One-shots | Male!Characther x Male!Reader | Vol. 2

Bluey | Bandit Heeler

"Viudo"

Narrador - Omnisciente:

¿Cuántos años habían pasado ya? El calculaba que unos cuatro, después de todo era la edad que su hija menor tenía, mientras que su hija mayor tenía ya sus siete años...

Se levantó de la cama, miro a su lado, esa segunda almohada seguía ahí, pero Chili ya no.

Se baño, se cepillo sus dientes y peino su pelaje lo mejor que pudo.

Fue a la habitación de sus hijas, soltó un suspiro cansado, sin su amada le era difícil cuidar de ambas, pero estaría siempre dispuesto a hacer lo que fuese por ellas.

La rutina de los tres comenzó. Llevar a Bingo al jardín de niños (kinder), luego a Bluey a la primaria. Aunque está última no estaba muy feliz.

- ¿Todo bien, cariño? - Bandit miro con una tierna sonrisa a su hija

- ¿Vas a poder estar libre hoy? - preguntó su pequeña, ya sabía a qué se refería con esa pregunta

Para mantener a ambas Bandit había tenido que ascender de puesto, por lo que estaba menos tiempo en casa con ellas, pero jamás se había perdido un cumpleaños de sus hijas, hasta que su pequeña Bluey lo descubrió hablando por teléfono acerca de una junta ese mismo día.

- Trataré. - le dió un beso en la frente y Bluey con algo de esperanza bajo del auto

Bandit soltó otro suspiro.

Bluey no la pasaba muy bien desde la muerte de su madre, y a Bingo siempre le costó tener relación con él desde que nació. Se sentía agotado.

Era hora de ir al supermercado, tenía que hacer las compras para la comida de la semana y las cosas para el cumpleaños de su hija mayor.

Caminaba con el carrito de compras algo flojo, no tenía mucha energía, y por culpa de su descuido choco su carrito con el de alguien más. El impacto hasta lo trajo de vuelta a la Tierra.

- Lo siento mucho, no miraba por dónde iba. - se disculpo con el otro perro sobre su tropiezo

- Tranquilo, si te soy honesto yo tampoco estaba prestando mucha atención. - ver a ese desconocido lo desconecto una vez más del mundo real

Se trataba de un alaskan malamute, su pelaje gris y plateado resaltaba gracias a ciertas zonas blancas de su pelaje, sus ojos de diferente color cada uno (verde y azul), sus colmillos haciendo aún más brillante su sonrisa.

- O-oh vaya... - murmuró, sus mejillas tomaron un leve color carmín

- ¿Estás bien? - con esa pregunta logro sacarlo de las nubes

- Ah sí, sí estoy bien, ¿Y tú cómo estás? Digo ¿Estás bien? Pero que tontería digo obviamente estás bien, digo te ves bien-.... - sonrió apenado, el solito se había tropezado con su propia lengua - Perdón, desde cero, ¿Cómo te llamas? - nada que ver, se abofeteo mentalmente, pero el desconocido soltó una risita ante esto

- Soy ____________. - se presentó

- Genial! - exclamó nervioso - ....