Capítulo 2:
La alarma suena con fuerza por mi habitación con un sonido infernal que me hace golpear la mesa buscando mi teléfono sin abrir los ojos y gruñir al no ser capaz de encontrarlo, madrugar no es mi fuerte está claro. Abro los ojo y apago la alarma volviéndome a meter en la cama, cinco minutos más no matan a nadie, cinco minutos que me saben a poco cuando vuelvo a escuchar la alarma poniéndome la almohada en la cara intentando no escucharla, pero esta guerra la gana la alarma haciendo que me levante y me estire con pereza.
Bajo a desayunar pero me conformo con un zumo de naranja tengo el estómago cerrado a estas horas.
—¿No comes? Te vas a quedar en los huesos diana— Charlotte me mira devorando su desayuno como un animal, no puedo evitar reír al verla así.
—Sabes que por las mañanas soy incapaz de comer lotte—
—Bueno, en ese caso más para mi— Se come los desayunos de las dos, yo no se como no engorda esta chica pero me alegro de verla de mejor humor.
—No tardes o llegaremos tarde—
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Como estrellas fugaces
RomanceLa actualización de mi primera historia "la hermandad de la pluma azul"