Valentina Carvajal cumplía sus dieciocho años.
Con el paso de los años se había convertido en una joven demasiado atractiva, con basto conocimiento y decidida.
Era lo que muchos llamaban un prodigio.
No había cosa alguna que no hiciera perfecta.
Valentina era seria, con el rostro sereno, pero emociones ardientes.
Vivió algunas cosas que poco a poco despertaron el poder dentro de ella, aunque no completamente. La grandeza de su ser se completaría hasta la edad de 23 años.
Recordaba su niñez tan vivida en su mente.
Aún recuerda cuando tomó un cuchillo por primera vez.
Era de noche, la mayoría de las monjas dormían en la comodidad de sus colchones y ella apenas tenía doce años.
Daba la medianoche cuando un gentío se abrió paso en el convento, llevaban antorchas, palos y pistolas. Incluso iba con ellos una patrulla de policías.
—¡Los hijos de Satán deben de irse, deben de morir!
—¡Pecadores, ojalá y Dios tenga piedad de todos ustedes!
—¡Hijos del Demonio!
Las monjas pronto se alarmaron, corriendo y cubriendo las ventanas y puertas con tablones de maderas. Su único propósito era mantener a salvo a la rubia.
La hermana Margaret había ido por ella a su habitación, despertándole de sus sueños y llevándosela a rastras por los pasillos.
—¿Por qué debemos de huir?
—Porque son capaces de herir de muerte a una simple niña como lo es usted, señora —había respondido la monja.
Valentina bien sabía que la mayoría de las personas le odiaban, tal vez le tenían miedo.
Pero no lograba entender el por qué se resistían, por qué no aceptaban la verdad y su destino.
No era algo que pronto se hubiese decidido con su nacimiento, aquello estaba en las mismas escrituras del Dios en el que tanto creían.
Aun así, se dejó hacer por la mano de Margaret que le sostenía, la mujer pedía protección a su Señor para la pequeña.
Podía ver en la mujer la adrenalina y su preocupación hacia ella, a decir verdad, la hermana Margaret confiaba en ella y ella en la hermana Margaret, después de todo le había cuidado y criado.
Sin embargo, la gentuza de afuera logró entrar rompiendo las tablas, comenzaron a quemar todo a su paso, y pronto el convento estaba en llamas.
Tres minutos habían pasado y en el transcurso de ellos habían dado muerte a siete monjas con la excusa de que eran pecadoras y siervas de Lucifer.
Aunque aquello era verdad.
Debajo del lugar había un sótano que conectaba con unos túneles, una salida de emergencia que muchas tuvieron que utilizar para huir.
Ambas bajaban unas escaleras, moviendo sus piernas con rapidez para poder escapar.
—Ya casi estamos fuera de aquí, tan solo siga un poco más.
Valentina había visto por algún pasillo que no recordaba el cuerpo de otra monja, Beatrice era su nombre.
También era quien le satisfacía sus berrinches cuando quería comer galletas y ella se las preparaba.
Le vio con el cuello desangrado y el vestido manchado, la sangre dibujó una triste muerte para ella.
No pudo llorar su muerte, sintió su ausencia y un pequeño enfado se instaló en ella, aún estaba en shock, tal vez aún no terminaba de procesar todo lo que ocurría.
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Born For Evil |Juliantina
Romance"El anticristo ha nacido, quien pondrá fin a toda la creación de dios, Valentina Carvajal ha nacido." ՙ 𓄼 Valentina› top! g!p ⊹ Juliana› bottom! ՙ 𓄼 Temas religiosos, demonios, romance. ՙ 𓄼 Contiene sexo explícito. ՙ 𓄼 Adaptación autorizada. ՙ �...