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Desperté de repente, asustada. Parte de mí deseaba que lo sucedido hubiera sido solo un sueño, para no lastimar a Mia... pero no fue así. Fue real.
Ya era de mañana y Christopher estaba acostado a mi lado, despertando de a poco apenas notó que me levanté bruscamente de la cama para vestirme. Lo miré unos segundos mientras me ponía la camisa; sus ojos estaban hinchados por dormir, y se veía súper tierno. Tragué saliva y aparté la mirada rápidamente para seguir vistiéndome.

— ¿Q-Qué? ¿Qué sucede? — preguntó mientras se sentaba poco a poco en la cama.

— Me iré.

— ¿P-Por qué? — se levantó de la cama y empezó a vestirse rápidamente — ¿Por qué te vas, hice algo mal?

"Mierda Chris, no seas tan tierno.

Es más difícil para mí"

— Creí que había sido clara... ya no quiero tener nada que ver contigo.

— Eso no es cierto. Tuviste sexo conmigo. Y no fue solo sexo... lo sentí. Sé que tú también lo sentiste.

— Eso ya no importa — terminé de vestirme y me puse los zapatos.

Christopher se vestía tan rápidamente, que se oía agitado.

— Espera, no hagas esto — me rogó.

Me mordí el labio para contener mis impulsos, y tomé mi bolso. Me dirigí a la puerta para irme pero Chris me detuvo con una mano, mientras que terminaba de abrocharse el pantalón con la otra.

— Por favor.

— ¿Qué quieres?

— Quiero estar contigo — entrelazó sus dedos con los míos y acarició mi mano suavemente — te esperé mucho tiempo... ¿por qué no volviste a la playa?

— Mi papá... vendió la casa...

— En tres años no pude ver a otra chica ni siquiera por un momento.

"Yo tampoco"

— Christopher. No, ahora te dicen Bangchan, ¿no? Eso fue hace mucho tiempo. Somos personas distintas.

— Pero me siento exactamente igual — se acercó un poco a mí y apoyó su frente en la mía.

Cerré los ojos y sentí mi corazón acelerándose.

— Aún si sentimos lo mismo... no puedo estar contigo. Eres un idol ahora... y mi mejor amiga está enamorada de ti — me separé de él y solté su mano al decir esto último.

— ¿Qué? ¿Quién? ¿Mia? Ese era su nombre, ¿no? — preguntó y yo asentí —  Aún si ella no estuviera enamorada de mí, deberías mantener todo esto en secreto. Podría ser problemático...

— Solo olvidaré lo que sucedio. No tengo intenciones de arruinarte.

— ¿En serio quieres hacerlo? — preguntó mirándome a los ojos con intensidad.

Después de unos segundos sin respuesta de mi parte, comenzó a fruncir el ceño, expresando tristeza.

— Sí... lo intentaré.

Tomó aire y dio un paso hacia adelante, poniéndose muy cerca mío.

— ¿En serio lo intentarás?

— S-Sí... — respondí titubeante, tenerlo cerca me ponía nerviosa.

—Está bien, claro. Adelante. Inténtalo — murmuró acercando su rostro lentamente al mío.

No podía hacer nada más que quedarme inmóvil, con el corazón acelerado. Ya no podía resistirme.

Chris me tomó del mentón y unió sus labios con los mios. Correspondí el beso, relajándome, entregándome a él.
Nos separamos lentamente del beso para mirarnos a los ojos.

Chris acarició mi labio inferior con su dedo pulgar.

— ¿Quieres que sea nuestro secreto...? — preguntó, observando mis labios con deseo.

Ni siquiera pude contestarle.
El oírlo preguntarme eso en ese tono provocativo me hizo sentir un fuerte cosquilleo en la parte baja de mi abdómen. Ya no podía seguir resistiéndome. Ya no quería.

Inesperadamente para él, devoré sus labios en un fogoso, húmedo e intenso beso. Metí mi lengua en su boca para encontrar la suya y pegué mi cuerpo al suyo.

( • • • )

Chris tomó aire, agitado, y se detuvo un momento, pensativo. Me miraba a los ojos y apretaba los labios, como si quisiera decir algo pero no pudiera dejarlo salir.

— ¿Q-Qué sucede? ¿Quieres detenerte? — pregunté.

Él cerró los ojos y suspiró. Luego los abrió.

— ¿Puedo... — observó mis labios — puedo ser brusco?

Un cosquilleo recorrió mi abdómen y sentí un calor subiendo por mi cuerpo. Me quedé en silencio unos segundos, procesando su pregunta.

— Perdón, quizás no te sentirías cómoda con algo así, p-por eso pregunté... — sonrió un poco, agitado y avergonzado.

No podía distinguir si el rojo de sus mejillas era producto de la vergüenza o del sudor y el calor del momento.

"Mierda".
Se veía realmente sexy avergonzado.
"Si te avergüenzas por una simple pregunta, no creo que puedas ser brusco conmigo"

Me lamí los labios y lo besé suavemente, intensificando el beso poco a poco hasta convertirlo en un beso sucio y desesperado. Cuando nos separamos del beso, él jadeó un poco.

— Sé brusco — murmuré provocándolo.

Claramente no sabía con quién estaba hablando.

Me tomó de las muñecas y las puso sobre mi cabeza, inmovilizándome. Me penetró lentamente mientras me miraba a los ojos con una leve sonrisa, y cuando por fin introdujo su miembro completo, gruñó un poco.

— ¿Lo sientes? — comenzó a moverse lentamente dentro mío.

Asentí. No podía hablar, no quería abrir la boca. Contenía los gemidos para que no se me escaparan.

Progresivamente, la velocidad con la que se movía Chris iba aumentando. Así mismo, también el calor que nos envolvía, y lentamente ambos llegábamos al clímax.

Mientras me penetraba acariciaba mi intimidad, haciéndome estremecer y soltar varios gemidos. Sonreía un poco al verme disfrutar, y en algunos momentos se acercaba a mi rostro para besarme. Los besos que compartíamos eran desordenados y calientes, desesperados por más.

— Voy... a acabar... — avisó jadeando, agitado.

Se acerco nuevamente a mi pero esta vez comenzó a dejar besos húmedos en mi mejilla, mientras bajaba un poco la velocidad. Me acerqué a su cuello y lo besé un poco, pero eso hizo que Chris se estremezca.

— No hagas eso...

Hice caso omiso y seguí besando su cuello, dejando algunas marcas en él también.
Él gruñó y se movió mas duro y lento, hasta que por fin ambos llegamos al clímax.

𝑺𝒆𝒂 • 𝑩𝒂𝒏𝒈𝒄𝒉𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora