Rachel estaba saliendo del baño cuando Matthew entró en la habitación, ella llevaba un pijama de short y camiseta de tirantes finos, ambas partes de color blanco, su piel bronceada vestía un cuerpo sencillamente perfecto, sin ápice de grasa y con unas piernas de infarto.
-No vas a ir al karaoke?- Preguntó al verla en pijama.
-Claro que sí, es sólo que tenía mucho calor y decidí darme una ducha, harás lo mismo?- Se acercó hasta él y sonrió al sentir como la rodeaba con sus brazos
-Sí, todos quedamos en darnos una ducha y bajar- Le cogió la nariz como a una niña y sonrió con ternura- Estoy sudado, creo que no huelo nada bien- Hizo una mueca de disgusto
-Hmmm- Cerró los ojos e inspiró su aroma- Claro que no, siempre hueles bien- Tuvo que empinarse para poder alcanzar su cuello, le dio un suave beso en éste antes de rodearlo con los brazos- Además….Dios sabe que te adoro y nunca me importará si hueles bien o mal -le lo besó en la mejilla antes de alejarse hacia el tocador y terminar de arreglar su cabello- Yo te espero mientras te duchas
-Tenemos una gran diferencia, tú me adoras en cambio yo te amo- Le guiñó un ojo antes de empezar a quitarse la camisa, era todo músculos, más de los que ella podía abarcar con sus dos brazos, y con esa piel color canela volvía locas a las mujeres que lo rodeaban
Al escucharlo Rachel soltó una carcajada estridente, le devolvió el guiño y continuo peinándose mientras esperaba que saliera de la ducha, cuando terminó se tumbó en la cama y encendió la televisión, pero no podía concentrarse en nada, no lograba sacarse a su madre de la cabeza, y a pesar de que se hacía la fuerte, cada día su ausencia la golpeaba con fuerza, y estando ahí donde sabía que era la habitación de sus padres, la llenaba de infinitos recuerdos, y aunque todos eran buenos, no sabía qué hacer con el espacio vacío, con la ausencia de su mejor amiga.
-¿Te sientes bien?- Preguntó Matt al ver como las lágrimas caían por sus mejillas.
-Odio esto…Siento que no voy a hacer capaz con todo este dolor, sabes…Es que fue tan repentino- Exclamó con un hilo de voz, al sentir que Matt se sentaba junto a ella le pasó un brazo por encima y apoyó la frente sobre su nuca
-Escúchame – Le alzó la barbilla temblorosa que se arrugaba haciendo pucheros- Claro que vas a hacer capaz, vamos a hacer capaces, estoy aquí y no me iré, juntos podremos con esto- La meció con suavidad- Sabes que odio verte llorar, regálame una sonrisa- Inclinó su cabeza hasta ella y la besó suavemente en la frente
-Gracias por estar aquí…Por siempre estar ahí- Le besó el hombro, un beso dulce y cautivador
-Siempre- Le sonrió y se levantó la cama para vestirse- Quiero que te laves la cara y bajemos a divertirnos
Cuando llegaron a la sala ya todos estaban listos y esperándolos, todos estaban frescos y animados para cantar, Anabelle había traído licor para que se animaran un poco más
-Bueno, ¿Qué pareja va a empezar? –Preguntó Elizabeth al terminar de instalar los micrófonos
-Matt y yo- Anunció Rachel mientras se acomodaba frente al televisor y tomaba el micrófono
-Qué canción?- Preguntó Brittany frente a la computadora, no era de extrañar que siempre fuera ella quien pusiera las canciones
-Si tú no vuelves, de Shakira y Miguel Bose- Respondieron los dos al unísono.
-Vaya pero se pusieron de acuerdo- Opinó Andrew al escucharlos- Quiero que hagan llover porque el calor aquí es sofocante
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Tres son multitud
RomanceAlan y Andrew kreivlosky son demasiado diferentes para ser gemelos, se puede decir que polos opuestos, Andrew es el divertido, el amable, Alan es todo lo contrario, pero antes de que aquella tragedia no era así, ahora es un hombre frío, que no cree...