Domar al mono dorado

Capítulo 5

Dumbledore levantó una sola ceja ante el comentario del mago más joven antes de mirar a los ahora cuatro extraños que estaban detrás de él. Dando un viejo suspiro curtido, miró al chico, "Venía aquí para discutir por qué su invitado había atacado al profesor Snape, pero ahora parece que tenemos mucho de qué hablar".

Harry gimió y bajó la cabeza antes de mirar a los invitados con una sonrisa casi tímida.

Krillin se acercó y le dio unas palmaditas en la espalda al niño y le guiñó un ojo.

Brolly gruñó tanto a Dumbledore como a Krillin, quienes inmediatamente sonrieron tímidamente y retrocedieron para colocarse detrás de Goku.

Dumbledore frunció el ceño y se giró justo cuando Minerva doblaba la esquina. Ella jadeó y se detuvo abruptamente, "Sr. ¡Alfarero! ¡Tú mismo te explicarás!"

Harry abrió la boca para decir algo cuando dos grandes gruñidos lo interrumpieron y todos los ojos miraron a Brolly y Goku, quienes sabían dónde miraban al suelo y se sonrojaban de vergüenza.

El mago de ojos verdes hizo un gesto al grupo de luchadores, "¿Quizás podríamos conseguirles algo de comida? Sería muy grosero de nuestra parte matar de hambre a nuestros invitados", afirmó con una sonrisa bastante descarada.

Minerva lo fulminó con la mirada mientras Dumbledore asentía y les hacía un gesto para que lo siguieran. "Iremos al Gran Comedor. El almuerzo acaba de terminar, así que estará vacío".

El grupo siguió detrás del director, cada uno mirándose el uno al otro con completa confusión mientras Brolly solo gruñía y acercaba a Harry a él mientras caminaban por los pasillos de la escuela.

Goku de repente soltó una risa larga y dura cuando pasaron junto a un retrato en movimiento, lo que provocó que Piccolo simplemente sacudiera la cabeza y arrastrara al asombrado saiyajin.

El director abrió las puertas de par en par y, tal como lo sospechó, estaba vacío de estudiantes, aunque algunos profesores todavía se quedaron. Hizo un gesto a los invitados ya Harry para que se sentaran en la mesa de Gryffindor ahora despejada antes de aplaudir y los platos de comida aparecieron en la mesa todos humeantes.

Todos los guerreros Z miraron con asombro, excepto por cierto saiyajin que no se molestó en preguntarse de dónde había venido la gloriosa comida antes de devorarla como nunca antes. Brolly miró al otro saiyajin antes de gruñir y comenzó a devorar la comida con la misma rapidez.

Harry chilló y rápidamente se movió un poco por la mesa cuando Brolly decidió morder la mano de Goku que se dirigía a una de las costillas. El adolescente deslizó una mano hacia adelante en un intento de agarrar una manzana solo para que una cola se enrollara alrededor de su muñeca y la desviara suavemente y un plato de comida empujara en su dirección. Resoplando, comenzó a comerlo, contento de que, aunque acababa de participar en una competencia de comida, él mismo no iba a pasar hambre.

Un grito de dolor dirigió la atención de todos hacia Goku, quien ahora se agarraba de sus manos donde las marcas de los dientes se podían ver claramente a lo largo de la mano. Dando un grito, Goku agarró más comida esquivando las otras manos del saiyajin. No fue hasta que sus ojos se posaron en el mismo gran trozo de carne que se miraron el uno al otro.

Brolly se abalanzó y lo atrapó con los dientes justo cuando goku agarró el otro extremo y comenzó a tirar. Ambos saiyajin se miraron fijamente tirando del trozo de carne para quitárselo al otro. Era como ver pelear a dos bulldogs. Ninguno de los dos parecía querer soltar el trozo de carne y no fue hasta que Harry le susurró algo al oído a Brolly que sucedió algo.

Goku vio como los ojos de Brolly se oscurecían con un júbilo casi demoníaco mientras Harry se recostaba en su asiento. Se podía ver el labio del Saiyajin arquearse alrededor de sus dientes con colmillos cuando Brolly soltó su mordisco en el trozo de carne y con un grito de sorpresa, Goku cayó hacia atrás y el trozo de carne salió volando por los aires. Todos observaron con leve incredulidad cuando Brolly atrapó la carne y comenzó a mordisquearla como un lobo que sabía que acababa de ganar su premio. Mientras tanto, goku yacía sobre su espalda mirando hacia arriba y haciendo pucheros al otro saiyajin.