Extra.

881 111 2
                                    

Había sido en una mañana de Septiembre cuando, acariciando su no tan hinchado vientre, Juliana miró las noticias, y su respiración se irregularizó.

Recuerda que Valentina estaba en la cocina, preparándole uno de los primeros antojos que tendría durante el día. Aquello del embarazo le tenía comiendo montones de alimentos, desde cereales hasta palomitas con mostaza, y aquello era rarísimo.

Habían adquirido una TV ante su insistencia, es decir, amaba jugar con Max, y platicar con Anna, también muy a menudo Sarah iba y le regalaba algunas golosinas, pero también se aburría y demasiado.

Su esposa le regalaba bastantes cariñitos en su cabello, y susurraba palabras dulces contra su vientre. Y amaba ver a la rubia a punto de llorar cuando le pedía a su bebé que ya naciera, porque estaba muy emocionada por conocerlo.

Juliana sabía que tenía en la palma de su mano a Valentina, y muy a menudo se aprovechaba de aquello. Le utilizaba para poder conseguir dulces, o besitos en la noche. Así que haciendo un adorable puchero se había parado frente a ella y le había dicho:

"—¿Sabes? Nuestro bebé se aburre viendo tu cara, por eso me ha dicho que prefiere ver un poquito la televisión—"

Valentina se había reído, y después se había hecho la indignada. Aunque claro, jamás podría enojarse con su Juls, mucho menos cuando ella se veía tan adorable con los cabellos revueltos mientras le chantajeaba.

Y tras mucho insistir, habían terminado por comprar una TV. Sí, de esas grandes y de excelente calidad. —Era obvio, Valentina no escatimaría en gastos, y menos si se trataba de Juliana.

Juliana le había agradecido con un besito en la mejilla, y había amado ver esa sonrisa reluciente en su rostro por los siguientes días.

En retrospectiva, Juliana se había pasado la mañana viendo alguna caricatura. Y sí, se había vuelto demasiado mimada desde que se había enterado que estaba embarazada. Había otra hermosa criaturita creciendo en su interior.

Se había entretenido viendo Winx, ella amaba ver a Musa, y al idiota de Riven. ¡Definitivamente ella merecía algo más! Aun así, ella los shippeaba.

Y el programa había terminado, y mientras cambiaba los canales, uno tras otro, hubo algo que le llamó la atención de uno en especial.

Era el canal de las noticias, y ella claramente había escuchado al reportero decir:

"Aún se desconoce el paradero de Juliana Valdés, familiares solicitan que si le han visto se contacten con ellos"

E inmediatamente pensó en su papá, y su mamá.

El tiempo había pasado volando, y ella no había tenido tiempo para pensar en aquello alguna vez.

Sí, podían llamarla tonta. ¿Cómo iba a olvidar, que antes de formar su propia familia, ella pertenecía a una?

Inevitablemente, lágrimas se deslizaron por sus mejillas, y náuseas le invadieron.
¿Qué había pasado con sus padres? Seguramente habían estado como locos buscándole, y ella simplemente había estado entregándose a la mismísima hija de Lucifer cada noche.

No pudo soportar demasiado el golpe que aquello significó para ella, y corrió al baño a tropezones para vomitar en la taza del baño.

Había sido una mala hija. A pesar de que había aceptado todo, y su mente era muchísimo más abierta, no pudo evitar sentirse mal.

Sí, sus padres le habían inculcado un montón de cosas que ahora ella sabía que tal vez no eran del todo ciertas, pero a final de cuentas, habían sido buenos padres. Y ella les amaba.

Born For Evil |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora