One-shots | Male!Characther x Male!Reader | Vol. 2

Jujutsu Kaisen | Gōjo Satoru

Pedido hecho el año pasado, los pedido actualmente estan cerrados solo quiero acabar estos que no entregue...

"Malvaviscos"

Narrador — Omnisciente:

Ya era algo usual tener al peliblanco siempre detrás, era casi como tener una mascota que jamás se iría de su lado. Un perrito de la calle que se había pegado a él solo por comida.

Como de costumbre ya se hacia caminando por el centro, los puestos de comida no le interesaban usualmente, pero se había enterado de uno que estaría vendiendo sus dulces favoritos con formas de personajes de la ficción. No fue para nada una sorpresa encontrarse a su compañero de trabajo divagando por ahí también.

— ¡___________, cariño! ¿Qué estas comprando? — Satoru preguntó al instante en cuanto lo reconoció miramdo entre los puestos

— Nada, por el momento — respondió tranquilo, para su maravilla parecía que Gōjo ya había hecho sus compras lo que significaba no tener que gastar dinero en él — De hecho estoy busvando un puesto

Ante esto el peliblanco se detuvo, lo miró curioso y hasta algo sorprendido.

— ¿Un puesto en particular, en serio? — arqueó una ceja y hasta ladeo la cabeza — Parece que no eres tan quisquilloso como pensé — rió levemente ante este descubrimiento

___________ por su lado parecía no entender el punto de vista de Satoru. ¿Qué tenía de raro que quisiera comer de uno de los puestos? ¿Enserio su compañero pensaba que era así de especial con la comida? Suspiro derrotado.

— Solo ayudame a buscarlo, por favor — pidió, después de todo cuando se trataba de dulces exclusivos Gōjo parecía tener siempre la ventaja

Por supuesto que esta petición hizo que el peliblanco sonríera casi orgulloso porque su serio amigo por fin le pidiese algo.

— ¡Claro! ¿Qué puesto es el que buscas? — se inclinó hacia esta casi a centímetros de su rostro

En ese momento por más incomoda que fuese esa posición ____________ sacó su telefono oara mostrarle las fotos promocionales.

Para sorpresa del de lentes las fotos eran de un puesto de malvaviscos, esos dulces tan baratos eran considerados algo vulgares en la gran industria del dulce japónes, pero al parecer estos eran especiales por los dibujitos de sanrio que asimilaban.

No se esperaba algo así, era demasiado dulce para un hombfe tan serio. Casi se reía pensando que era una broma.

— Entonces te gustan las baratijas... — suspiró sonando decepcionado, como un amamte de los dulces se sentía casi traicionado

— ¿De qué estas hablando? — claro que ___________ no tenía ni la más miníma idea de lo que hablaba, él no era un experto en adquirir una posible diabetes a sus casi 40s

— Nada — suspiró nuevamente y se estiro un poco — Hagamos esto, vamos a recorrer el lugar por separado y cuando alguno lo encuentre envíamos un mensaje — explicó, después de todo cuando se tratab de buscar puestos prefiría no tener a alguien siguiendole

— Esta bien — para ser honestos el plan no le agraba sabiendo que Satoru podía olvidarlo con tan solo ver un pastel de fresas, pero decidió hacer caso a su sigerencia

Y así, la búsqueda comenzó.

Pasando la media hira todo estaba tranquilo, cada quien por su lado en busca de aquel puesto.

Cuando pasaron hora y media __________ comenzaba a fastidiarse, sentía que su compañero ya lo había abandonado en la búsqueda.

Cuando pasaron las dos horas ya varios puestos estaba siendo recogidos por lo que podía guiarse mejor, pero agregando una media hora más en la que se tardó en llegar solo pudo apreciar como el puesto que quería probar ya se iba.

Suspiro con desilusión. Almenos lo había intentado, pero por supuesto no había señales de su compañero alrededor. Seguro que comió y se fue después.

Ante tal decepción ___________ solo pudo cruzarse de brazos y suspirar rendido, solo para que seguido de esto empezara a caminar en dirección al metro. Ya se quería ir a su casa y tal vez pedir una pizza para consolarse a si mismo.

Se llevó una gran sorpresa que al llegar a la entrada del metro vió a Satoru saliendo de un mino super y revisaba su celular apresurado como si hubiese olvidado algo. Lo que no sabía es que Gōjo estaba escribiendo un testamento entero de disculpa en su chat.

— ¿Se te perdió algo? — ___________ preguntó acercandose al peliblanco en silencio

Por supuesto que este se sorprendió al escucharlo y tenerlo cerca.

— ¡___-________! Y-yo.... justo acabo de cargar mi celular.... — tartamudeó nervioso, sabía que le había fallado y que seguro estaba molesto — Encontré el puesto, pero.... ya no tenía dinero en efectivo para comprarte lo que querias... a-así que fuí a un cajero automático, trate de llamarte p-pero, bueno ya tenía pila y- — ante tal enrollada explicación soltó una leve risita

— Deja de tartamudear, si no te conociera pensaría que eres un clon — comentó con una sonrisa trranquila, era raro ver a Satpru tomarse las cosas enserio

Las mejillas del peliblanco se sonrosaron, no sabía porque estaba tan nervioso, se sentía tan fuera de si mismo así que suspiro para tranquilizarse.

— Logré comprarte algo pequeño, espero no moleste, pero es que enserio vendieron esas cosas como cogarillos en centros de rehabilitación — sacó de una de sus tantas bolsas un recipiente de plastico, dentró tenía pequeños bombones con formas de flores y de las cabezas de algunos personajes

Era una baratija, pero al menos era algo. Se sentía agradecido que por una vez en la vida Gōjo de verdad lo haya tomado enserio, aunque solo fuera por dulces.

— Gracias — respondió suavemente, estaba satisfecho con eso

Para suerte del peliblanco su amigo no estan enojado, por lo tanto no estaba en problemas, POR LO TANTO podía acompañarlo hasta su apartamento sin ser aullentado como un perro de la calle.

Tal vez no parezca mucho, pero para Satoru que ____________ le permitiera acompañarlo ya era la mejor ganancia del día fuera de todos los dulces que se haya comprado en el día.

— ¿Puedo quedarme a dormir contigo?

Ante tal pregunta su compañero de trabajo pareció casi estallar de la risa.

— Mide tus límites, Gōjo – la respuesta era clara y no discutiría contra eso

Al menos la camimata juntos ya era algo de lo que podía presumir. Algún día podrá por fin invadir el apartamento de su amigo, aunque probablemente cuando eso pase Gōjo será arrojado desde la terraza de un quinto piso...

Hace un año no actualizaba causas, ya ni la mamo...
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