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Tanto Aoyama como Todoroki decidieron acompañar a la madre de Izuku a la tienda luego de que ésta les dijera que iría a comprar algunos comestibles para el almuerzo y la merienda. Todos notaron cierta tensión entre Bakugou y el usuario de One for All, sin embargo no era la habitual tensión cargada de enojo e ira, sino más bien una en la que ambos tenían mucho que decirse pero que no sabían cómo comenzar.

Entonces decidieron, darles algo de tiempo para que tuvieran la pequeña charla de corazón a corazón que tanto necesitaban.



Con ambos sentados en el sofá de la sala, Izuku jugaba con los pequeños hilos de su suéter de punto mientras que Katsuki miraba su té como si éste fuera el causante de todos sus problemas, pero el peliverde no era otra cosa más que persistente, por lo que se giró para mirar al rubio.

-¿Kacchan?- preguntó, notando que por el rabillo del ojo el rubio lo miraba, ésa era una buena señal -¿Quieres hablar de algo?- Bakugou sólo pudo suspirar mientras se devolvía el cabello.

-Creo que soy la persona con la que menos deberías hablar, Deku- dijo en voz baja el otro adolescente. 

-Pero estás molesto- luego Izuku frunció el ceño - No, de hecho no es tanto molestia sino más bien...-

-Decepción- interrumpió. Izuku sólo miró con curiosidad en sus grandes y cansados ojos verdes.


Bakugou dejó su té en la mesa de café frente al sofá y sólo pudo recostarse en éste, su cabeza mirando hacia el cielo y su brazo tapando sus ojos.

-Es sólo que no entiendo- murmuró aún escondido tras su brazo -Es como si anoche tú no fueras el único traicionado- continuó, ésta vez girándose para conectar sus ojos con los de su amigo de la infancia -Lo cual es una absoluta mierda, tú eres el que prácticamente fue secuestrado por los héroes y llevado a la estación de policía- Izuku hizo una mueca y Bakugou rápidamente lo siguió  -Lo siento- murmuró por lo bajo.

-Descuida- dijo el peliverde en un gesto apaciguador -¿Qué sucedió anoche mientras no estaba que te molestó tanto?-

-Nadie te creyó- continuó hablando en voz baja -Tú, que arriesgaste tu vida más veces de lo que cualquiera estaría cómodo, tú que los impulsabas y animabas a alcanzar sus metas, y no te creyeron- explicó al borde de la histeria, como si realmente no entendiera aún que éso había pasado -Pensé que tal vez ésa perra de Uraraka sería la primera en ir a defenderte, pero me llevo la sorpresa de que fue ella misma quién llamó a los profesores y te acusó- la incredulidad en su tono era obvia pero Izuku sólo lo dejo hablar, observando en silencio al otro -Y no sólo éso, sino que también puso de su lado al maldito cuatro ojos y una vez estuviste con Nezu hicieron una reunión grupal dónde contó lo que sucedió y absolutamente todos le creyeron ¡Todos!- gritó lo último. 

-Kacchan- llamó suavemente -Éso es algo que he vivido desde que se supo que no tenía quirk- explicó pacientemente al rubio al borde de las lágrimas -Nunca se me permitió el beneficio de la duda, no antes y en definitiva no ahora-

-¡Pero yo te defendí!- se quejó, ¡se quejó! Bakugou -Cuando es maldita perra empezó a decir sobre lo espeluznante que eras tomando siempre notas y que eras un traidor que nos vendía a la Liga de villanos, yo te defendí, el bastardo mitad y mitad y sparkles también me apoyaron! Y maldita sea todos saben que nunca te trate bien y que no me agradas ¡pero igual te defendí! Y ellos no creyeron- el enojo del Rubio pareció desinflarse y sólo quedó mirando un punto en la nada -Él no me creyó- terminó por decir.


Izuku lo miraba confundido, le dolía que sus compañeros ni siquiera le habían dado su oportunidad para explicarse pero ya se había hecho a la idea de que no eran amigos, sin embargo, escucharle decir que Uraraka había confabulado en su contra en una reunión de sus compañeros había sido un golpe duro. Esperado pero aún así doloroso, pero el meollo de la cuestión era que Bakugou aún no podía creer que todo éso hubiera pasado, se sentía especialmente decepcionado por alguien, y tenía la fuerte impresión de saber quién era.

-¿Hablas de Kirishima?- preguntó, y los ojos rojos del rubio se enfocaron en él nuevamente.

-Él no era un seguidor como dedos o como el chico que vuela- murmuró tras unos segundos de silencio -Probablemente fue mi primer amigo después de ti- confesó, e Izuku se negó a mostrarse emocionado al oír a Bakugou hablando de su amistad, o emociones en general.


- No le importaba si era grosero o me equivocaba, él estaría ahí para mí, me mostraría dónde actué mal y lo haría de nuevo ¿sabes?- continuó, sin siquiera notar lo jodidamente triste que sonaba su voz -Nosotros... estábamos comenzando a ser más que amigos- Izuku abrió enormemente los ojos -O bueno, tal vez sólo yo creía éso- se encogió de hombros.


-¿Te gusta Kirishima?- preguntó aún sorprendido el peliverde. 

- No sé si pueda responder éso ahora- respondió el rubio -Antes tal vez te hubiera golpeado y gritado antes de admitirlo, pero ahora...- un fuerte suspiro salió de sus labios -Él sólo se quedó allí, mirando sin decir nada mientras le gritaba a los otros que eras inocente y ésa maldita de perraraka se volvía contra mí, me gritaba que ni siquiera se podía confiar en mí tampoco porque nos conocíamos de hace mucho- Izuku se sentía en conflicto, estaba triste por el rubio y enojado tanto con Uraraka como con Kirishima, quería poder consolar al chico frente a él y no sabía cómo -Yo sólo quería que me crea, pero podía ver la incredulidad en toda su estúpida y hermosa cara- hizo una pausa para mirar al peliverde, notando lo nervioso que estaba - No me creyó y no me apoyó, tampoco me defendió de los gritos de los demás y si no hubiera sido por el bastardo mitad y mitad y Sparkles no sé cómo hubiera terminado aquélla reunión- confesó.




Un silencio tenso se alzó sobre ambos, y una especie de compañerismo profundo surgió entre ambos, poco después llegaron Inko con sus otros dos compañeros y éstos los notaron muchos más relajados, así que decidieron ir a ayudar a la mujer en la cocina un rato más antes de volver con ellos.

-Sabes, tal vez me entiendas mejor que nadie, Kacchan- el rubio sólo lo escuchó, aún sumergido en su propia miseria -Tal vez no me gustaba ninguno de los que me traicionaron, pero el sentimiento lo conozco, sin embargo...- hizo una pausa ésta vez mirando a Todoroki y Aoyama hablando con su madre en la cocina -Creo que nosotros cuatro juntos podemos realmente ser buenos amigos, no los necesitamos a ellos cuando tenemos a éstos- dijo refiriéndose al resto de sus compañeros traicioneros como "ellos" -Al punto que voy es, no importa lo que pasé, creo que ha quedado claro que ellos estarán dispuesto a lo que sea por nosotros ¿y no es éso algo genial?- un suave sonrisa se instaló en sus labios pero rápidamente se borró y adquirio un rostro más serio - No creo que pueda perdonarte nunca por lo que pasé años atrás, Kacchan, tampoco podría olvidarlo, fue lo que me marcó para convertirme en lo que soy hoy en día- dijo, mirando intensamente al contrito rubio -Pero podemos trabajar sobre ello, eres una persona en quien confío y admiro a pesar de todo, y éso ya te pone mucho escalones por sobre ellos- confesó. 

-Puedo vivir con éso- dijo dando una sonrisa tentativa -Trabajarlo poco a poco-

-Exacto- dijo el peliverde con una sonrisa mientras los otros dos adolecentes se acercaron.

-¿Pudieron hablar de sus sentimientos y arreglar sus problemas?- preguntó Todoroki, tomando asiento al lado de Bakugou quien rápidamente se sonrojó, si era de vergüenza o enojo, era un misterio.

-¿Porqué demonios crees que hablábamos de sentimientos, estúpido?- medio gritó el rubio, el muchacho de ojos bicolores lo miró en blanco antes de comenzar a dar palmaditas sobre sus rodillas.

- No hay de qué avergonzarse, Bakugou-

-¡No estoy avergonzado- gritó mientras Izuku y Aoyama reían por lo bajo al ver la interacción de ésos  dos.


El día mejoró un poquito más después de éso, tal vez perdió la confianza en un número alto de sus antiguos compañeros, pero ganó algo mucho mejor con éstos tres a su lado.

Las metiras que te dices a ti mismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora