One-shots | Male!Characther x Male!Reader | Vol. 2

La Era de Hielo 3 | Buck

Pedido por BKLYNSpider42 espero sea de tu agrado ^w^

"Lunático Sapiosexual"

Narrador — Omnisciente:

Justo cuando creían que podían estar tranquilos, ahora tenían que buscar a Sid en un mundo subterráneo completamente ajeno al suyo, y para su buena o mejor dicho extraña suerte, recibían la ayuda del único ser "aparentemente civilizado".

Mientras dos de los trillizos zarigüeya  seguían a la comadreja, el tercero iba sobre el lomo de Manfred.

— ¿Todo bien ahí arriba, _________? — le pregunto el mamut al tercer hermano zarigüeya que llevaba encima, este soltó un suspiro cansado

— No sé, últimamente me he sentido deprimido, no me mal entiendas, Manny, lo de mi futura sobrina me emociona, pero... No sé hay algo que me molesta de manera independiente a todo esto. — respondió, como siempre la hablar dejaba en claro que el no era un tonto como sus mellizos

— Hmmm... Tal vez sea la temporada de apareamiento. — se acercó Elli, pero su hermano solo hizo cara de asco

— Ugh... Lo más seguro, a Crash y a Eddie eso no les importa, pero yo soy diferente. — se quejó y lamento en silencio

— ¿Y como es la temporada de apareamiento de las zarigüeyas? — pregunto Diego algo curioso por el tema

— Uhm... Solo encontramos a alguien con la feromonas que nos llamen la atención, o la hembra se acerca a nosotros, lo demás ya solo es tratar de impresionar al otro. — se acostó sobre el pelaje del mamut, no tenía pensado encontrar hembra

— Bueno, cuando volvamos te ayudamos a conseguir novia, ¿Qué te parece? — le sugirió la mamut embarazada, el contrario hizo una mueca y se hizo el indignado

— Oh no, por favor no. — se empezó a reír cuando su hermana se quejó por el comentario que recibió como respuesta

...

Pasaron varias horas sin saber nada de Sid, así que decidieron descansar un rato, después de todo Elli no debía caminar tanto.

Bajo del lomo de Manfred, pues era seguro que se iba a poner cariñoso con Elli y no quería estar ahí. Camino hasta Diego y se sentó al lado del felino.

— ¿Cómo te va? — pregunto el tigre

— No me puedo quejar. — le respondió, siendo sinceros no le molestaba mucho estar ahí, simplemente no se sentía del humor para disfrutar del lugar

— ____________ ¿Verdad? — de la nada ya tenía frente a él a la comadreja que los iba guiando — Tus hermanos dicen que eres inteligente. — comento

— Ay no... — murmuró, lo último que quería era convivir con el loco de la selva

— Ven, sígueme. — lo jalo de una de sus patas — Me vas a ayudar a conseguir comida. — indico mientras lo llevaba por dentro de los arbustos

No se quejó ni nada, solo se dejó llevar. Después de todo tenía hambre.

Mientras recolectaban frutas que no fueran venenosas y/o peligrosas, la comadreja no dejaba de mirar al zarigüeya, había algo en ese rostro serio que lo llamaba, y no sabía que era. La única forma de descubrirlo era acercándose.

— Oye, Buck. — estaba por iniciar una conversación pero el contrario le ganó

— ¿Qué pasa? — pregunto mientras recogía una clase de moras

— ¿Cuánto tiempo llevas aquí, tu sólo? — miro a su alrededor, estaba lleno de dinosaurios, pero no había alguien con quién hablar

— No tengo ni la menor idea, solo sé que caí aquí y ¡Tan, tan! — respondió como si nada, en eso tono de voz tan extraño que tenía

— Uh... Ya veo... — murmuró él otro con algo de sorpresa y lástima, no se podía creer que hubiera quedado sólo ahí tanto tiempo

— ¿Por qué? ¡¿Quieres quedarte conmigo?! — otra vez de la nada ya lo tenía en frente, cosa que lo asusto y se fue para atrás cayendo al suelo

— ¿Qué te pasa? — se quejó, pero la comadreja rio

— Eres más adorable cuando te expresas con tu rostro. — dijo esto de la nada, comentario que provocó un leve rubor en el contrario

— Ugh, pero que lunático. — se levantó y limpio la tierra de su pelaje — Eres extraño. — hizo una mueca

— Y tú eres extrañamente lindo. — se acercó en sobremanera a su rostro, el leve rubor que tenía había aumentado otro poco — Ow, mira esas mejillas sonrosadas. — está burla bastó para que enrojeciera de la vergüenza

— Estás muy cerca. — se quejó al sentir su respiración pegada a la suya

— Sí. — contesto — Es que me gustan tu ojos, nunca había visto ese color en una zarigüeya. — el contrario se quedaba sin palabras

— ¿Qué es lo que quieres de mi, comadreja?! — pregunto empujándolo para ya no tenerlo tan cerca, este rio

— ¿Qué no es obvio? — el contrario se mostró confundido — Te quiero a ti. — lo señaló, la zarigüeya se apresuro a tomar lo que había recolectado para así volver con los otros

— ¿Pero qué le pasa a ese sujeto?... — murmuró extrañado por su raro comportamiento de la comadreja, el cual solo se limitaba a reír entre dientes cada que lo ponía nervioso

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