O3

1K 94 4
                                    

Apuntaba todo en aquella libreta aburrido. Jesús, ¿porqué aceptó esto? Ahora mismo estuviera en su casa posiblemente leyendo algún libro mientras disfrutaba de un buen baño de espumas con agua caliente en su tina con pergaminos de cualquier tipo en el, añadiendo un incienso en la esquina del baño, mientras su cara tenía una mascarilla fresca a pesar de estar metido en agua tibia.

Suspiró, debió pensar en todo esto antes de solo pensar en ganar ganar y ganar. Bueno, lo hecho, hecho está. Además de que su bocota lo traicionó esta mañana cuando Mina le dijo que quería hablar, ¿En que estaba pensando en invitarla en su casa? A su casa mierda. Donde hay más de mil cuadros de él pequeño, el lugar donde no usaba faldas y medias largas, donde vivía con bermudas y un suéter cualquiera.

¿Como hará para taparle los ojos a su amiga sin que se vea sospechoso para que no vea todas esas fotos que estaban desde al principio, al final del pasillo? Demonios, debió aceptar que se vieran aquí y ya. Igual Bakugou sabía por que la chica quería hablar, posiblemente le dirá otra advertencia sobre Todoroki y lo hijo de puta es que es; y él, posiblemente le cuente que es hombre y tiene pene.

Mucho estrés para alguien que tan solo tiene diecisiete años de edad, tal vez si, debió dejar que el loco de gafas ganara y hacer de vago. Pero como dijo antes, lo hecho, malditamente, hecho estaba.

—La cola de cabello se fue por cólicos, él boca de megáfono se lastimó cuando practicaba...y Todoroki Shouto se cayó tratando de hacer un movimiento nuevo, así, llevándose a Monoma con él —terminó de decir apuntando todo en aquella hoja blanquecina con su pluma de azul con pergaminos —¿Por que mierda siempre te metes en problemas? Ni modo, te toca detención.

Y una vez más, Bakugou puso un asterisco al lado del nombre Midoriya Izuku; el hombre más problemático que nunca había visto en su vida. O sea, todos los putos días el chico se metía en problemas, peleaba, hacía maldades a los más pequeños y inocentes, y no había día que esté se saltara una clase para pasarse por los pasillos junto a su grupo. Alzó una ceja, al parecer Todoroki no se había quedado afuera en ningún momento esta semana, algo raro, ya que él y Midoriya eran uña y mugre.

Claro, también se sorprendió al saber que estos dos no había peleado por cualquier tontería, como todos lo días. Sonrió, anotando mentalmente burlarse del chico bicolor cuando le viera. Con esa misma sonrisa, fue hasta el curso de esos dos, que eran un año más que el suyo. Tocó levemente la puerta, y solo fueron seis segundos se espera cuando una alumna le abriera.

—¡Oh, Bakugou-san! —exclamó la mayor con un tono amistoso —¿Desea algo?

—Si, que me trates con menos formalidad, se supone que soy menor que tu —habló con el ceño levemente fruncido pero con una pequeña sonrisa, haciendo avergonzar a la chica.

—Lo siento, es la costumbre —confesó aún con les mejillas levemente sonrosadas y la otra solo negó con la cabeza.

—¿No estabas enferma? Justo que había puesto excusa, cola de cabello —la menor caminó hasta la azabache, quien sonrió.

—Es que se me había olvidado que teníamos un proyecto, me tomé algunos medicamentos, ya estoy un poco mejor, gracias por preguntar Bakugou-san —terminó de decir Yaoyorozu con otra sonrisa.

La mencionada rodó los ojos divertida mientras acostaba la invitación de estar al aula, seguida de la más alta. Entonces hizo una mueca, el grupo de los 'guapos' estaba hasta atrás, mientras las chicas se sentaban encima de las mesas con las piernas entreabiertas con dirección a estos, y ellos solo coqueteaban con ellas al mismo tiempo que ponían sus manos en los muslos de éstas.

Pervertido | TodoBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora