Dioses contra humanos: Los monstruos deben ser llamados

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LA LARGA HISTORIA DE LA HUMANIDAD ESTÁ LLEGANDO A SU FIN

Abrimos con la vista de un túnel o pasillo bastante grande, en donde al final del mismo se encuentra una muy intensa luz blanca y Justo en el medio había dos figuras claramente femeninas de pie en dirección del final de ese túnel, una de ellas más pequeña y la otra más alta, y siendo la pequeña la única de las dos que en verdad estaba muriéndose de miedo en ese instante, temblando de los nervios.

"Está apunto de empezar hermana." Dijo la pequeña chica de cabello lavanda corto, vistiendo nada más que una camisa blanca debajo de una chaqueta color verde, pantalones cortos color café y una media larga que la cubría la pierna derecha, con zapatillas de vestir color blanco, además de una mirada en verdad muy asustada en su rostro mientras miraba lo que había Justo al otro lado de ese túnel.

Pero la figura más alta, se trataba de una mujer hermosa de un largo cabello color azul oscuro que fluía por su espalda, piel clara y casi blanca como la nieve, vestía un largo y hermoso vestido color blanco que parecía estar hecho más para la movilidad que para lucirlo, marcas de líneas azules a lo largo de todo ese vestido, una figura voluptuosa se escondía Justo detrás de ese vestido, guantes negros largos que le llegaban hasta los codos y que dejaban al descubierto sus dedos, botas largas de combate color blanco con las mismas marcas azules, y también tenía lo que parecía ser un sujetador de cabello del lado izquierdo de su cabeza con forma de la que apuntaba hacia arriba, pero lo más destacable de esta mujer era la expresión de suma seriedad en su rostro mientras miraba directo a la misma dirección de su compañera.

Ellas eran dos de las hermanas Valquirias, la hermana menor Geir y la hermana mayor Brunhilde, y a donde se estaba dirigiendo era el lugar en donde se estaba desarrollando uno de los eventos más importantes en la historia de todo el mundo.

LA HUMANIDAD LLEGARÁ A SU FIN, PERO NO SERA A MANOS DE LA INMINENTE COLISIÓN DE UN ASTEROIDE, TAMPOCO SERÁ POR UNA GUERRA NUCLEAR CAUSADA POR LOS LÍDERES MUNDIALES, Y MUCHO MENOS ALGO MÁS DESCABELLADO COMO LO SERIA UNA INVASIÓN DE LAS ESTRELLAS.

NADA DE ESO PASADA, PERO LO QUE SÍ ES SEGURO ES QUE LA RAZA HUMANA TERMINARA POR LA MANO DE SUS PROPIOS CREADORES... LOS DIOSES.

Las dos hermanas divinas se pararon Justo en un balcón que era parte de una sala absolutamente inmensa en donde se podían ver cientos de asientos, la sala era iluminada por una gran luz que se hallaba Justo en el techo, los individuos que se encontraban aquí eran una gran variedad de seres con apariencia casi humana de no ser por algunos detalles como lo serían órense puntiagudas, dientes sobresalientes, cuernos, alas, pelaje, colas y demás otras cosas que los puedan diferenciar de los humanos comunes, la razón de todo esto es porque era en esta sala en donde se estaba llevando a cabo uno de los eventos más importantes de todo el universo, la reunión de todos los panteones de dioses en un mismo sitio en donde se debe decidir una sola cosa cada 1000 años, y esa cosa era... el destino de la existencia de la humanidad.

"Mira eso hermana, todos los dioses existentes están aquí, es impresionante." La pequeña e inocente Geir dijo con asombro al ver la gran cantidad de dioses reunidos, pero su hermana por su parte solo tenía una expresión de suma seriedad y sin dejarse impresionar tan fácilmente como su hermana menor, siendo la única de las dos quien tenía una razón verdaderamente importante para hacerse presente.

"Cof cof cof... disculpen por favor, llegó el momento de iniciar la reunión." Dijo una voz anciana y cansada llamado la atención de todos los dioses presentes, quienes por fin dejaron de lado temas triviales para prestar atención a lo que habían venido aquí en primer lugar.

El dios que estaba encabezando esta reunión era uno que estaba sentado Justo en medio de toda la sala, en un trono bastante grande que era demasiado para el pequeño cuerpo de este dios, se trataba de lo que parecía ser un anciano bastante pequeño que vestía nada más que una simple toga blanca griega que apenas y le cubría una parte del cuerpo, entre ellas la entrepierna y parte del pecho, pero todo lo demás estaba al descubierto, y a pesar de que tenía un cuerpo bastante delgado y senil en donde se podían ver los huesos Justo debajo de la piel, aún se podía ver un poco de músculos alrededor de ese pequeño cuerpo aunque sean solo unos muy pocos, tenía muy poco cabello en su cabeza casi calva además de un péinelo mechón que sobresalía de la cabeza como un pico, y su rostro viejo y arruga era decorado con una barba blanca un poco larga y un espeso bigote, además de un par de grandes y espesas cejas, y una de las cosas más sobresalientes de la apariencia de este dios era el hecho de que sus ojos estaban tan hundidos dentro de su cabeza que apenas eran visibles, solo se podía ver un par de huecos negros y que dentro de ellos se podía ver una pupila amarilla.

Shuumatsu no terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora