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Amanecía. Ryūnosuke tuvo el permiso de Chūya para ir al mundo humano con Dazai, quería conocerlo, pero no debía quedarse más de doce horas o sería fatal para él siendo demonio.

El niño despertó con el sonar de la alarma de su padre, y miró al mismo alistarse para sus clases en la universidad. Rápidamente se levantó, y se vistió con la ropa que Chūya le había echado en una mochila que también pudo transportar.

— Papi. ¿Vas a tu escuela?

— Sí. Tú te quedarás aquí, esperándome.

Respondió con seriedad. Terminaba de ponerse sus zapatos y atar sus agujetas. Ryūnosuke se sentó junto a él para ponerse sus zapatos, pero no sabía atarlos.

— Papi.

— ¿Ahora qué, Ryū?

— Quiero ir contigo. Quiero conocer tu escuela y a tus amigos. ¿Me ayudas a atar mis cordones?

Dazai chasqueó la lengua con molestia, y se dispuso a atar esos cordones a Ryūnosuke.

El niño pasó a ponerse su sombrero. Su madre le había impuesto la moda de los sombreros y él también los amaba.

— No puedo llevarte. Nadie sabe que existes y sólo me traerás problemas.

— Papá.

Dazai se puso de pie, y se colgó la mochila que llevaba a la universidad, luego de rectificar que llevaba todo lo necesario.

— Ryūnosuke. La mañana va comenzado y ya me tienes de malhumor. ¿Por qué me llamas tanto? ¿Así eres con tu mamá? ¿Así de molesto?

El niño azabache se quedó en silencio, con la cabeza agacha y muy avergonzado. Comenzó a derramar lágrimas que pronto cayeron al suelo.

— Que estupidez. ¿Vas a llorar por eso? ¿Así de débil eres? No eres una damita, Ryū. En primera, tú quisiste venir a mi mundo. Eres un intruso aquí.

— ¡Papá! Yo no quiero quedarme solo. ¡Quiero ir contigo!

— Bien. Pero nada de llantos, ni berrinches, ni cosas molestas. En la escuela llámame "Dazai", vamos practicando, ¿entendiste?

— ¡Sí, papá!

— ¿Qué te dije?

— Perdón, Dazai...

★*★*★

Mundo Demonio...

— Madre, ¿crees que Dazai sea bueno con Ryū? No sentí miedo al dejarlo ir pero, ahora me preocupa que lo trate mal.

La señora Suzuki posó una de sus manos en un hombro de Chūya y le sonrió.

— Estoy segura. Aunque ese chico sea un irresponsable y no quiera reconocerlo, en el fondo no permitirá que algo malo le pase al niño. Él sabe perfectamente que es su padre e incluso siente afecto hacia Ryū-kun. Aunque no quiera admitirlo.

— ¿U-Usted cree? ¿Será que algún día Dazai se enamore de mí?

— Hmm... Si eso no sucede, Chūya-kun eres un ser hermoso y tendrías mejores oportunidades con los demonios que con ese humano.

★*★*★

En la universidad...

Kouyou, Kunikida, Ranpo, y los demás compañeros de clase de Dazai, estaban curiosos de su pequeña compañía.

Ryū se mantenía en el mismo pupitre que él, pintando un libro de colorear que traía en su mochila.

«Lo primero que debemos verificar en los cuerpos de las víctimas, son... Anoten»

El profesor explicaba desde la parte delantera del aula, un tema nuevo relacionado a la carrera. Todos los alumnos estaban apasionados con los que sería su profesión, incluso el descuidado de Osamu.

Ryūnosuke dió los últimos toques de color al dibujo, pero quería una opinión sobre el color de la piel de su personaje.

— Papi. Para la piel... ¿Está mejor el rosa o el amarillo?

Habló en voz baja, tocando la manga de la camiseta de Dazai.

— Calla, Ryūnosuke. Quedamos en que me llamarías "Dazai".

— Perdón...

— "Perdón, perdón". No sabes decir nada más.

Ryū comenzó a toser, llegando al extremo de un ataque de tos. Se estaba enfermando de gripe y no era la primera vez que tenía ataques de tos. Se asustaba. Desde la noche de la fiesta de Suzuki ya sentía incomodidad en su garganta pero no dijo nada a Chūya.

Sujetaba la manga de Dazai, llegando a apretar parte de su brazo con una de sus manos. Le daba miedo la tos incontrolable.

— Pa...

La tos no le permitía terminar de hablar. Estaba molestando a todos en el aula, incluso al profesor.

— Alguien, traiga agua para el niño. Y tú, Dazai-kun, ¿por qué traes un niño a la clase?

Dazai no respondió nada. Fue el primero en conseguir una botella con agua de su mochila para darle a Ryū. Posteriormente, daba palmadas en su espalda y poco a poco se iba controlando.

— ¿Te sientes mejor?

El azabache asintió con la cabeza.

— Bien. Sensei, ¿puedo retirarme y llevar al niño a un chequeo médico?

Hijo del Demonio [SOUKOKU] [DAZAIXCHŪYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora