Ediz (Harry)
Luego de lo que me dijo Troye salí a ver cómo seguía la sultana Lottie, ya que me habían dicho que había enfermado. Le encargué a Vero que cuidara bien de mi cachorro y salí.
Recorrí los largos pasillos de este palacio que ahora se había convertido en mi hogar, no llevaba acompañantes ni guardias ahora.
Entré a los aposentos sonriendo y para mí sorpresa estaba Michael y Elena con Lottie, Michael estaba sentado en la cama al lado de los pies de Lottie y Elena estaba de pie junto a ella. Me acerqué a ella.
-¿Cómo se encuentra la sultana?—Pregunte esperando que alguno me contestará.
-Se encuentra mejor sultana.—Me contestó Elena mirándome.
Asentí mirándola para acercarme y tocar la cabeza de la sultana, me sorprendí que estaba hirviendo en fiebre y decía que se encontraba mejor.
-Pero si tiene demasiada fiebre.—Murmuré exprimiendo el pañuelo que tenía en la cabeza la sultana.—Esto no le está ayudando a bajar la fiebre.
-No sabía que eras experto en esto.—Escuché que dijo Michael, lo volteé a ver incrédulo.
-No se necesita ser experto para saber algo tan simple como esto.—Le contesté sin temer las consecuencias.—Trae un poco de hielo triturado.—Me dirigí a la criada que estaba en la puerta, asintió e hizo una reverencia para salir, pero Michael la detuvo.
-No vas a ningún lado.—Le dijo serio, al parecer no le gustó cómo le hable. Sonreí mirándolo.—Si necesitas algo concubino ve a traerlo tú.
Reí para mi mismo sin dejar de sonreír, me pare y me retiré para ir a la cocina y regresé con hielo en un tazón de plata.
Me acerqué a la sultana Lottie, podía ver de reojo la impresión que tenía el Omega al verme. Lo ignore y quité el pañuelo para ponerle un poco del hielo y volver a colocarlo, eso ayudaría a que bajara más pronto la temperatura.Me esperé un poco para ver si funcionaba, cada rato revisaba y cuando noté que estaba bajando su temperatura le dije a Elena que regresaría después para saber de la salud de la sultana. Me dirigí a mis aposentos y al entrar me encontré con Vero temblando, sentada en el sofá.
-¿Dónde está Alex?—Le pregunté mirando su cuna vacía.
-Sultana, la madre sultana vino y se lo llevó hace un rato.—Me dijo haciendo que la sangre se me helara.
-¡¿Dejaste que lo llevarán!?—Le grité asustado, me quitarían a mi hijo.
La empujé de la puerta y salí corriendo preguntando a cada persona que se atravesaba para saber del paradero de mi cachorro. Al final Troye me dijo que estaba con la nodriza y la sultana estaba con él.
Corrí hacia la habitación donde se encontraban y me encontré a Alex en los brazos de una mujer que le estaba dando pecho a mi hijo.
-¿Qué están haciendo? ¡Devuélveme a mi cachorro!—Le grité caminando hacia Alex, pero la sultana madre me detuvo sujetándome el rostro sería.
-Cállate Omega, no es tu cachorro. Es hijo del sultán y lleva nuestra sangre.—Me dijo sería.—Esta mujer lo va a amamantar por qué tú leche le hizo daño, está envenenada.
-¡Eso no es verdad!—Alcé la voz mirándola.—Mi leche es buena para él.
-No me grites y lárgate de aquí.—Me aventó dándose vuelta para ver a mi hijo, estaba aguantando las lágrimas que amenazaban por salir.
-Ven, vamos afuera.—Me dijo Dana que estaba junto a la sultana.
Una vez que salimos me advirtió unas cosas que no escuché y cerró la puerta en mi cara. Sollocé con la imagen de esa mujer dándole de comer a mi bebé, me deslicé por la pared y abracé mis piernas llorando en silencio, hasta que tuve fuerzas me pare y caminé para dirigirme con mi alfa.
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Eʟ Sᴜʟᴛᴀɴ Tᴏᴍʟɪɴsᴏɴ - L.S.(Omegaverse)
أدب الهواةHarry La Rosa, un Omega de 17 años originario de Ucrania, nacido en el lecho de una familia cristiana, un padre obispo, una madre dedicada a su hogar y una hermana pequeña llamada Lilith. El sultán Louis Tomlinson, un alfa de 23 años que sube al tr...