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Terminé de maquillarme y me cambié la ropa. Me puse mis prendas favoritas, y para cuando acabé, Mia llegó.

— ¿Estás bien?

— Si... me duele la cabeza, necesito acostarme un poco.

— ¿Segura que quieres que vaya, Mia? ¿No prefieres que me quede aquí contigo a cuidarte?

— ¡No! Vete — me dió un álbum de Stray Kids y la entrada para el fansign — rápido vete, el taxi está esperándote afuera. Vete o llegarás tarde.

Observé el rostro de Mia unos segundos. Sus mejillas y nariz estaban coloradas, ella seguro había llorado mucho. Le sonreí un poco y me fui rápidamente.

( • • • )

Christopher

Me lavaba las manos al lado de Felix, en silencio. Estaba cansado de hablar, había hablado sin parar con muchas Stay durante muchos minutos, hasta que por fin nos dieron una pausa para ir al baño.

Me miré al espejo para ver cómo se veía mi maquillaje, y para acomodar mi cabello rubio. Acomodé mechones de pelo meticulosamente, quería verme bien.

Debía verme bien. Iba a verla a ella.

Eso esperaba.

— Oye, Chan...

— ¿Si?

— ¿Estás esperándola?

— Te diste cuenta... — me rasqué la nuca y sonreí con timidez.

— Eres bastante obvio cuando te gusta alguien. Pero... si ella no viene y no vuelves a verla... no quiero que te decepciones.

Asentí a pesar de no poder asegurar eso.
Si no la veía en el evento, iba a sentirme mal.

— ¿Crees que ella es una Stay? — pregunté.

— No lo sé, amigo...

— Chicos, el descanso acabó — avisó al entrar al baño, nuestro mánager.

( • • • )

— Joder. ¿Por qué hay tanta gente? — bufé en voz baja, sin darme cuenta.

— Yah, deja de quejarte. No eres la única esperando — me regañó una chica en la fila.

Suspiré.
No era el tener que esperar y hacer fila lo que estaba torturándome: era tener que ver a Christopher otra vez.

Esperé pacientemente, pero a medida que la fila avanzaba, mi corazón se aceleraba aún más. Empecé a aplicar ejercicios de respiración para relajarme, hasta que por fin llegó mi turno.

— Por aquí  — me indicó uno del staff.

Seguí un pasillo y por fin entré a la gran sala. Allí había una mesa súper larga, ocho chicos sentados en ella hablando con fans, y muchas personas tomando fotos con cámaras súper caras.

Chris estaba sentado en primer lugar. Mi corazón enloqueció, y sentí que mis piernas querían temblar un poco, pero me esforcé en mantener la compostura. Él aún no me había notado, estaba concentrado en despedirse de su fan. Le sonreía dulcemente, y la trataba con mucho cuidado.
Cuando el turno de ella acabó, Chris buscó con la vista, curioso por saber quién seguiría. Entonces me vio. Hicimos contacto visual solo unos segundos antes de que mis nervios me hicieran apartar la mirada, pero pude notar como su sonrisa se desvaneció y sus ojos se abrieron mucho más. Lo había sorprendido.

𝑺𝒆𝒂 • 𝑩𝒂𝒏𝒈𝒄𝒉𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora