba. Y como todo niño, solo quería devolverle todo lo que hizo por él para hacerla orgullosa. Así que cuando resultó ser un simple beta, en su inocente mente sintió que su vida había acabado.

Afortunadamente, Yoriko le hizo ver la realidad.

—Escúchame bien, Takemichi. No eres menos hijo mío solamente por ser beta u omega —su rostro normalmente estoico, mostraba inconformidad—. ¿Eres un beta?, pues bien, sal y demuestra de qué estás hecho.

Con el rostro lloroso e hipando, una llama nació dentro de un pequeño niño hasta convertirse en el fénix que era ahora.

"Nunca ruegues por nada."

Contrario a lo que sus compañeros creían, él no era callado o aburrido. Solo que ellos al primer momento de conocerlo ya lo habían desechado a la esquina cuál simple decoración. Afortunadamente, más pronto que tarde a su vida llegaron Takuya, Akkun, Makoto, Chifuyu y Yamagishi.

Pensaba que sus años de secundaria los pasaría nada más con la compañía de los cinco. Sin la tan aclamada aparición de un alma gemela o el primer amor. Suponía que esas cosas no eran para él y viviría feliz como un solterón exitoso con sus 5 gatos.

Se equivocó.

La existencia de Manjirou Sano fue como si un torbellino llegará a destruir y reconstruir todo lo que en su mente tenía predispuesto. Estaban destinados, lo entendió desde el primer instante.

Ambos se gustaban. No tenía dudas.

Chifuyu normalmente le decía que podía hacer ciertos movimientos para que por fin se hablaran, pero se negó. Si era su primer amor, y quería que resultara, a sus ojos todo tendría que ser natural.

—Eres de la vieja escuela, eh.

—Quién sabe.

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Mikey era un alfa idiota.

Por bastantes meses espero a que hiciera su primer movimiento. Se acostumbró a la mirada pesada y a los ojos juzgones, aceptando las excusas vagas que Keisuke le mandaba. Si bien, en algún momento lo acepto. Había llegado a su límite.

Si Manjiro no se confesaba, él lo haría a lo grande.

Supo que su momento llegó cuando todo el instituto se encontraba festejando el triunfo del equipo de Karate en los intercolegiales. Hizo su entrada triunfal en medio del aburrido discurso del director.

Todas las miradas fueron dirigidas a su persona, era el momento.

—¡Manjiro Sano! ¡Yo te amo!

Y el mundo se detuvo.

Mikey entendió una cosa mientras se dirigía con total decisión al chico, su no-novio era toda una caja de sorpresas.

"El rey encontró a su reina."  

Only - TakeMikey week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora