Ʈᖾᥱ ᒐoᥴƙᥱɾ 18 📚 - Adaptación Luciale (G!P)

36: Nacimiento

-Es el fin, estamos perdidos- Dijo Mariana con la mirada perdida. Sol, Peyton, el padre de Lucía y yo estábamos escondidos por diversos lugares de la casa de mis padres intentando escapar de Lu. Yo estaba muy enamorada de mi novia pero en este último mes se había transformado en una jodida máquina de matar y era peor cuando alguien le recordaba su falta de sexo. Se había vuelto algo ninfómana también

-¡Alejandra!- Escuché su voz mimosa llamarme desde el piso de arriba. Oh joder era mi fin

-Fuiste una buena amiga culona- Susurró Soledad cuando me dispuse a subir

-Nunca te olvidaré- Dijo Mariana

-Te conozco desde hace poco pero te tuve un gran aprecio mientras duró- Fue el turno de Peyton

-Espero que te lance el tacón con punta- Rodrigo claramente. Subí las escaleras llegando a mi habitación, lugar donde ella se veía al espejo con un puchero y lágrimas en sus ojitos

-¿Qué sucede bebé?- Intenté persuadirla tomándola en mis brazos y dando suaves besos en su cuello para que al menos no me lanzara el tacón con punta

-¡Soy un maldito hipopotamo me duelen los pies y la espalda y tengo tres meses sin nada de jodido sexo! ¡¿ENTIENDES LO QUE ME SUCEDE?! ¡CLARO, PERO TU SOLO TIENES QUE ESTAR AHÍ SIENDO LINDA MIENTRAS TU MONSTRUO ME PATEA LAS COSTILLAS!- Se echó a llorar en mi cama fuertemente gimiendo de dolor cuando nuestro bebé de sexo desconocido por la insistencia de Lucía de que fuera sorpresa comenzó su rutina de patear hasta cansar a mamá

-¿Te duele mucho?- Pregunta equivocada

-¡¿Tu que mierda crees?! ¡MIERDA!-

Gritó de pronto poniendo la mano en su vientre

-¡¿QUÉ COÑO ESTÁS VIENDO NO VEZ QUE TÚ JODIDO HIJO QUIERE SALIR?! ¡LLÉVAME AL HOSPITAL MALDITA ESTÚPIDA!-

¡Oh Dios mío mi hijo va a nacer! ¡¿Qué coño hago?!

-¡LAS LLAVES! ¡¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES DE EL AUTO?! ¡¿DÓNDE ESTÁ EL AUTO?! ¡RODRIGO! ¡SOLEDAD! ¡OH JODER!-

Corrí por toda la habitación y luego por las escaleras viendo a todos correr desesperados por la sala buscando las cosas del bebé y demás

-¡LUCÍA ESTÁ DE PARTO MARLENE DENSE PRISA!- Rodrigo hablaba por teléfono con Marlene y con su mano libre se tomaba el cabello desesperado

-¡ALEJANDRA NO DEJES QUE LUCÍA BAJE SOLA LAS ESCALERAS!-

Hablaron Sol, Mar y Peyton señalando a Lucía quien bajaba con un gesto entre querer abofetearme y dolor. Enseguida la cargué con algo de dificultad por obvias razones

-¡MAR LAS LLAVES DE EL AUTO CONDUCE TÚ!- Senté a Lu en la parte trasera seguido entre yo y Soledad que se quedó incrédula cuando Peyton saltó a sus piernas debido a que Lucía no estaría cómoda tan apretada, no podía llevarla en el asiento delantero ya que muy oportunamente habíamos tenido que quitar el colchón del asiento debido a un incidente con un perro que no pienso mencionar

-NO ES EL MOMENTO SOLEDAD- Le dije cuando hizo gesto de estar tocando el trasero de Peyton

-Maldición- Se quejó Rodrigo ya que le tocó el asiento de adelante

-Siento que perdí la virginidad en lugares donde no debía- Dijo poniéndose el cinturón

-¡AH!- Gritó Lucia con la mano aún en su vientre y la otra torciendo la mía cuando Mar dió la vuelta como una maniática

-¡TEN MÁS CUIDADO MAR!- Le grité con dolor ya que Lucía estaba triturándome muñeca con sus apretones

-¡ESTOY NERVIOSA NO ME GRITES!-Me respondió e iba a gritarle de nuevo cuando otro grito de Lucía lo evitó

-¡NUNCA MÁS VOLVEREMOS A FOLLAR A MENOS QUE SEA CON CONDÓN!- Tiró su cabeza hacia atrás aún masacrando mi mano y entonces me di unos segundos para ver el sufrimiento en su rostro y entender que necesitaba todo mi apoyo en esos momentos

-Te amo Lu, aguanta un poco ¿Si mi amor?- Me acerqué a besar su frente y ella me sonrió adolorida

-No volverás a tocar a mi hija después de esto Alejandra- Dijo Rodrigo molesto al ver mi acción

-¡Llegamos!- Kim bajó rápidamente a buscar una silla de ruedas mientras yo ayudaba a Lucía a bajar del auto

-¡NO ES EL MOMENTO!- Gritaron mi Rodrigo y Mar dándome cuenta de que Sol y Peyton estuvieron besándose todo el camino hacia el hospital

-Lo sentimos- Ambas se sonrojaron. Pero no era el momento

-¡Busca un doctor Alejandra!- Enseguida hice lo que me pidió y enseguida unos enfermeros se llevaron a mi novia a la sala de partos

-Necesito entrar ¡Es mi novia!- Le dije al doctor tomándolo de su bata

-Dile a las enfermeras que te den una bata quirúrgica- Hice lo que me pidió enseguida entrando a la sala un segundo después econtrándome con mi novia gritando en una camilla

-¡¿POR QUÉ ME DEJASTE SOLA PEDAZO DE IDIOTA?!- Intentó abofetearme cuando llegué junto a ella

-Tranquilizate mi amor ¿Si?- Besé su frente y sostuve su mano, mala idea ya que otra vez comenzó a triturarla

-Suficiente dilatación, vamos a empezar- Dijo el doctor y comenzaron con el proceso

-Cuando te lo diga empieza a pujar-

Y cuando lo hizo Lucia obedeció comezando una tortura para ella en la que yo solo podía mirar

-Tu puedes mi amor, lo estás haciendo muy bien- Quite el cabello que se había pegado a su frente y besé la misma

-¡NUNCA VOLVEREMOS A TENER UN SOLO HIJO LEÓN! ¡AH!- Gritó de dolor

-Tranquila mi amor falta poco- Ignoré sus amenazas acariciando su rostro contorsionado de dolor

-Una vez más- Y cuando creí que nada podría ser mejor escuché ese particular llanto de recién nacido, a diferencia de que ahora era mi bebé quien lo hacía

-Felicidades, es una niña- Entonces comprendí lo que era llorar de felicidad al ver a Lucía hacerlo. El llanto solo provoca tristeza y no existe llanto que provenga de la felicidad si no el dolor y esfuerzo que te llevó a ese momento