¿Qué Quieres? #ESDP

Capitulo 2

El profesor Pablo estaba agotando mi paciencia, es que lo peor de todo, creo que tiene razón al decirme que tiene ese problema con todas las chicas, con lo apuesto que es, pero yo no estoy interesada en él, me interesa saber el por qué se burla cada vez que me ve.

Le comenté a Johan, la respuesta de Pablo y todo lo que me dijo fue:

- Estúpido engreído, sabe que es verdad.

Lo miro como diciendo ¿Qué? Y el me mira como diciendo ¿Qué?

- Vamos Carla, sabes que es cierto.

Hoy teníamos clases con el profesor que me había traído dolores de cabeza últimamente.

Nos comunica que la siguiente clase, tomaría una evaluación acerca de lo que veníamos trabajando, por suerte es una de las materias que menos dificultad tengo.

Note su mirada burlona toda la clase y ya no lo soportaba más.

- Carla, deja de amargarte, vamos a salir esta noche a algún bar, te hará bien.

Concuerdo con mi amigo.

~~~

El plan de salir de fiesta me gustó hasta el momento que tenía que salir, por que ya no quería salir.

De todas formas me vestí, y espere a que llegase mi amigo por mí.

- ¡Wow Carla! Que perra estas

Le tiro un beso y contesto:

- Así me veo siempre.

Sabía que el pantalón negro y mi remera a conjunto con el pantalón, más una chaqueta de color rojo, harían magia esta noche.

Fuimos a un bar que se encontraba a un par de cuadras y disfrutamos un montón.

Johan consiguo un amorcito y me dice:

- ¿Puedo ir?.- Poniéndome cara de perrito.

- Pues ve, yo vuelvo sola no te preocupes.

Se va muy contento por ahí y yo decido volver a mi departamento.

Un auto negro comienza a seguirme por las calles y yo empiezo a caminar más rápido sin mirar.

En un momento oigo la voz que tantos dolores de cabeza me ha traído.

- No deberías andar sola a estas horas por la calle.

- Eso no le incumbe a usted.

- Cualquier muchacha que ande sola por la calle le diría la misma precaución, no te sientas importante.- Estaciona el auto.

Me freno de golpe y me acerco a la ventana del copiloto

- ¿Qué rayos quieres?.- Ya sin nada de paciencia.

- Sube.- Dice sin contestarme ni con la mirada.

- No.

- ¿Quieres saber que es lo que quiero o no?

- ¿Me darás la respuesta?

- Sube.

De muy mala gana subo al auto.

- Dímelo.

Arranca el auto y comienza a manejar.

- ¿Donde vives?

Le doy mi dirección y maneja en silencio hasta llegar a mi departamento.

- Quiero un respuesta.

- Bájate del auto.

- Ningún hombre me va a decir lo que debo hacer, ¿Qué problema tienes conmi...

Y me beso, yo con gusto le devolví el beso no iba a desperdiciar semejante oportunidad.

La intensidad subió y en menos de lo que canta un gallo estábamos estábamos mi habitación.

- ¿Qué es lo que quieres?.- Pregunto.

- Lo mismo que tú, pasarla bien.

- Sabes que esto está mal.

- No me importa.- Responde Pablo.

Y desde ahí todo se fue por la tangente.